𝐒𝐡𝐚𝐝𝐨𝐰𝐡𝐮𝐧𝐭𝐞𝐫𝐬 𝐮𝐧𝐜𝐨𝐧𝐝𝐢𝐭𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥 [1]

υη¢ση∂ιтισηαℓ ραятє 4

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Camino incomoda seguida por ese vampiro en hotel Dumort y cuando llegamos a "la zona" de Simon sonrío al verlo mirando una chaqueta de esmoquin tirada sobre el sofá y camino despacio haciendo que levante la mirada y me sonría.

- ¡Dasha! - corre a velocidad vampírica hacia mi y me abraza, haciéndome reír mientras escucho al otro vampiro abandonar la sala - Me alegro tanto de verte, en serio estoy muy feliz - sonrío y vuelvo a abrazarlo con fuerza, haciéndome notar nerviosa

- Estoy tan feliz de verte yo también - me separo y el me mira sonriendo, pero sabiendo que la frase sigue - Necesito tu ayuda increíble con elección de vestidos - me miro sorprendido y da una vuelta demasiado rápida para que pueda seguirla con la mirada.

- ¡Lo sabía! - celebra y saca una bolsa transparente con un vestido negro dentro de ella - ¡Sabía que no ibas a rendirte! - lo coloca sobre el sofá y busca unos tacones rápidos - Si te rendías definitivamente dejaría de creer en este mundo.

- ¿Esto es para mí? - abro la cremallera para sacar el vestido y lo miro sorprendida, centrándome en el resto de palabras - ¿Y a que te refieres con que lo sabías? Nunca hice anda parecido - Simon me da una media sonrisa y me ve admirando el vestido y colocándome delante de mi para verlo enfrente del espejo.

- Llámalo instinto vampírico - posa sus manos en mis hombros y mira también hacia al espejo sonriendo - Póntelo, tienes allí atrás un para cambiarte - corre hacia otro cajón y saca varios sujetadores.

- ¿Que es eso?

- El vestido es de espalda descubierta y no sabia si tendrías un sujetador así puesto en cuanto vinieras - me lo coloca todos en la mano y me pone encima también los tacones, dorados - Y tampoco sabía tu talla - me mira sonrojado y me deja detras de una barrera de madrea para que me cambie tranquila.

- Eres increíble, miope - digo y comienzo a quitarme la ropa, dejando las armas a un lado y colocándome el vestido primero, después del sujetador - Esto también es increíble - salgo lejos de la barrera y Simon me mira sonriendo mientras camino hacia el espejo sonriendo.

Se coloca de nuevo detras de mi y aparta mi pelo, dejándomelo caer por la espalda. Se aleja rápido y agarra los tacones enseñándomelos a través del espejo, le sonrío y me señala el sofá, agachándomelos y comenzando a ponérmelos con cuidado.

- ¿Saldrá bien? - pregunto cuando termina de atar el primer tacón y luego continua con el siguiente, mientras yo levanto esa pierna para que le sea más fácil.

- Lo hará - me mira con cariño y termina de atar el tacón, levantando la mirada aun desde el suelo - Y si no es el caso - sonrío por su tono de voz mientras se sienta a mi lado - Quedara como una anécdota y siempre tienes una casa aquí.

- Eres el mejor.

- Lo se, pero tu ahora tienes una boda y yo también.