Capitulo 10

64 25 1
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


 —Se tardaron 15 minutos idiotas. —dije desde atrás, venia sentada en las piernas de Román, las chicas querían venir donde yo venia, así que los chicos venían en otra camioneta.

—Lo siento enana, pero tuvimos un imprevisto de policías, nos registraron, pero pasamos en limpio.

—¿Traen algo? —dejaron ver la bolsa de marihuana, y negué. —¿traen lo que les dije? —me dieron la bolsa, miré hacia Román.

—¿Qué es?

—Es tu recompensa.

—¿Con él? —dijo Peter.

—Que te importa.

—Vaya, tienes suerte que ella ha pensado en ti, cuñado, no la dejes ir, has cambiado cosas que pensamos que jamás cambiaron, porque si lo haces, te buscaremos y te asesinaremos. —dijo Peter serio, y me carcajee.

—No digas esas cosas, idiota, siempre te creen, no les hagas caso cariño.

—Oh, Oh. —dijo William y me reí. —cariño, eso va en serio, y no le gustará a cierta persona.

—Métanse en sus asuntos. —les di un zape a cada uno.

Sabia perfectamente de quien hablaban

—Bien, tú mandas.

Levantaron las manos en son de inocencia, mire a las chicas.

—¿Están nerviosas?

Me dieron un asentimiento casi visible.

—No tiene porque, verán, cuando tengan unos dos encima, no conocerán que es nervios o vergüenza. —y negué.

—Todo estará bien, yo estaré allí. —asintieron no muy convencidas y cuando llegamos se escuchan los estruendos de la casa, personas bebiendo, besándose, el ambiente apestaba a alcohol, y había autos de último modelo, se estacionaron y me baje, luego salieron mis hermanos, terminando en mi chico, me tomo de las caderas y sentí sus labios en mi oreja.

—No te despegaras de mí, en ningún momento, no con este vestido que traes.

—Es como uno de esos vestido que mi madre usa para dormir, no me notarían ningún angulo de mi cuerpo, ni siquiera mis pechos se notan, han de pensar que soy extraña.

—Pero no es así, ahora no te despegues. —asiento y me di la vuelta para besarlo, me aleje y mire e Francisco, levante mi mano y aventó las llaves.

—Ventajas de tener hermanos, siempre hacen lo que les digo.

—También yo, y no soy tu hermano.

—Eres mi novio, harás lo que sea para estar entremedio de mis piernas.

—No, lo hago porque te amo. —dijo y lo mire, sin una expresión alguna en mi rostro, solo observándolo y en efecto lo había dicho, su rostro no dejaba su expresión, lo bese lentamente —no necesito una respuesta ahora, solo quiero decirlo. —asiento.

Cuidado con Cambas. +21©️ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora