Primera vez.

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(+18)

Solo bastaron esas palabras para que Poché quitará mi vestido.

Lentamente me acostó sobre la cama, sin dejar de besarme, sus labios recorrieron cada parte de mí haciendo que me estremezca.

Dejaba besos mojados por todo mi cuerpo, siendo lenta y delicada, explorando cada parte de mi piel y adueñandose de ella.

Se detuvo a mirarme, le sonreí cuando nuestras miradas se conectaron, acaricie su cabello y mejilla, cerro sus ojos al tacto.

Lamió sus labios y fui en busca de ellos, con mi lengua pedí acceso, me lo otorgó causando un encuentro entre ellas, como si de una danza se tratase.

Su corazón latía tan fuerte que podía escucharlo, así como lo estaba el mío.

Mis manos recorrieron todo su cuerpo, me deshice de su brasier dejando al aire sus hermosos y perfectos pechos, los miré pasando las yema de mis dedos cuidadosa eso la hizo gemir, fue el detonante para cambiar de posiciones.

Quedé encima de ella besándola con lujuria, mis manos seguían masajeando sus pechos mientras bajo dejando una camino de besos hasta su cuello, besé y chupé esa zona para seguir bajando.

Al encontrarme con sus senos, la mire coquetamente, ella alzó una ceja divertida y yo procedí a besar cada uno de sus senos, con la punta de mi lengua las pase por tono su contorno hasta llegar al pezón, chupé de él sintiendo como Poché arqueaba un poco la espalda y se aferraba a las sábanas.

Seguí mi camino, aún con la punta de mi lengua baje desde el centro de sus pechos hasta su abdomen, lo besé y con mis manos fui subiendo lentamente acariciando sus piernas hasta sus bragas, pase mis dedos por el borde de ellas

-Daniela-- escuché la voz roca de Poché

-¿Mmm?

-Deja de torturarme-- soltó a la expectativa, ansiosa.

Sonreí maliciosa, pase un dedo juguetona por su centro aún encima de sus bragas, soltó una maldición que me hizo reír.

Me deshice de sus bragas, abrí más sus piernas colocándome en medio de ellas, comencé un camino de besos desde una cara de su muslo hasta su zona íntima.

Al chocar con ella, estaba mojada y lista para mí.

Lamí mis labios y gustosamente pasé mi lengua en sus pliegues, Poché soltó un fuerte gemido, paseaba mi lengua por toda su zona íntima hasta quedar en su clitoris, pasé la punta de mi lengua de lado a lado, subí mis manos a sus pechos y los apreté fuerte al mismo tiempo que chupé su clitoris, los gemidos de Poché se hicieron más fuertes, seguí con mi lengua hasta bajar a su centro, baje mis manos a sus caderas y la sostuve.
Mi lengua entro en ella haciendo que arquera su espalda, moví mi lengua dentro de ella, con mi dedo masajee su clitoris

Eso la hizo enloquecer, con una mano me tomó del cabello, guiandome a hacer lo que ella quería.

Cuando sentí que estaba cerca de llegar, me quité metiendo dos dedos dentro de ella de golpe, su espalda se arqueó y sonreí al verla así.
Con mi mano libre la tomé de la nuca enredando mis dedos entre su cabello, la besé con lujuria, uniendo nuestras lenguas mientras mis dedos entran y salen de ella, cada vez más rápido.
Nuestras respiraciones son un caos, gotas de sudor caen de su frente.

-Me equivoqué-- solté con voz ronca como pude-- si que puedes verte más sexy-- mordí el lóbulo de su oreja.

-Mierda Daniela-- gruñó aferrando sus uñas en mi espalda, sentí un ligero ardor que me hizo gemir de placer.

Me regaló una sonrisa enorme, nuestras miradas se conectaron, uní nuestras frentes, ambas gemiamos.
Sin avisar, metí un tercer dedo dentro de ella que la hizo estremecer en mis brazos, la sostuve con más fuerza, se aferró más a mí, la embestía con más determinación cuando sentí sus paredes cerrarse hasta que llegó al climax.

Todo a tu lado. [Caché]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora