Corre

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Respira, mantén el control.

Una ola de tensión recorrió aquel bar y todos son ajenos a ello.

Solo se puede percibir en la chica que tiene el micrófono entre sus dedos, sus labios medio abiertos, con su mirada fija en mí... y yo a unos metros de distancia.

Trato de recordar las herramientas que me dio Iliana para estos casos.

Enfrenta el problema, María José.

Sus palabras se repiten una y otra vez dentro de mi cabeza, como disco rayado.

Enfrentar el problema.

Bien.

Listo.

La tengo frente a mí.

-¡Ay no puede ser!-- solté un chillido apenas vi que Daniela le decía algo a los chicos que están con ella en la zona de canto y les dejaba el micrófono.

Mi cuerpo tembló al conocer sus intenciones.

¡Viene hacia acá!

Al diablo con enfrentar el problema, es hora de huir.

-¡Juemadre! ¡Emi, vamos!

Llame la atención de Emi horrorizada mientras hablaba animada con un señor, me miró confusa cuando la tomé de la mano saliendo a toda velocidad.

Daba codazos a las personas que se cruzaban en nuestro camino, al ver la puerta de salida casi solté un suspiro de alivio.

-¿Que pasó ahora María José?-- Emi no soporto más estar en silencio, aunque caminaba a mi ritmo su confusión era evidente.

-¡Un huracán viene atrás de nosotras!-- arrojé escandalizada-- ¡Corre ,Emi! ¡CORREEEE!

Apresuré más el paso, sin mirar atrás. Estoy completamente segura de que aún nos sigue.

-¡Que tenía esa cerveza!-- mi acompañante seguía soltando un montón de preguntas.

Mi mente solo decía huye perra, huye, vas a caer otra vez.

Lo sé, sé que una persona madura enfrentaría la situación, pero están hablando de mí que muy madura no soy, y muy segura de cómo reaccionaría si me habla tampoco estoy.

Salí del bar pensando a toda velocidad hasta que choque con un pecho varonil, alcé mi vista, enfocando a...

Un momento...

Abrí mis ojos y labios, pasmada.

Él me recorrió con la mirada con una mueca de confusión, ladee la cabeza y el hizo lo mismo

¡Él todo este tiempo supo que estaba aquí!

Fruncí el ceño, molesta, pareció por fin reaccionar.

-¿Pochas?-- pregunto Sebastián, confuso-- ¿Que haces aqu-

Se cortó así mismo, pensando en la situación, echó un vistazo al interior del bar, lo miré fulminante hasta que parpadeo varias veces y abrió su boca en sorpresa poniendo una mano en ella.

-¡Tu lo sabías verdad! ¡Sabias que estaba aquí!

Solté la mano de Emi para darle un empujón al grandulón frente a mí.

Con los brazos puestos en jarras, me incline frente a él, nuestra diferencia de altura es algo evidente y aún así se hizo bolita llevando una mano a su corazón, atemorizado.

-¿Quien estaba aquí?-- pregunto Emi a un lado, confusa-- ¿¡Qué está pasando Poché!?

-Nu... nunca creí... que pues tú...-- Sebas tartamudeó, enchine los ojos y le clave un dedo en el pecho

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⏰ Última actualización: Jan 07 ⏰

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