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No quiero volver a matar, no lo deseo, es repugnante, asqueroso y me causa problemas que no me permiten centrarme en ti por completo. Además, caminar por las calles y ver por doquier la foto de Yoongi desaparecido me atormenta un poco, a decir verdad.

¿Pero cómo arreglo todo?

Por ahora, supongo, debo asegurarme de que la foto de Seokjin no se sume junto a Yoongi. Al menos, con ese tema, estoy más tranquilo; poseo el teléfono de Seokjin y mensajeo cada tanto con su familia, así que tampoco me preocupo.

Camino por los pasillos del instituto, me dirijo hacia la puerta que mantiene oculto a Seokjin y, antes de entrar, me aseguro de que nadie mire. Camino un poco, me cruzo con él, realmente parece muerto, ¿lo está?

Lo pateo un poco, entonces abre los ojos apenas. Ni siquiera tiene fuerza para mirarme horrorizado, pero noto el miedo en sus ojos. Pronuncio un 'shh' y él asiente, entonces le quito las cosas que tiene en la boca. 

Me quito la mochila y saco una botella de agua, le doy de beber, luego repito la acción con un poco de arroz que traje de casa, entonces come con desesperación. El humano puede sobrevivir un tiempo sin comer, mas no sin beber. Entonces, si Dahyun no le hubiera dado agua antes, muy probablemente ya estaría muerto.

—Ja, ja... —su rostro está lleno de sangre seca, se ve mal. —Eres patético, Jungkook. Dime, ¿mataste a Dahyun-?

Entonces le tiro agua sobre la cabeza, callándolo.

—No lastimo mujeres. —me sincero, mientras limpio su rostro con una toalla que traje. Él me aleja el rostro. —¿Puedes quedarte quieto?

Entonces me escupe. Y solo suspiro en respuesta.

—Escucha, Seokjin hyung, tengo planes para ti. —me escucha, anonadado. —Tú seguirás viviendo, pero debes hacer lo que te diga.

Entonces ríe.

—¿Qué? —vuelve a carcajear. —¿Esperas que vuelva a clases como si nada? ¿Qué más quieres, eh? Que te vea a diario y te diga "¡Hola, Jungkookie! ¿Cómo estás?" Estás loco.

Vuelvo a suspirar, ahora me siento frente a él, jalo mi cabello y lo miro, esta vez de forma seria.

—Te irás de aquí. —digo, él no me entiende. —El sábado vendré y te sacaré de aquí por la noche, te llevaré lejos y harás tu vida en otra parte, hyung.

Me mira atemorizado.

—¿D-De qué mierda estás hablando? ¿Estás loco? —no respondo. —¡Me niego, maldito lunático! ¿Piensas que me iré de aquí solo porque tu cabecita de mierda nunca tocó un psicólogo-

Y lo callo, golpeándolo en la boca. Derrama sangre y pierde por segundos el aire, mis dedos sangran un poco también debido a que choqué con sus dientes.

Auch.

—¿Por qué no te callas un rato, imbécil? —lo agarro por el rostro, lo sacudo y lo obligo a mirarme. —Si no quieres terminar hecho pedazos en un arroyo, será mejor que me obedezcas. —presiono más. —Es tu única opción si quieres levantarte todos los días y seguir viendo la luz del puto sol.

Lo suelto, entonces su cabeza cae y él escupe sangre, ni siquiera responde, como si estuviera pensando, pero yo no cuento con todo el tiempo del mundo.

—Ah... La familia Kim. —él mira, horrorizado. —Kim Jisoo, tu hermana, estudia en un conservatorio de mujeres a unos kilómetros de aquí, ¿verdad? —saco el celular de mi bolsillo, abro la galería y enseño una foto del edificio. —Es grande, seguro debe ser divertido para ella estar todo el tiempo con sus amiguitas.

Seokjin muestra terror y, cuando está a punto de decir algo, pongo mi dedo en su boca.

—Espera, aún no termino —le enseño a Seokjin una foto tomada desde fuera de su casa, donde casualmente la ventana enseña a Jisoo sentada en el sofá. —Ah, ella es muy linda... incluso tengo fotos de ella con menos ropa, ¿quieres ver?

