—¿Quieres ser mi novia? —Nico me dice mientras sus ojos irradian amor.
Me paralizo. Mil imágenes vienen a mi mente. Mis padres diciéndome lo inútil que era. Devin rescatándome, Devin pegándome. Ethan abusando de mí. Nico salvándome.
Él me salvó.
Sé que puede parecer demasiado pronto, pero lo amo. Supongo que lo amé desde que lo conocí, pero tenía millones de cosas en la cabeza que no me dejaban verlo con claridad. Sería increíble... amar y sentirme correspondida. Por una vez sentirme respetada, querida y deseada.
Sigue mirándome. Sus ojos se mueven con desesperación.
—Nena yo...
—SÍ.
Nico sonríe. Coloca su mano detrás de mi cabeza y me acerca a sus labios. Me besa con suavidad y ternura... un beso que comienza dulce pero termina caliente y acalorado.
—Dios, nena... —Interrumpo sus palabras con otro beso—. Me haces tan feliz.
—Solo que... —Sus ojos se llenan de preocupación. Se sienta en la cama.
—Dime nena.
—Me gustaría... ir despacio.
Levanta una ceja.
—¿Qué quieres decir? Ya nos acostamos, y fue hermoso.
Me río
—Créeme... «no» me refiero a dejar de acostarme contigo.
—No lo entiendas entonces... —dice con una sonrisa confundida.
—Cuando conocí a Devin... Poco después tuve que mudarme con él, por culpa de mis padres. No habíamos estado juntos el tiempo suficiente, y fue como un paso forzado... y creo que eso fue lo que arruinó todo.
—¿No quieres vivir aquí? —ladea un poco la cabeza, la expresión de confusión en su rostro solo me enternece
—Me gustaría encontrar mi propio lugar. Que cada uno tenga tiempo por su cuenta y tengamos una relación normal.
—Pero me gusta dormir contigo —dice hundiendo su cabeza en mi cuello—. Y saber que estás aquí. Y que puedo protegerte.
—Ahora ya no hay nada de lo que protegerme, Nico. Lo peor ya pasó —Le sonrío.
—No, Shae. Quiero decir... sí, pero —se enreda con sus propias palabras—. Lo peor ya pasó, pero es como si estuvieses huyendo. Yo necesito saber que estás bien. Necesito que estés a salvo. —Estoy a punto de protestar cuando empieza a hablar de nuevo—. Mira, tanto tú como Aiden tienen sus propias habitaciones aquí. No me importa si hay días que quieres dormir sola. Siéntete libre. Haz lo que quieras. Tendrás tu propio juego de llaves, así que no dependerás de mí para nada. Por favor. Inténtalo. Quédate aquí. Si en un par de semanas no te sientes cómoda... te ayudaré a buscar un sitio.
Le sonrío. Es increíble. Sigo enamorándome de él. Cada vez más.
—De acuerdo.
—¿Sí?
—Sí. De acuerdo.
Le doy un beso en la mejilla y sonríe.
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Perfecto Error
RomanceTres amigas, con miedos, pasados ocultos y presentes complicados. Tres hombres, dispuestos a ir al mismo infierno por ellas. Un ex-detective de victimas especiales, heredero de la mafia listo para entrar en acción