Boom

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Un pitido se mantenía pronunciado en mis oídos, hacía un esfuerzo por abrir los ojos, mis párpados me pesaban y el pitido estaba por hacerme explotar la cabeza, aparentemente me tenían en el suelo con un cojín bajo mi cabeza.

-Ya va a llegar la ambulancia-- escuchaba a lo lejos.

-La policía está cerca también-- siguió otra-- esto va a estar jodido Johan, hay muchos hombres muertos...

-Ninguno de nosotros fue-- suspiro-- estoy seguro que fue...

-No digas...-- me costó emitir cada palabra, salió más un murmullo que una voz, Johan y Val me miraron, Val me tomo la mano-- no digan su nombre-- seguí bajo, mis manos volvieron a temblar-- a nadie-- sentencié, el pitido se tornó más y más fuerte, las figuras frente a mi se volvieron borrosas, mi respiración se aceleró.

Solo vi oscuridad.

--

Parpadee varias veces, luces blancas me cegaron, repetí la acción hasta que pude adaptarme a la luz y enfocar mi alrededor.

Lo primero que vi fue el oxímetro conectado a mi dedo índice que mantenía controladas mis pulsaciones, además de una intravenosa en la que suponía, me estaban pasando suero o algún medicamento que no podía identificar.

Val y Johan estaban sentados a cada lado del pequeño cuarto de hospital, cada uno dormido, Val estirada a lo largo de un sofá y Johan sentado con los codos apoyados a su rodilla y la cara entre sus dedos sosteniéndola.

Hice un pequeño ruido al intentar levantarme y ambos se despertaron de golpe, Val lanzó una almohada a cualquier dirección y Johan se levantó con el arma en la mano apuntando a la puerta.

-¡Pochas!-- Val fue la primera en notarme casi de pie-- ¡Gracias a Dios! ¡Al fin despiertas!-- corrió a abrazarme, correspondí.

-Me tenías preocupado, Jefa-- Johan me mostró una sonrisa, somos de pocas palabras, solo asentí...

-No fue un sueño, ¿verdad?-- mi pequeña hermana seguía aferrada a mi cuerpo, y sin más, rompió en llanto, me senté en la camilla con ella aún pegada a mi cuerpo, acaricié su cabello.

-Estaba tan asustada-- sorbio su nariz-- no te despertabas, Poché... Pensé que iba a perderte a ti también, y no sabía que hacer...

-Shh-- la silencie, deje un beso en su frente-- Ya estoy aquí, créeme que si muero, reencarnaría solo para buscarte y que no estés sola, hermanita-- me abrazó más fuerte y rodee completamente su cuerpo entre mis brazos-- ¿Cuanto tiempo pasó?-- le hable a Johan.

-Casi dos semanas-- alce mis cejas en confusión-- estuviste aquí por casi dos semanas-- aclaró.

-¿Cómo es que pasó tanto? ¿Qué fue lo que me pasó?-- pregunté confundida

-Primero que nada... Poché... ¿te...-- los ojos de Johan eran preocupación pura, debajo de ellos tenía grandes ojeras, su aspecto era desordenado, su barba descuidada, su aspecto cansado-- ¿Te acuerdas de algo? ¿Lo que pasó en el evento?

Val se separó para mirarme también atenta.

-Para mi desgracia sí-- asentí segura-- lo único que no me acuerdo es como llegue aquí.

-Fuiste detrás de...

-No la menciones-- pedí-- aún no y menos aquí.

-Bueno, no sé qué viste pero te caíste al suelo inconsciente... Val fue la que te consiguió, creímos que no te había pasado mucho porque a los minutos despertaste, pero solo unos segundos... Ahí tuviste una especie de ataque-- suspiró-- y volviste a quedar inconsiste...

Todo a tu lado. [Caché]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora