Capitulo 11

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 —Son tan jodidamente apetecible, son mejores ahora que las tengo tan cerca justo para probar su sabor.

Paso la lengua deliciosamente por mis pezones dándole unos suaves mordiscos, mi espalda se arqueo y abrí mi boca un poco dejando salir gemidos con su nombre.

—Solo son tus pechos, tranquila, la mejor parte está por venir. —dicho eso se alejó dejándome deseosa de sus toques, se quitó la camisa desordenando son cabello un poco y mire con detalle su abdomen, moje mis labios podía hundir mi cara entre su pecho musculoso, lo mire a los ojos y el miraba mi expresión, mordía mis labios y tenía en ceño fruncido, mientras mis pechos estaban al aire, estaba excitada, mi coño estaba punzando por liberación, se sentía bien, desearlo tanto, moje mis labios nuevamente. Se quito el cinturón y lo mando a un lado luego quito sus pantalones quedados en sus calzoncillos, y se miraba como tenía una enorme erección.

—Desde el primer día que te vi me pregunte si eso cabría en mi interior.

—Ahora vamos a averiguarlo. —dijo con voz ronca y sonrisa, so sabía que hacer, por primera vez en la vida de Cambas, no sabía que hacer durante el sexo, y la cuestión es que no quiero joder lo para él, no quiero que sea malo, y me recuerde la primera vez como alguien que le prometió el mejor sexo, y no hizo nada bien. Se acercó a mí y me tomo de la cintura levantándome y acercándome a él, gemí al sentir lo duro que estaba, lo deseaba, tanto que comencé a mover mis caderas por contacto, por su contacto, mis manos fueron hacia sus mejillas y lo bese, me tomó de las manos y las subió arriba, busco algo en los lugares y finalmente encontró, una cuerda. Me amarró las manos por encima de mi cabeza, su rostro quedo cerca del mío.

—No bajes las manos.

—Pero, ¿cómo voy a disfrutar de tu cuerpo?, he querido tocarlo desde que te vi.

—No bajes las manos nena. —asiento y él sonrió —buena chica. —dejo mis manos arriba y bajo mis bragas, lentamente, el toque de las llenas de sus dedos hacia qué divaga por mi mente sucia y pervertida, haciéndome desearlo más y más, con un simple maldito toque de sus dedos, me lo quito por completo y me miró elevando una ceja. —¿Venias preparada?

—Si no lo hiciera no sería una buena novia.

—Eso me gusta, esto de aquí. —dijo pasó sus dedos por mis mojados labios vaginales y mi espalda se arqueo y gemí. Me abrió más las piernas y puso su cara entre ellas, no puedo creerlo. Su lengua paso por todo mi coño palpitante qué me tenía gimiendo su nombre, jadean, y deseosa por sus dedos dentro de mí, lo quería dentro de mí y ahora. Baje mis manos inconsciente y él me tomo de ellas mandado las hacía donde mi debía bajarlas, negó y se bajó de la cama, lo mire desde mi posición, me tenía amarrada, goteando, deseosa por su toque, se quitó los bóxer, lentamente, me moría por dentro, quería quitarlos yo misma, y rápidamente, me levante y puse las manos quedado como un perritos que espera por su bocadillo, y esta vez Román no dijo nada, se quita finalmente dejándome apreciar su largo y grueso pene, estaba tan erecto qué incluso dolía para mí, lo mire a los ojos y él me hizo señas, me hice hacia atrás y él sonrió, abrí mis piernas lista para sentirlo finalmente luego de dos meces, se posiciono entre mis piernas y se quedó allí.

Cuidado con Cambas. +21©️ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora