Primera Cita

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El lunes comenzó con Garzón y yo poniéndonos al día, resulta que sería algo así como su asistente, creerán que no aprendo nada o no hago nada, pero al contrario, estar con ella en todo lo que hace me ha hecho entender más cosas que antes no entendía.

María José es muy extricta en cuanto al trabajo y ni yo me salve de ello.

Cada espacio al que iba con ella, me pedía mi opinión y si decía algo equivocado de la manera más correcta me corregía, al final yo estaba ahí para eso, para aprender.

Soy como una esponja que absorbe todo a su alrededor.

La semana transcurrió y por el trabajo decidimos dejar nuestra cita para el sábado.

¿Qué pasó después de nuestra conversación?, en cuanto a nuestra convivencia.

Mucho mejor, podíamos hablar con más confianza, levemente me coqueteaba a lo que yo correspondía feliz de la vida.

En estos pocos días pude conocer más de Poché cuando nos encontrábamos solas.

Cabe destacar que solicito poner un escritorio dentro de su oficina para mí, otra cosa es eso: su oficina.
Fácilmente podría vivir ahí y sería básicamente igual a un apartamento, es bastante amplio, con muebles, una TV, baño, en una esquina hasta había un lugar para la cafetera, una nevera pequeña y diferentes tipos de licor.

Recuerdo preguntarle el por qué de su oficina parecía más bien una departamento y me respondió que pasa mucho tiempo aquí y por eso la acondicionó, es decir, solo le faltaba una cama, una cocina y un clóset y sería el departamento perfecto para una soltera.

-¿En qué piensas Daniela?-- interrumpió mis pensamientos, hoy es viernes, estamos a un día de nuestra cita.

-En que puedo vivir aquí fácilmente.

soltó una risa, me di el privilegio de escucharla, ya que son pocas las veces que se ríe de verdad, con ganas.

-Ah, y en qué he descubierto ciertas cosas sobre ti-- inquirí subiendo y bajando las cejas, divertida

-¿Ah sí?-- pregunto girando en su silla completamente hacia mí-- ¿Qué cosas?

-Pues... Amas cantar-- deduje-- y se te da bien la verdad, tienes una bonita voz, siempre que te distraes tarareas canciones, aunque no las escucho bien sé que lo haces... Te gusta el silencio, no te gusta mucho salir de tu zona de confort, eres cero expresiva, deberías de darme técnicas de cómo no ser expresiva con el rostro de verdad-- volvió a reír haciéndome sonreír a mí-- No usas mucha ropa de color, te gusta más tener el pelo suelto, te gusta el café super cargado, pero dulce... Te gusta la limonada, comer comida chatarra lo que me hace cuestionarme tu excelente cuer...

Me calle al instante, soltó una fuerte carcajada, creo que es la primera vez que la escucho reír tan fuerte.

-Que no se te suba el ego más, por favor.

Casi supliqué.

-Muy tarde-- respondió en medio de la risas-- ¿No crees que hemos trabajado mucho?

-Mi jefa me explota, pero no sé lo digas-- comenté divertida, ella negó con la cabeza, vio la hora en su celular

-Ya es hora de almorzar, voy a pedir algo para ambas, podemos ver una película o algo acá y descansamos un poco de estos números que me van a volver loca, ¿Te parece?

-Como ordene la señora.

Después de un rato de discutir acerca de qué pedir para almorzar, ambas llegamos a la conclusión de comida italiana, nos sentamos a elegir algo que ver en el sofá mientras esperamos a que la comida llegará...

Todo a tu lado. [Caché]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora