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—¡Buenos días, Jimin!

Entro al cuarto de herramientas, como todos los días. Jimin me mira aterrado, se lo dejo pasar, y bajo la venda que cubre su boca una vez estoy frente a él.

Me siento y le doy un poco de pan con queso en la boca, luego un vaso con agua, él obedece a todo. A decir verdad, luego de ver como cortaba a Yoongi en pedazos, Jimin es una persona más tranquila, ya casi ni habla.

—¿No preguntarás por qué estoy tan animado?

Jimin queda absorto, se ve pálido, ni siquiera intenta mirarme ahora.

Tiro el vaso hacia una pared y este se rompe en miles de pedazos, Jimin por fin parece reaccionar.

—¿P-Por qué estás tan animado? —me mira mejor y nota la nueva cicatriz en mi rostro. —¿Qué hiciste?

—¡Por fin pareces vivo! —lo sacudo del hombro. —Tuve una pelea ayer, pero nada grave, el imbécil ya está en el otro mundo. —el cuerpo de Jimin tiembla. —¡Pero! Lo más importante, Taehyung me ayudó.

—¿Te ayudó?

—Él me llevó a enfermería. —de seguro Jimin debe estar pensando que debiste dejarme morir en el desmayo. — Y gracias a él sigo vivo, ¿hermoso, verdad?

—Que sigas vivo me da más esperanzas de vida, si estuvieras muerto nadie vendría a buscarme, ¿no? —intenta sonar tranquilo, pero su nerviosismo es evidente.

—En efecto, Park ¡Ah! Por cierto —saco su celular de mi bolsillo. —Necesito que grabes unos audios despidiéndote de Taehyung. Lo de grabar audios todos los días hoy se termina, ¿no es genial? 

Me mira atemorizado, pero ya no se opone ni habla, está cansado de todo.

Una vez listo, vuelvo a cubrir la boca de Jimin y me retiro del lugar.

Vuelvo a casa y tomo mi mochila, luego voy de camino al instituto; sin embargo, por el camino me detengo y compro flores para mi amado.

Mi retraso me hace llegar sobre la hora y justo suena el timbre de entrada, me dirijo a mi salón.

Entonces me cruzo a Dahyun en la esquina del pasillo.

—Ah, Jungkook, hola. — se acerca, sabe disimular su desagrado hacia mí. — Hoy en la segunda modalidad hay reunión con el centro de estudiantes, ¿vienes en lugar de Seokjin, verdad?

La verdad es que ya no tengo la intención, pero debo seguir la farsa que empecé. Además, siempre es bueno tener un puesto en el nivel más alto del sector estudiantil.

—Claro, no hay problema. —respondo. —Seokjin estará ausente varios días, la está pasando mal.

Agradezco que Seokjin viva solo con su hermana, dado que sus padres son empresarios, de lo contrario supongo que ya se hubieran levantado sospechas. Por ahora, hasta que su hermana se preocupe, tengo algo de tiempo.

—¿De verdad? Ah, ¿tienes comunicación con él? Qué raro... 

—¿Qué es raro? —me pone nervioso.

—No sabía que Seokjin y tú se llevaran bien... de hecho no sabía que podías llevarte bien con alguien. —realmente la detesto. —Como sea, ¿podrías simplemente pasarme su número?

Eso me preocupa; pero no debo levantar sospechas, así que solo recito el número de Jin. Ahora debo estar pendiente a tres teléfonos; el de Seokjin, el de Taehyung y el de Jimin.

—¿Eso no cambia mi lugar en el centro, no?

—Lamentablemente no. Solo asegúrate de no faltar a las reuniones si no quieres que me comunique con Seokjin para cambiar tu lugar. —sí, la odio. —Lindas flores, Kook, ¿ya tienes alguien a quien "amar"?

—Nos vemos en la reunión, Dahyun. —la ignoro y paso de ella, ella solo me gira los ojos y desaparece en dirección contraria. Me tiene harto.

Siento como la ira me invade, pero intento mantener la calma al recostarme en un pasillo. Intento relajarme, pero un celular vibra en mi mochila, al fijarme noto que es el de Seokjin.

Número Desconocido

Seokjin, soy Kim Dahyun de tercero.

¿Tú enviaste a Jeon Jungkook como tu reemplazo?

Me pareció raro, solo pregunto.

Realmente esta loca desconfía de mí.

—Jungkook. —casi tiro el celular por la sorpresa, pero noto que eres tú, Taehyung. Y tú notas mi nerviosismo. —Ah, ¿estás bien? ¿Qué haces?

No sé bien qué responder, entonces recurro a las flores, dejándolas prácticamente en tu cara.

—Ah, son para ti.

— ¿Qué? —las tomas por inercia, desorientado.

—Solo es un presente por tu ayuda de ayer, ah, y del otro día. —suspiro. —Estaba pensando en cómo dártelas, de hecho estuve a punto de tirarlas, quizás te molestaba... —mentir ya es una habilidad.

Y parece que lo crees, porque respondes con una risa.

—Debo confesar que te he estado siguiendo. —eso asusta. —Quiero decir, te vi con estas flores y me dio curiosidad... luego te vi hablando con Dahyun y me asusté, ¡p-pero veo que me equivoqué!

Me quedo en silencio, totalmente boquiabierto y sin poder formular palabra alguna, entonces apenas digo:

—Eres un acosador, Taehyung.

Y él me mira, lamentándose de sus acciones.

Supongo que la charla con Dahyun seguirá después, ahora debo buscar la forma de dejar el celular de Taehyung con Taehyung, pero no puedo si literalmente tengo a Taehyung en frente.

—Jungkook... — recita, me saca de mi mente. —Me da pena decirte esto, pero quería pedirte un favor.

Eso es nuevo.

—Te escucho.

—Bueno, hoy tengo que hacer un retrato en arte y, bueno, tú siempre has sido mi musa... —agacha un poco la cabeza. —Sé que ya no estamos juntos y, créeme, a mí tampoco me agrada la idea de pintar a mi ex, pero es muy tarde para buscar otra persona y además aprender a pintarla, ¿podrías ayudarme?

No podría haber mejor propuesta.

—¿En qué hora?

—En la segunda modalidad.

Justo a esa hora tengo reunión con el maldito centro de estudiantes y la bruja de tu amiga.

No fue Hoseok, ni Yoongi y menos Jimin, es irónico que Dahyun sea quien me ocasiona más problemas.

FOR YOU © kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora