Se me hiela la sangre al ver los ojos preocupados de Aiden. Pero eso no importa que deje todo al momento que escucho su pregunta, pregunta que lleva todas mis dudas y miedos a la vida real.
—¡NICO! ¿Dónde está Shae?
Me doy la vuelta mirando en dirección a donde estaba cotilleando con Summer hace dos minutos, Pero solo veo el pelo rubio.
—Summer, ¿dónde está Shae? —pregunto.
—Ha ido al callejón a tirar la basura
No pierdo tiempo y corro hacia el Callejón su búsqueda. Cuando ella me ve, sus ojos están llenos de terror mientras su mirada de debate entre Ethan y yo.
—Ethan... ¿Qué haces aquí? —Hablo, pero él solo agita la pistola que tiene en la mano apuntando a Shae. Incluso con la poca luz que ilumina el callejón, puedo ver que está drogado, realmente drogado y fuera de control.
—ME HAS ARRUINADO LA PUTA VIDA —grita.
Shae traga saliva lentamente mientras intenta calmarlo.
—Ethan, por favor. Por favor, por favor solo baja el arma.
—No —Le apunta de nuevo en la frente y me hiela la sangre—. TE VOY A MATAR, JODER.
—Por favor, por favor, Ethan. Yo... Yo... —La angustia en su voz me desespera, quiero acercarme, pero al momento que doy un paso hacia ellos, se acerca a ella y la agarra por el pelo, haciendo que se arrodille en el suelo. Quiero saltar sobre él y golpearlo hasta matarlo, pero su pistola está en la cabeza de Shae.
—¡ETHAN! —grito, es lo primero que me sale. Él me mira, con odio ardiendo en los ojos. Tiene el pelo revuelto y sucio al igual que su ropa. Shae solloza mientras le suplica que la deje ir.
—Ethan, lo siento. Por favor, por favor, déjame ir. Sacaré la orden de restricción. Por favor, no hagas nada estúpido.
—¿Yo hice algo estúpido? —le grita con la mandíbula tensa—. Aquí la única estúpida eres tú. Tú con esa doble moral, que primero me buscó para revolcarnos en el colchón y luego dices que fue abuso —Sostiene su pelo con más brusquedad y el arma pasa debajo de su mentón—. ¡DÍSELO! —Me apunta con la pistola—. ¡DILE COMO TE GUSTABA QUE TE COJA UNA Y OTRA VEZ!
Shae me mira con dolor en los ojos. No habla. Trato de transmitirle que todo estará bien. Que no tenga miedo, pero la verdad es que yo estoy al borde de la locura por ir a sacarla de las garras de este enfermo. Ethan ve nuestra conexión de miradas y la agarra del pelo con más fuerza, haciendo que levante un poco el cuerpo.
—¡DILE CUANTO TE GUSTA, ZORRA! —La miro y con calma y suavidad con mis manos le muestro que se relaje y le diga lo que él quiere oír.
Aiden, ¿Dónde coño estás?
—Yo... —Solloza—. Me encanta su...
Las lágrimas caen por sus ojos. Me acerco un poco.
—¡DÍSELO! —Vuelve a gritar y la sacude con ese agarre mortal a su pelo.
—Me gusta... —tartamudea, pero el sollozo invade su garganta y no puede continuar.
—Oh... ¿Ahora no quieres hablar? ¿Pequeña zorra? ¿Te has vuelto puritana de repente?
Joder... Necesito hacer algo ahora.
—Ethan... Por favor... Yo la obligué a denunciarte.
Shae me mira con miedo en los ojos. Le pone la pistola entre ceja y ceja.
—¿lo hiciste? —Él sonríe con una mirada enferma en sus ojos—. Pues ahora tendrás que ver cómo tu estupidez va a terminar con lo que queda de ella.
Levanta a Shae tirando de su pelo y la empuja contra la pared. Apoyando el arma en su espalda comienza a desabrocharse el cinturón
—No, por favor, Ethan... Por favor, por favor no hagas esto. —Shae llora, con el rostro estampado en el ladrillo.
—¡ETHAN! —Grito tratando de distraerlo—. ¡Es conmigo la cosa! Déjala ir. Puedo conseguirte un avión privado y mañana estarás en el Caribe y...
Ethan deja de desabrocharse el pantalón y vuelve a poner a Shae de rodillas. Su arma se dirige a mí en este momento.
—Eso sería demasiado perfecto para ustedes —Una sonrisa maligna se impregna en su boca—. Yo me voy y ustedes viven felices para siempre. —Niega con la cabeza—. ¡Yo quiero que sufras! —Va elevando la voz—. Quiero que experimentes el infierno que yo viví este maldito mes por culpa suya.
Mueve el arma de vuelta hacia la boca de Shae.
—¡NO ETHAN! —Grito.
—Shhh —Pone la pistola en su boca para silenciarme, y luego la baja hacia la boca de Shae de nuevo. —Shae me mira con ojos suplicantes y no sé qué mierda hacer para salvarla. Veo una sombra que se mueve al fondo del callejón desde detrás de una pared. Entonces, oigo la voz de Sky detrás de mí.
—Solo puedes tener una mujer si tienes un arma. ¿Verdad?
Me giro y la veo. Viene con la cabeza alta. ¿Qué coño está haciendo?
—¿QUÉ COÑO HACES AQUÍ? ¿QUIERES QUE TE DISPARE A TI TAMBIÉN?
—Oh, no, solo quería ver que la única manera de que una mujer se arrodille delante de ti es con una pistola en la boca. Ni siquiera con tu...
No termina de hablar. Ethan mueve la pistola de la boca de Shae y apunta directamente a su frente, aun sujetándole el pelo.
—¿QUIERES QUE LA MATE AHORA MISMO?
—Eres un cobarde. ¿Vas a matarla? ¿Solo porque ya no podías forzarla más?
Dios, que le pasa a esta chica. ¿Acaso perdió la razón? Miro de uno al otro sin entender y entonces veo a Aiden y Jasper venir lentamente desde el fondo del callejón, Ambos con pistolas en las manos. Ethan nos apunta con el arma a los dos y Sky se mueve justo a mi lado. Un poco detrás.
—Son todas unas malditas perras. Tú —Presiona el arma contra la frente de Shae, lo cual me estruja el corazón—. Y tú —la mueve hacia Sky ahora, y apunta.
Mi corazón se detiene cuando veo que tira del martillo hacia atrás para amartillar el arma y puedo oír ese sonido de clic rebotando en las paredes del callejón.
—Sí, pero no tienes huevos para hacerlo —Puedo oír la desesperación en la voz de Sky, no sabe qué más decirle.
Veo a Aiden mover su mano a su lado y con los dedos hace el gesto de 3... 2... 1...
BANG
Mi corazón se congela. Siento las manos de Sky en mi hombro empujándome hacia el suelo.
BANG
—¡Hijo de una gran puta! —la voz de Ethan suena a dolor.
BANG
Y entonces todo se vuelve negro.
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Perfecto Error
RomanceTres amigas, con miedos, pasados ocultos y presentes complicados. Tres hombres, dispuestos a ir al mismo infierno por ellas. Un ex-detective de victimas especiales, heredero de la mafia listo para entrar en acción