Comenzó a caer.

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Sebas se había ido a verse con su, como le dice él "perfecta novia" a hacer no sé qué cosa, no preste mucha atención.

Esos dos tenían mucha química, debía ser por su sentido del humor o algo así.

-Pau, no sé qué hacer-- dije, frustrada bebiendo de mi cerveza.

-Debes decirle la verdad tú, antes de que se entere.

La miré con terror.

-¿Y si escuchó la llamada?

Mire el techo del antro, cerré mis ojos y tragué con dificultad.

-Yo no quiero perderla, ella es... es todo para mí.

-Entonces renuncia a eso, no lo busques, deja ese plan-- reprendió

-¡No es tan fácil! ¿Crees que no lo he intentado?-- me quejé parandome de mi asiento-- Ese hijueputa mexicano me mintió con todo, me hizo creer que mi amor, mi preciosa-- se me entrecortó la voz-- era la mala, y por eso acepte todo esto.

-Amiga, aún lo puedes solucionar-- Pau se acercó a abrazarme por la espalda-- eres la increíble Daniela Calle, la que no se da por vencido.

-Estoy entre la espada y la pared-- molesta lancé la botella de cerveza al piso haciendo que se quebrará-- y las cosas, van a empezar a caer más.

-¿Qué hiciste Calle?-- preguntó con cautela.

-He hecho muchas cosas, desde que nos conocimos, y yo no sé si ella me va a perdonar.

No pude más, abracé a Paula y lloré abiertamente, soltando todo lo que tenía atorado.

Mi celular vibró en mi bolsillo.

Mi preciosa💙: te amo y te extraño novia, ¿Donde estás?

Al ver su mensaje, me dieron más ganas de llorar que antes

Mi bonita💙: te amo más amor, ya voy camino a la Empresa.

Mi preciosa💙: apúrate, te espero amor.

-Me tengo que ir-- suspiré pesadamente, agotada.

-No tienes que perderla Calle-- me sonrió de lado, resignada fui a mi moto.

En el camino de vuelta a la empresa no dejaba de pensar en todo, no podía creer que me hubieran engañado así, y pensaba si realmente el sacrificio que estaba haciendo valía la pena.

Valía la pena por alguien a quien no le ha importado acercarse a mí nuevamente.

Aceleré lo más que pude en mi moto, sentir la adrenalina de la velocidad me calmaba un poco.

Al llegar, me asusté al escuchar desde los pasillos a Poché discutir, por lo que deduje estaban en la sala de juntas.

Le dejé mi casco y mis guantes a Renata, me dejé mi pequeño bolso de mano y fui con precaución a la sala de juntas.
Para que a Poché no le importe estar gritando en su empresa, algo malo debe estar pasando.

El ambiente era tenso, pareciera que nadie era capaz de respirar bien escuchando a Poché de esa manera.

Spoiler: da miedo.

-¡ENTONCES QUIEN ME EXPLICA COMO VERGAS SE HAN METIDO EN EL SISTEMA Y ME HAN QUITADO MONTONES DE DINERO PARA LA FUNDACIÓN!-- gritó exasperada.

Nadie respondía y eso le molestaba aún más.

-¡Alguien de aquí ha estado soltando información desde hace un tiempo!-- su tono de voz era afilador, como para matarte con palabras-- Primero se roban ideas de nuestra empresa, y se las pasan a la competencia, desde edificios, hoteles, a los más pequeños emprendimientos, hasta empleados... Estos meses que han pasado se ha filtrado mucha información, he estado manejandolo con mi novia, pero la verdad es que se vuelve cada vez más difícil.

Todo a tu lado. [Caché]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora