Me despierto por la mañana sintiendo los brazos de Aiden rodeándome con fuerza. Me encanta esto. Me encanta tenerlo aquí conmigo, en mi cama, desnudo. Todo lo que me dijo ayer me dejó impactada, para ser sincera. Pero al mismo tiempo, no puedo evitar sentirme segura con él.
Él tiene un pasado. Todo el mundo tiene un pasado. Yo también tengo un pasado, en el que salí con un chico durante unos 4 meses que estaba casado y tenía un hijo... El primer mes desconocía su estado, pero cuando lo supe, cuando me enteré de la existencia de su mujer y su hijo... igual me fue difícil terminar las cosas. Si, me había enamorado de él, y mi corazón se hizo trizas. Hasta que me di cuenta de que no me gustaría ser ella.
Suspiro.
El pasado de Aiden es duro. Es complicado y yo diría que incluso peligroso. ¿Pero quién soy yo para juzgarlo? ¿Puedo dejar que su pasado defina lo que va a pasar entre nosotros?
Lo quiero, esa es la verdad. Descubrí lo que sentía por él en el momento en que comprendí que nada volvería a compararse con él. Dejó la vara muy alta para cualquier otra persona que intentara entrar en mi vida.
Miro el cielorraso de la habitación. ¿Es posible enamorarse «tan» rápido de una persona? Bueno... Aquí me tienen. Totalmente enamorada de este príncipe mafioso.
Me acurruco aún más contra él, frotando su brazo con mis uñas, con suavidad. Siento que se mueve, abrazándome más contra él. Empieza a besarme el pelo, el cuello y la mejilla.
—Buenos días.
Sonrío
—Buenos días, nena.
—Dios, hueles tan bien, incluso después de una noche en el bar y sexo desenfrenado.
—¿En serio? Estoy desesperada por una ducha.
—Mmm... Una ducha juntos... sexo matutino... Me anoto.
—Nunca te ofrecí ducharte conmigo.
—No necesito una oferta. Sé que «quieres» que entre contigo y ver a este «chico» todo libre y listo para ti.
Empuja su miembro contra mi culo haciéndome sentir lo dura que está.
—Mmm... Dios... Estás tan... —Un jadeo se escapa de mi garganta—. Y aún no he hecho nada.
Aiden desliza su mano desde mi cintura hacia mi pecho, metiéndola bajo la camiseta, acariciando mi piel. Cuando llega a su objetivo se dispone a jugar con mi pezón, enloqueciéndome, para luego apoderarse de mi seno de forma entera. Yo tiro una mano hacia atrás, entre nuestros cuerpos, y empiezo a acariciarlo.
—Mmm. Hoy estás juguetona, ¿verdad?
Me gira hacia él y me mira a los ojos. Una hermosa sonrisa se plasma en sus labios y me besa. Sus besos se vuelven tiernos, toda la... ferocidad que esperaba con ese despertar disminuye a sesión de caricia, besos y ternura.
—¿Te pasa algo? —le pregunto, volviendo a fijar mi vista en él.
—Me siento tan aliviado después haberte contado toda la verdad —Me besa—. Te quiero.
Le sonrío y acuno su cara entre mis manos, besándolo. Recorro la totalidad de sus labios con besos, me traslado a sus mejillas, beso su barbilla. No queda centímetro de piel sin que bese.
—Mmm. Qué bien se siente esto.
—Te gustan mis besos, ¿verdad?
—Me encantan. —Lo beso otra vez, y en un simple movimiento me tumba de espaldas en el colchón Se tumba sobre mí y me besa las mejillas, la mandíbula, el cuello
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Perfecto Error
RomanceTres amigas, con miedos, pasados ocultos y presentes complicados. Tres hombres, dispuestos a ir al mismo infierno por ellas. Un ex-detective de victimas especiales, heredero de la mafia listo para entrar en acción