Seokjin se mueve inquieto, como si intentara golpearme con sus últimas fuerzas. Yo lo tomo del cuello y lo empujo contra la pared, dejándolo allí mientras mi cuerpo no le permite moverse.

—N-No le hagas nada. —por primera vez, ruega. —No lástimas mujeres, tú mismo lo dijiste.

—Claro que no. — sonrío de punta en punta y susurro: —Dahyun cayó accidentalmente por las escaleras, lleva internada hasta ahora.

Los ojos de Seokjin se abren, por primera vez noto como se llenan de lágrimas y finalmente agacha la cabeza mientras asiente, sin ser capaz de verme a la cara, entonces sé que soy victorioso.

Vuelvo a colocar las cosas en su boca, impidiendo su habla. Él me mira con los ojos llorosos, y me despido de él luego de revolver sus cabellos con burla. Cierro la puerta que oculta a Seokjin con llave, luego suspiro y golpeo mi cabeza sobre ella, me siento abatido.

—¿Jungkook-ah?

Me recompongo con fuerza y casi que tambaleo cuando noto que eres tú, Taehyung.

—¿Otra vez me acosas, hyung? —disimulo como puedo.

—Te vi desde lejos, creí que te pasaba algo. —me analizas de arriba abajo. —Y algo te pasa.

Por primera vez maldigo que hayas sido mi novio durante todo un año y medio, porque nadie me conoce tanto como tú.

—Solo estaba guardando unas cosas rotas en el deposito, era tarea de Dahyun, pero como no está... —rasco mi cabeza, algo nervioso. —¿Sabes algo de ella?

Y empiezo a caminar, por suerte tu inconsciente hace que me sigas el paso.

—Despertó ayer. Hablé con su familia y la trasladarán a su casa en unos días más, podríamos ir a verla. 

—¿Y, cómo está? —el nerviosismo evidencia el pánico que siento sobre si abrió la boca o no.

—Ah, supongo que mal. —eso me da ánimos. —Desde que despertó no ha dicho ni una sola palabra, su madre dijo que parece muerta en vida.

Entonces me dan ganas de saltar en una pata, pero en cuanto noto tu malestar, como tus ojos pican, como te muerdes tus labios y jugueteas con tus dedos, sé que debo contenerte. Te impido el paso, situándome en frente para acariciar tus cabellos y sostener tus manos.

—Hyung, ella estará bien. —él me sonríe. —Piensa que lo peor ya pasó, al menos ya está consciente. Se llevó un gran susto seguro, es razonable que no hable, no debe procesar nada aún.

—Últimamente, te sientes como un cable a tierra, Jungkook. —suspira, agradecido. —Lamento no permitirte el duelo que deseas.

—Y yo lamento no respetar el duelo que deseo. —bromeo, él me golpea por el hombro.

—En otro tema... tengo una noticia que quizás invada aún más tu espacio. —levanto una ceja, confundido. —Seré parte del centro de estudiantes como reemplazo de Dahyun, así que si de por sí ya debes tenerme respeto por ser mayor, ahora también porque soy tu superior.

Y no puedo evitar soltar una carcajada. Tu personalidad infantil es uno de los rasgos que más valoro de ti, demuestran un ambiente sano donde pudiste crecer feliz, donde no te obligaron a madurar a temprana edad.

—Oh, señor Kim. —jugueteo. — ¡No puedo creer que tengo el honor de hablar con usted!

—En efecto, mi estimado Jeon. Ahora agáchate, besa mi mano y di que estás a mis servicios, simple mortal.

Y ambos reímos, pero te sorprendes en cuanto notas que de verdad me pongo a tus pies, e intentas levantarme mientras te avergüenzas totalmente ruborizado, pero yo solo tomo tu mano y la beso, luego te observo desde abajo y pronuncio:

—Estoy a tus servicios, Kim Taehyung.

Nos quedamos en silencio, tu nerviosismo es evidente y el rojo de tus mejillas te delata, de pronto giras hacia todas direcciones, totalmente avergonzado, mientras luchas por levantarme, pero no tienes la suficiente fuerza y yo solo puedo carcajear como hace tiempo no hago.

Sí, amor, definitivamente quiero repetir estas situaciones siempre contigo.

Sin embargo, realmente me espera una semana muy larga.

FOR YOU © kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora