Capitulo 9

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(imagen oficial de los hermanos Melendez)

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(imagen oficial de los hermanos Melendez)


 —¿Cómo se supone que debo actuar?

—¿Con qué? —dije pasando mis dedos por su mandíbula, mientras estaba encima de él en su cama, Román me tomo de las cinturas.

—Sobre lo que paso ayer.

—¿Los tipos extraños que has visto?

—Sí.

—No debes preocuparte, son unos idiotas de primera.

—¿Y quiénes son?

—Mis hermanos. —lo miré y abrió sus ojos graciosamente y me reí sentándome en su regazo, y me acaricio de las caderas.

—Vaya me he metido en problemas, grandes.

—¿Así como ellos de grandes? —asiente y lo bese lentamente y me aleje un poco. —No les tengas miedos, a quien debería temer es a mí, estoy más loca que ellos.

—Bueno, tú me gustas, ellos me dan miedo.

—Un sentimiento normal que cualquiera humano sienta por ese par de idiotas, que, por cierto, me hace recordar, ¿pensaste en mi propuesta?

—Sí, lo estuve pensado, y si les tengo miedo, pero me gustaría conocerlos.

Una sonrisa se formó en mis labios y me sentía feliz, me acerque lentamente a besar sus labios, despacio, lo tome de las mejías y jadeos se comenzaron a salir de mis labios, lo deseo, y jodidamente bien, quiero que me folle de las formas que él quiera y como quiera, pero tengo algo preparado para él.

—Espera, espera. —él soltó un suspiro, sé que le he puesto muchos peros, y no es que me reserve para él, no soy virgen, así que solo sé que debería ser especial porque lo quiero, me di cuenta de eso, lo miraba desde la parte final del salón, como él miraba atento cuando escribía, cuando se levanta a resolver algo y leer versículos, se ve tan bien, en todo, me parece perfecto, siendo él, nada más, solo el mismo. —sé que he puestos muchos peros, pero esta noche, te lo recompensare, acompáñame a esa fiesta, y haré que valga la pena la espera.

—Si es contigo, siempre valdrá la pena. —me beso, y mire la hora, las 5 de la mañana, las chicas deben estar dormidas, se levantan a las 7 para estar a las 8 en la cafetería, me han caído extrañamente bien, son raras, justo donde pertenezco, me levante tome mis cosas antes de irme me regrese para darle un último beso.

—Diles a los chicos también. —me mordió el labio inferior haciendo que gima del dolor y lo mire sonriendo —estas marcando territorio.

—Claro, es lo que un novio debe ser. —sonríe y salí del lugar, llegué a mi dormitorio y entre a paso lento, estaban dormidas, camine con cautela, con solo la puntas de mis dedos tocando el suelo, entre a mi cama y me hice dormír por una hora más.

Cuidado con Cambas. +21©️ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora