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En el camino durante a casa, no he dejado de pensar en Taehyung. Hoy pude verlo un poco más animado que ayer gracias a la noticia de su participación en el centro de estudiantes, y me alegra verlo ya un poco normal.

Me encargaré de terminar rápido con toda esta situación, Taehyung, luego te prometo que tus días solo serán sonrisas.

Pongo la llave en la puerta y, al intentar girarla, noto que la cerradura ya ha sido abierta. Entro a mi hogar, sintiendo de inmediato el olor a cigarro que golpea mis fosas nasales e instantáneamente se irritan, haciendo tediosa la tarea de respirar.

Mamá está en casa.

¿Cuánto tiempo pasó desde la última vez que ella tocó el hogar?

Camino un poco por la sala, dejando mi mochila por los sillones mientras tomo rumbo a la cocina.

—¿Mamá-?

—¡Jungkook! —se voltea, puedo notar el cigarro en su boca. Se acerca, abrazándome, y casi no puedo corresponder por el rechazo al olor. —Oh cariño, tanto tiempo.

Al tenerla tan cerca, puedo apreciar su cuello lleno de puntos morados, a este punto ya no sé si son moretones o chupones de los miles de tipos con los que anda desde que mi padre no está.

—¿Estás bien?

—Hice galletas. —no responde, dirigiéndose hacia la puerta que da al patio trasero. —El jardín se ve muy descuidado, estaré trabajando en él.

Y simplemente sale, dejándome por detrás con miles de preguntas. Sin embargo, yo solo suspiro resignado, mamá no suele estar en casa y cuando lo está, bueno, se la pasa la mitad del tiempo drogada o con hombres, así que supongo que debo disfrutarla mientras parece alguien normal.

Tomo algunas galletas mientras sirvo un vaso de leche, termino en el comedor, solo, mientras uso mi propio celular para ver vídeos. ¿Cuándo fue la última vez que realicé una rutina así? Realmente es algo muy satisfactorio y me reconforta.

Tomo el celular, buscando el único contacto aparte del de mamá, encontrando a Taehyung, sintiendo la necesidad de escribirle como solía hacer en el pasado siempre que me sentaba a comer.

Observo aquellos últimos mensajes, en ellos se evidencia mi furia por no conseguir respuestas de Taehyung e intentaba comunicarme luego de la ruptura, pero nunca fueron vistos.

Jungkook

Hola, hyung, ¿cómo estás? Debe ser raro ver un mensaje nuevo, pero la curiosidad por tu ánimo me ha ganado, lo siento.

Taehyung

Hola, ¿quién eres?

Taehyung no tiene registrado mi número; sin embargo, quizás era lo mejor, así no podrá ver esos últimos mensajes que envié.

Jungkook

Ah, soy Jeon Jungkook.

Taehyung

¡Jungkook! Lo lamento.

¡Estoy bien! Apenas salgo del instituto, ahora soy una persona ocupada con papeleo.

Jungkook

Me alegra saberlo, esfuérzate en ello.

Te hará bien una distracción.

Taehyung

Lo sé, gracias.

Jungkook

¿Vas directo a casa?

Taehyung

¡Quizás pase por la biblioteca primero!

Mucho papel, necesito un papel que de verdad me entretenga, un libro no me vendría mal.

Gracias por preocuparte, nos vemos.

Termino frustrado cuando noto que ya no voy a recibir mensajes de su parte y, aunque algo en mí me dice que lo persiga, por otra parte, solo deseo quedarme a descansar en este pequeño momento de paz, estoy exhausto.

Quizás deba encontrar un lugar donde sumergir la cabeza, al igual que Tae, él realmente es sabio al utilizar su tiempo libre en la biblioteca.

La biblioteca...

Eso me recuerda a toda su historia con Jimin.

Jimin.

¿Mamá dónde dijo que estaría?

¿En el jardín?

¿Utilizando las herramientas-?

Oh, mierda.

Me levanto de un golpe, corro hacia la cocina y lucho por abrir la puerta trasera, en cuanto salgo el sol me recibe y me ciega por momento, entrecierro los ojos y, al enfocar la vista, solo noto a mi madre, parada frente a la casa de herramientas con la puerta abierta, con una expresión neutra mirando hacia el interior.

—Jungkook. —corro y agradezco al ver a Jimin en el interior, cabizbajo, durmiendo. Cierro la puerta, situándome frente a ella. —¿Qué-?

—M-Mamá... —intento tocarla, pero mi cuerpo tiembla y no logro hacerlo antes de ponerme a llorar. —Mamá, t-todo tiene explicación.

Mamá se voltea, caminando de nuevo hacia el jardín mientras se pone a trabajar en sus flores otra vez. La veo allí, tan tranquila, y la ansiedad me gana cada que doy un paso para acercarme, estiro mi mano hacia ella y vuelvo a tambalear, sintiendo mi vista nublarse y finalmente caigo de rodillas al césped.

Ella finalmente voltea, preocupada, y se acerca a mí mientras me envuelve en sus brazos, entonces por fin puedo llorar con fuerza.

—Jungkook, ¿qué tienes? ¿Estás enfermo?

Mi cabeza da vueltas, totalmente confundido, y los recuerdos de un trágico suceso invaden mi mente.

—Mamá... tú me entiendes, ¿verdad? T-Tú me lo explicaste, ¿no?

Mi cuerpo se mueve salvajemente, el temblor en mi cuerpo empieza a entumecerme.

—Jungkook —acaricia mi rostro y me sostiene. —, ¿qué estás haciendo en mi ausencia?

—Yo... —muerdo mis labios, los hago sangrar. —S-Solo protejo a Taehyung de personas malas, ¿s-sabes? Lo hago por él...

—No tienes por qué llorar, Kookie. —me besa en la mejilla antes de levantarse. —Haces lo correcto, lo sabes.

Y vuelve como si nada a trabajar en sus estúpidas flores.

La observo desde el suelo, mi corazón salta dentro de mi cuerpo, y vuelvo a temblar al sentirme de una forma tan familiar para mí, como si no fuera la primera vez.

Me levanto con dificultad, sin ser capaz de dar dos pasos derechos, y corro hacia el interior de la casa. Subo las escaleras con dificultad, sosteniéndome con mucha fuerza para no caer en cada paso y pronto llego a mi habitación, perdiendo el equilibrio finalmente y cayendo sobre la cama.

Respiro con dificultad, mi mano se vuelve un puño en mi remera, fingiendo sostener mi corazón mientras hiperventilo y lucho por sostener un poco de aire.

Mi celular suena dentro de mi pantalón, lucho por encontrarlo, sabiendo bien que solo puede tratarse de una persona.

Taehyung

¡Jungkook, por cierto! Vayamos a visitar a Dahyun un día de estos.

¡Ella se mudará! Quisiera verla.

Puedo sonreír mientras leo, tomando mi celular con ambas manos y lo abrazo en lo que me vuelvo una bola sobre la cama, mientras empiezo a carcajear con felicidad.

Solo tú puedes calmarme.

FOR YOU © kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora