Vuelo.

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-Claro que es en serio amor, yo nos llevaré-- la abracé a mi rodando su cuerpo lo más que podía con mis pequeños brazos, besé su mejilla y una pequeña sonrisa escapó de sus labios.

-¿Sabes volar esas cosas?-- pregunto sorprendida.

-Cariño, sales con María José Garzón, no hay nada que no sepa hacer-- guiñe el ojo con superioridad.

-No sabes cocinar, amorcito mío chiquito-- me pincho la nariz, divertida.

-Pero si hago otras cosas mejores-- subí y baje mis cejas, rodó sus ojos.

-No sabes dejar de ser una estúpida egocéntrica-- se quejó con falsa molestia.

-Eso fue lo que te enamoró de mi, no te hagas.

-No te digo nada... porque tienes razón-- se sonrojo al decir eso, tomé sus mejillas entre mis manos y la besé con ternura, mis pulgares acariciaban sus pómulos, sonreímos al separarnos para luego tomar su mano.

Caminamos hasta un equipo de personal capacitado el cual nos preparó para el vuelo, sería corto, veríamos el atardecer desde las nubes y volveríamos al mismo lugar de partida.
Nos colocaron los cascos con micrófonos de radio para ser informadas de cualquier incoveniente, así como todos los instrumentos de seguridad.

-No puedo creer que esto esté pasando-- dijo mi amor acomodándose en su lugar.

La canción de Manuel Medrano, Bajo el agua comenzó a sonar en el pequeño avión había preparado todo con la intención de que la escuchara en medio del vuelo, ya que quedaba perfecto con lo que quería decirle y con el momento que estamos viviendo.

-Esto sin duda alguna, es de las mejores cosas que he vivido-- volvió a decir ya en el aire sonriente subiendo sus manos-- todo contigo es hermoso.

-Sostente amor-- dije antes de maniobrar la avioneta, di una vuelta y Daniela chilló de la emoción.

Al poco rato estábamos volando en un silencio cómodo.

-Gracias-- dijo viendo las nubes-- por hacer todo por verme feliz-- la mire de reojo, tenía su cabeza baja y una lágrima corría por su mejilla.

Sorbió su nariz, con una sonrisa un poco triste, cantó

Mi vida tuvo un cambio de ritmo...
Ahora siento que nada es lo mismo.
Me caí del cielo en este abismo.
Nadie tuvo ojos para mí, no.
Pero tú me viste diferente, a lo que ve el resto de la gente...
Quiero que te quedes para siempre y no te quieras ir de acá...

Sonreí al escucharla, cantarnos canciones se ha vuelto algo muy natural en nosotras, es como expresar con cada canción lo que no podemos decir, como nos sentimos.

La música siempre ha sido parte de mí, mi madre tocaba el piano, y junto con mi padre siempre nos cantaban canciones a mí y a Valentina.

Estos meses con Daniela, también era como revivir recuerdos bonitos de ellos, de los que te dan nostalgia pero también te llena de alegría el corazón, porque antes de ella no me atrevía a cantar una sola canción, así fuera la más movida del planeta.

Dicen que la vida se va en un suspiro, no sé cuántos se me habrán ido contigo, pase lo que pase cuentas conmigo, sos una razón más por la cuál respiro...

Enfoqué un momento mi vista en ella, le sonreí y le guiñé un ojo para que se relajara, ella me miró ese brillo en los ojos que lograba hipnotizarme.

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Con éxito terminamos aquel pequeño vuelo, fue sin mucha preparación de ante mano, por lo que fue rápido y sin muchas exigencias.

Todo a tu lado. [Caché]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora