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Las casualidades son parte de mi vida últimamente, hyung. Debes creerme. 

Porque nunca me ha gustado mucho leer, pero hoy por casualidad tuve ganas de leerme un libro y decidí concurrir a tu biblioteca favorita. No obstante, no por ser tu favorita, sino porque es a donde puedo acceder más fácil y porque es la única que conozco. 

No te estoy siguiendo, solo soy un chico que intenta descubrir pasatiempos nuevos y tiene en cuenta los gustos de su anterior pareja. Es solo eso. 

Aún así, ni siquiera soy capaz de concentrarme entre los miles de libros que tengo en frente, porque te estoy viendo a lo lejos, frente una estantería de libros, y te ves tan hermoso que no soy capaz de ver algo que no sea tu rostro. 

Eliges un libro y te sientas. 

—Disculpa, ¿ese libro es bueno? 

Un tercero se mete en nuestro momento. Siento mi pecho arder cuando veo que se trata de un encargado, aunque se ve bastante joven a decir verdad. 

Taehyung, no le respondas. Te prohíbo hablar con él.

—Lo empecé hace poco, pero es interesante. — le respondes con una sonrisa. Mi alma arde porque no recuerdo la última vez que me sonreíste a mí. — Trata sobre un tipo que está maldito, es algo tétrico, pero recomendable. 

El otro tipo se sienta frente a ti, mientras te sonríe. ¡Quién se lo ha permitido! 

—Suele agotarse el stock muy rápido, por eso me intrigaba. — a nadie le importa, ¡ya cállate y aléjate de mi chico! — Soy Jimin. 

Y vuelve a sonreírle. 

—Taehyung. — le contestas, sonriendo nuevamente. —¿Trabajas aquí? 

—De medio tiempo, sí. — juguetea con sus dedos. Lo pones nervioso. Le gustas. —Debería volver a lo mío, además de llegar tarde no creo que a mi jefe le guste verme hablar con chicos lindos. 

¡Qué me lleve el diablo! 

¡Taehyung dile algo para sacártelo de encima! 

Pero tú solo te sonrojas.

—¿Lo siento?

—Olvídalo, Taehyung. Ven siempre a generarme problemas.

Odio el coqueteo.

Siento como mi mente hace cortocircuito y mi corazón duele, un cosquilleo me recorre de pies a cabeza y mis ojos pican por la necesidad de llorar. 

Ambos se sonríen y la puta esa por fin vuelve a trabajar. 

¿Es en serio, Taehyung? A pesar de todo lo que vengo haciendo por ti, aún así decides engañarme. 

No puedo creerlo de ti, me dueles demasiado.

La vida es un espiral donde no hay consuelo ni siquiera por quien dice amarte, puedo comprobarlo. 

Me pongo de pie con la intención de irme de una vez; sin embargo, a mitad de camino, cruzo por uno de los pasillos y algo llama mi atención, entonces me detengo. Me oculto detrás de una estantería, entonces...

¿Qué?

Lo único que observo es a ese tal Jimin, siendo agarrado de la muñeca por un hombre adulto, el cual se encierra junto a él en una oficina.

Taehyung, intento olvidarte, pero soy inmune a tu moral cuando siento que puedes correr algún tipo de peligro.

Me odio a veces por amarte.

FOR YOU © kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora