𝐒𝐌𝐎𝐎𝐓𝐇 𝐎𝐏𝐄𝐑𝐀𝐓𝐎𝐑 - 𝐂𝐀𝐑𝐋𝐎𝐒 𝐒𝐀𝐈𝐍𝐙 -

- 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐅𝐈𝐕𝐄 -

- Playa de Illetes -

Mi hermano me había tenido que despertar esa mañana, no había sido capaz de despertarme cuando sonó mi despertador a las seis de la mañana. Por lo que me había vuelto a quedar dormida y cuando me quiso despertar mi hermano ya eran las diez de la mañana, todo el mundo había desayunado y estaban listos para ir a pasarlo bien con las motos de agua, que mi padre había alquilado en la playa.

Me puse un bikini negro y encima un vestido de croché de color blanco, por último puse mis chanclas.

- Me ha costado horas despertarte. - me dijo mi hermano cuando salí del barco.

Fuera del barco estaba la familia Sainz, mis padres y mi hermano.

- No he dormido muy bien que digamos, necesitaba descansar. - dije poniéndome mis gafas de sol de Prada.

Y es que era verdad, me había pasado gran parte de la noche con los ojos como platos y sin poder dormir. Mi cabeza no paraba de darle vueltas a la pregunta que Ana me había hecho y por que su hermano se había quedado en silencio.

Lo que no entendía era el por que me importaba tanto que el chico se quedara en silencio, como si yo estuviera deseando que el me invitara a cenar.

La ruta era la siguiente coger las motos acuáticas e ir con ellas hasta una de las calas más bonitas que había visto en mi vida, donde nos estaría esperando el yate dirigido por Adam.

Todos caminaron hacia la playa y yo me quede atrás, siguiéndoles a varios paso.

Cuando llegamos a la playa, un hombre nos enseñó las motos y nos pusieron por parejas, cosa que hizo que fuera la pareja de Carlos y no la de mi hermano, quien me sonreí desde encima de su moto de agua.

- ¿No tendrás miedo a que corra no? - dijo Carlos y yo ya estábamos encima de la moto de agua.

Había dejado que Carlos se subiera primero a la moto, haciendo así saber que le dejaba conducir esta.

Miré al chico con una ceja elevada, viendo como el me miraba de reojo y sonreía ante mi gesto.

- No me da miedo la velocidad. - dije justo cuando pasaba mis brazos por su torso, haciendo que el chico se pusiera más derecho.

*** *** ***

- CARLOS SAINZ -

La actividad de hoy era una de las que más me gustaba, siempre que estaba en un sitio de playa intentaba coger una moto de agua y recorrer calas.

Me había despertado pronto y había ido al gimnasio que tenía el barco, con la esperanza de que me encontraría a Atenea ya allí, pero no fue así.

Y tampoco lo fue más tarde.

Después de desayunar y cuando ya estábamos a punto de irnos por fin la vi salir vestida de blanco, con una sonrisa cansada.

'¿Que le había pasado?'

Cuando todos empezamos a andar hacia la playa ella se quedó atrás, me dieron ganas de ir con ella y preguntarle si estaba bien, pero seria muy obvio ante mi familia y la de ella.

Cuando el hombre de las motos nos puso por parejas, agradecí a Dios por haberme puesto con ella, era la excusa perfecta para estar juntos.

- ¿No tendrás miedo de que corra no? - le pregunté cuando se subió detrás de mí en la moto.

Ella me miró con una ceja levanta.

- No me da miedo la velocidad. - dijo poniendo sus manos rodeando mi torso.