Epílogo

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Dos meses después.

Taehyung cierra los ojos y eleva sus brazos cuando siente como el viento golpea su rostro con suavidad, misma suavidad que desearía tener dentro de su mente al estar en aquel trágico puente donde todo pasó hace un tiempo demasiado corto para su memoria.

Porque, incluso si pasaban días, semanas o meses, todo siempre se repetiría en su cabeza como una maldita película dañada. 

Se agarra con fuerza del barandal mientras se tambalea de un lado a otro como si fuera un pequeño niño divirtiéndose, aunque, claro, todo sería de esa forma de no porque por debajo hay metros de profundidad. 

Solo puede reír cuando observa el mar y escupe en él con desgano, despreciando en absoluto ese lugar donde Jungkook había desaparecido antes para ya nunca más aparecer, ni siquiera como un cadáver. Sin embargo, termina por caer al suelo y llora desconsoladamente.

—De verdad, t-te odio, Jungkook —suelta en un quejido—. No me convence tener una tumba vacía para ir a quejarme, ¿por qué tu cuerpo podrido no puede aparecer? Solo déjame descansar de una vez... —ríe—. Ah, ¿qué estoy diciendo? Tú ya estás muerto.

El agua se sacude con más fuerza de pronto, como si le estuviera respondiendo, y, de alguna manera, su mente le hace creer que está discutiendo con él, porque el agua parece tan violenta y desesperada, cosas que solo puede asimilar con Jungkook.

Sí, el agua es Jungkook. Solo es agua con lo que puede discutir ahora.

Está a nada de pasar sobre el barandal cuando los pensamientos intrusivos invaden su mente, pero su celular sonando dentro de su bolsillo lo distrae.

Mierda, incluso cuando lo toma y se ve a través del aparato, tan dañado, con un parche en el ojo que ya no recuperará y una horrible cicatriz en toda su mejilla, de verdad no puede dejar de odiar a Jungkook, porque sabe que verse a diario es un recordatorio de su compañía.

—¿Papá-

—Taehyung —dice, desesperado—. Hijo, ¿dónde estás? ¿Estás bien?

—Solo salí a caminar, papá... —Mira hacia abajo, perdiéndose en las olas—. Sí, caminar es bueno...

—Dime dónde estás, iré a buscarte, ¿estás con alguien, al menos?

Y Taehyung quiere reír, sabiendo bien que sus cercanos están muertos y su mejor amiga en otra ciudad, él está solo, siempre estará solo después de todo a partir de ahora.

Sin embargo, el agua vuelve a tener su atención.

—No estoy solo.

—¿Con quién estás?

—Ya iré a casa, no te preocupes, No me distraeré mucho, sé que hoy debo ir al psicólogo. Nos vemos, papá.

—¡Taehyung, espera-

Taehyung guarda su celular dentro de su bolsillo y se reincorpora mientras vuelve a mirar hacia el agua antes de retirarse y darle la espalda, sintiendo el mismo incómodo escalofrío que siempre tiene cada vez que se aleja de allí, él lo interpreta como si fuera el último intento de Jungkook por mantenerlo en ese lugar y no abandonarlo.

En cuestión de un tiempo se encuentra llegando a su hogar, al abrir su puerta sabe que la casa está vacía, y es lo normal, sus padres trabajan el doble para poder sustentar sus tratamientos psiquiátricos.

Camina hasta el cuarto de baño y se encierra en él, saca su parche y retiene el aire como todos los días al ver su cuenca vacía. Limpia la herida y coloca un nuevo parche en ella; sin embargo, detiene sus acciones cuando escucha el timbre de su casa.

Sabe que no puede ser ninguno de sus padres, quizás se trate de la policía en otra necesidad de un testimonio, así que camina hacia la puerta. No obstante, se confunde cuando se encuentra con una jovencita de secundaria cargando un bolso y, se hubiera extrañado por eso, pero la chica resulta demasiado familiar.

—¿Necesitas algo?

—Mhm, sí... —Revisa en sus bolsillos, sacando una carta—. ¿Aquí vive Kim Taehyung?

—Soy yo.

—¡Ah! Bueno...

—¿Es un chiste o algo así? Si eres de algún canal, te pediré que te retires, esas cosas me tienen harto y sus raras estrategias de entrevistas... —Intenta cerrar la puerta, pero ella la sostiene—. ¿Llamo a la policía?

—¡No es nada de eso! S-Soy Park Yuna, soy hermana de Park Jimin... —Eso sorprende a Taehyung—. Mi hermano desapareció hace mucho tiempo sin dejar rastro, pero... hace poco revisé el correo, ¿sabes? Nunca lo hago porque siempre son malas noticias de la renta y eso... ¡Pero él me dejó una carta!

—¿Una carta?

La muchacha le entrega el papel, él lo toma con miedo mientras lee y pierde el aire.

El tiempo podría pasar, pero él siempre recordaría todo lo relacionado con Jungkook.

Y esa carta no fue escrita por Jimin, porque tiene la caligrafía de Jungkook.

—Él en la carta puso que podría venir aquí si las cosas empeoraban en casa...

Taehyung ya ni siquiera escucha, está demasiado nervioso leyendo aquella carta, sintiéndose cada vez más al borde de un ataque de pánico.

"Querida Yuna

Sé que las cosas en casa son complicadas y te pido perdón al ser tan mal hermano mayor por tomar una oferta de trabajo lejos de la ciudad, aun sabiendo eso.

Si de pronto las cosas empeoran en mi ausencia, quiero decirte que no estás sola. Tengo a un amigo muy bueno que sé que te cuidará bien y te recibirá con mucho amor, se llama Kim Taehyung, te dejaré la dirección debajo.

Tú solo recurre a él ante cualquier problema. Y, por cierto, si llegas a leer esto y tomar este consejo, quiero pedirte un favor.

Dile a Taehyung que lo aprecio mucho y que nos volveremos a ver.

Eso es todo.

Te ama eternamente:

Tu hermano mayor, Park Jimin".

Y Taehyung cae al suelo, encerrado en un ataque de pánico.

Incluso si la carta está escrita desde antes de su muerte, no le deja buena sensación.

FOR YOU © kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora