No veo ni hablo con Sky desde el encuentro en Starbucks. Y debo admitir que la extraño. Demasiado. Nunca había sentido esto por nadie. Ninguna de las chicas con las que salí me hizo caer tan profundamente como ella.
Y yo estaba listo para darle todo de mí. Solo necesitaba un poco de tiempo para ver la forma de contarle todo. Buscando como evitar que salga disparada ante mi verdad.
Pero ella no pudo esperar ni veinticuatro horas para empezar a coquetear con otro hombre.
Así que, supongo que estoy algo herido.
El lunes, Nico, Shae y yo fuimos a la comisaría a pedir una orden de restricción para Devin. Fue más fácil de lo que esperaba gracias a mi padre, que había movido algunos contactos para agilizar el proceso. Devin fue notificado y aunque no le gustó nada, Comprendió que se metería en problemas si se acercaba a Shae. Incluso accedió a ayudar en el informe contra Ethan.
Sin embargo, El rey de los imbéciles había recogido sus cosas la misma noche de la pelea en el bar, así que los agentes no pudieron detenerlo a tiempo. Tengo a los hombres de mi padre buscándolo. No tardarán mucho en encontrarlo.
Todo volvió casi a la normalidad... excepto el hecho de que he dormido sin Sky todos estos días. Dios sabe que la extraño.
—¿Estás listo? —Nico me pregunta mientras golpea la puerta de mi habitación
—Si.
—¡Vamos! tenemos que ir a la tienda primero. Necesitamos algunos suministros para el bar —Me grita Shae desde el salón. Subimos a mi coche y conducimos primero a la tienda y luego al bar. Cuando llegamos, Summer y Jasper ya están allí y esperan fuera.
—Danna aún no ha llegado —Le digo a Nico.
—Dijo que llegaría un poco más tarde hoy. Tenía que hacer unos recados.
Un poco de decepción se muestra en mis ojos y Shae me sonríe tiernamente. Sky tampoco ha hablado con ella. No le contestó sus mensajes y envió sus llamadas directamente al contestador.
—Encontrarás la manera de hacerla entender —Me dice con ternura.
—Eso espero
*
Siete de la tarde. Empezamos a preparar el bar. Sobre las ocho, ella aparece sonriendo como si nada. Está increíblemente sexy con los shorts negros de cuero, botas hasta las rodillas y una camiseta sexy con escote en V que deja casi al descubierto sus pechos perfectamente turgentes sin enseñar los pezones.
Me encanta que sea tan confiada con su cuerpo. Me encanta que muestre su piel. Sobre todo si yo soy el espectador.
Sky saluda a todo el mundo con un beso en la mejilla; incluso a Shae, pero a mí no. Sólo un saludo, una simple sonrisa. Ella va a su parte del bar y yo a la mía y empezamos a preparar los vasos y las botellas.
—Necesito algunas botellas. Voy al almacén. ¿Necesitas algo? —le pregunto.
—No —responde fríamente. Gruño de frustración. Cuando paso por detrás de ella, le rozo intencionadamente la espalda con el brazo. Se tensa. Me sonrío a mí mismo; todavía tengo ese efecto en ella.
Siento su mirada clavada en mí mientras bajo las escaleras. La verdad es que estoy deseoso de que baje después de mí...Pero no es así. Al volver, me encuentro con Nico. En la puerta de la despensa.
—¿Todo bien?
—Más o menos... Sigue sin hablarme.
—¿Lo intentaste?
—Sí. Ayer le envié un par de mensajes, pero me ignoró—. Miro el escenario en la esquina del salón. —Oye... ¿Qué banda viene hoy?
—Black Magic otra vez. Me gustan mucho.
—¿Crees que me dejarían cantar con ellos?
—Sí... Son bastante copados... Pero me gustaría que las ventanas sobrevivieran... gracias.
—Tarado —Digo sonriendo—. Necesito un favor...
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Perfecto Error
RomanceTres amigas, con miedos, pasados ocultos y presentes complicados. Tres hombres, dispuestos a ir al mismo infierno por ellas. Un ex-detective de victimas especiales, heredero de la mafia listo para entrar en acción