¿Qué tiene ella?

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Nunca había prestado tanta atención a unas palabras como a las de ella, mucho menos he experimentado eso de sentir que se te eriza la piel sin siquiera hacer contacto con una persona.

Todo hasta este momento.

Todo se redujo a mí, mirándola detenidamente como se volvía a sentar en su lugar, ahí preste más atención...

Pude detallar sus jeans negros rotos que se moldea de una manera absurdamente hipnótica a sus piernas y hacían que su trasero de una manera ridículamente ¡WOW!, seguido a un crop top blanco que dejaban ver su abdomen bien marcado y es que, hasta los simples tenis blancos que lleva se le ven bien, su cabello en una coleta de caballo y su flequillo hacia que sus rasgos se vieran delicados...parecía recién salida de tomarse una foto para una portada de revista.

Ok, quizás estaba exagerando un poco, pero lo que si era un hecho es que a pesar de que se veía que tenía aires de grandeza y superioridad, le gustaba vestirse cómodamente, o de entrada sabía que todo lo que se ponía le quedaba tan bien que podían caer a sus pies sin esforzarse mucho... Creo que es la segunda opción.

Sabes que tienes rato mirándola, ¿no? ¿NO?

Mi conciencia de manera agradable me trajo a la realidad, como siempre.
Aunque no tuve que hablar porque no sé en qué momento sus amigas se levantaron a presentarse, ni tiempo me dio de pensar en cuanto dure mirándola.

María José me había dejado un poco atontada cuando sus mejores amigas me dijeron sus nombres, tarde un poco en asimilar lo que había salido de sus bocas al final pude recordarlos: Laura Villa, también estaban otras dos que eran novias, Abissandra y Juliana, las tres me dieron buenas vibras.

Lo sé, soy como una anciana con la cuestión de las vibras y energías que transmite una persona, sin embargo esas vibras nunca fallan.

El momento seguía siendo incómodo por la presentación entre María José y yo, luego de un rato ya no se sintió así, me encontraba hablando con sus amigas a gusto y sin duda alguna me han caído muy bien, aunque una parte de mí estaba sentida de que la pequeña chica no ha vuelto a cruzar miradas conmigo o hablado en general, su expresión era aburrida y solo se dedicaba a beber del whisky que había pedido.

-¿En serio cantas?-- pregunto Lucia, poniendo sus brazos sobre la mesa

-Y es de la mejores-- respondió Sebas con un toque de orgullo-- No sé porque no está haciendo viajes al rededor del mundo

-Tampoco es para tanto-- me encongí de hombros al tiempo que tomaba otro sorbo de mi cerveza, amaba más la cerveza que a mi misma

-Quiero escucharte-- por fin habló y juro que casi me ahogo en medio de mi trago. Al parecer se notó pero solo ella sonrió divertida.

En parte me molestó pensar en la seguridad que tiene sobre su poder en las personas, que con solo hablarles van a caer, porque yo no era así.

Retome mi postura y hablé con seguridad-- Solo canto las noches de karaoke y hoy no es de esas noches.

Eso así, de fácil nada.

-Siempre se puede hacer una excepción-- su mirada era desafiante al igual que sus palabras-- más si yo soy la que te lo pide

¿PERO QUE CARAJOS? ¿QUIEN SE CREIA ESTA?

-Ah, disculpa... No sabía que te llamabas sol y todo debe girar en torno a ti y a lo que pides-- dije sarcásticamente

-Daniela-- me reprendió Sebastián, ¿acaso no vio en el tono en el que me habló?, lo mire extrañada

-Tranquila-- intervino Laura rápidamente, reprendiendo a María José con la mirada-- ella no sabe ser--dudó un poco antes de hablar-- no sabe pedir las cosas con amabilidad-- re acomodó sus palabras

Todo a tu lado. [Caché]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora