Bésame

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-Me gusta el lugar que has elegido.

Sonrió grandemente, lo que me hizo sonreír a mí.

No hemos parado de hablar en todo este tiempo.

Yo no soy de hablar mucho, sin embargo no podía dejar de contarle cualquier cosa que se me viniera a la mente.

Con ella puedo ser, ser completamente sin pensar en nada más.

-Por cierto-- continuó llevando un poco de pastel de chocolate a su boca, ya comíamos el postre-- No me has dicho como se llama tu hermana.

-Valentina-- respondí bebiendo de mi copa-- es un encanto.

-Pues, la verdad solo quería confirmarlo, he estado investigando.

-¿Sobre qué?

-Pues sobre ti-- respondió obvia-- me dejó un poco descolocada que al día siguente me estuvieran bombardeando con preguntas y me dije "¿quien carajos es ella y por qué es tan famosa?"

-¿Y qué descubriste?-- pregunté en tono de burla.

-Que eres una empresaria egocéntrica y mujeriega que tiene una hermana que podría ser su gemela.

-No soy egocéntrica-- me quejé

-Claro, y yo soy Angelina Jolie-- bufo girando los ojos.

No pude evitar reír.

-Por esto me gusta hablar contigo-- murmuré-- es como, soltarse, yo nunca me suelto... Se siente liberador.

-Creo que es mejor piropo que me han dicho-- comentó mirándome fijamente, sentí mis nervios apoderarse una vez más de mí.

-¿Cómo se llama tu padre?-- esa pregunta me ha rondado toda la noche en la mente, frunció su ceño ligeramente.

-Manuel García-- respondió-- Lo conociste, ¿no?

-¿No debería apellidarse Calle?-- pregunté con cautela, no sé qué punto este tocando, así que trate de ser cuidadosa.

Se removió incómoda en su asiento, tomo su copa de vino y me volvió a mirar fijamente.

-Cuando estés lista para hablar de tus padres y contarme tu historia, Poché-- su voz era calmada y firme, me tensé un poco-- yo te contaré la mía.

Sabe que no estoy lista para hacerlo, por eso evadió el tema de esta manera y de cierta manera, es lo más justo.

Asentí con media sonrisa.

--

Al terminar de comer nos fuimos directo a un mirador, nos sentamos en una banca solo a observar las estrellas y las luces de la ciudad.

-Esta semana contigo ayudándome me he sentido más tranquila-- rompí el silencio, ella enfocó su mirada en mí-- de haber sabido que existías antes, te hubiera buscado por cielo, mar y tierra.

-No digas eso-- respondió acercándose a mí-- mi yo de antes no me agrada.

-No creo que exista una versión tuya que no me agrade, Daniela.

Sonrió tiernamente, tomó mi mano entre las suyas y susurró

-No digas nada de lo que después te puedas arrepentir.

-Nunca me arrepentiría de conocerte, bonita.

Nos miramos una vez más, mis ojos se desviaron a sus labios, ella notó la acción e hizo lo mismo.

Relamió sus labios dejándolos entre abiertos, a la expectativa.

Quiero besarla, necesito besarla, estoy enloqueciendo por besarla.

Todo a tu lado. [Caché]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora