𝐒𝐌𝐎𝐎𝐓𝐇 𝐎𝐏𝐄𝐑𝐀𝐓𝐎𝐑 - 𝐂𝐀𝐑𝐋𝐎𝐒 𝐒𝐀𝐈𝐍𝐙 -

- 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐘 𝐎𝐍𝐄 -

Los dos últimos días del viaje habían sido un poco raros, después de lo del restaurante estaba un poco ausente y sabía perfectamente que Carlos lo había notado, pero no iba a decir nada hasta estar completamente solos.

Por eso sabía que en cuanto entráramos por la puerta de mi casa me iba a preguntar que me pasaba, aun que él sabía perfectamente que me pasaba.

Deje que Carlos pasara directamente a mi casa delante de mi, dejé mi maleta a un lado de la entrada antes de comenzar a andar a mi salón donde Carlos estaba sentado en el sofá.

- ¿Vas a querés hablar conmigo? - pregunto Carlos de repente.

- ¿Quieres hablar de tu amiga? ¿O de cómo se tenso su cuerpo cuando la viste en el mismo restaurante que tú? - dije un poco a regañadientes.

- No estaba tenso Atenea. - me miró serio.

Le miré abriendo mucho los ojos.

- Claro que lo estabas Carlos y no solo eso  no dejabas de mirar hacia su mesa desde que entramos por la puerta, ni si quiera estabas escuchando de lo que estábamos hablando nosotros. - le dije firme - Y cuando se acercó poco más y sales corriendo de allí, no viste la cara que pusiste.

- Solo no me esperaba que estuviera allí, nada más es eso créeme.

- ¿Entonces por qué te pusiste así? Solo te encontraste con una amiga. - dije obvia - Como te comportaste fue raro y no solo lo noté yo Carlos.

Carlos se quedó en silencio mientras me miraba a los ojos.

- No hablas con nosotros en toda la cena, ni prestaste atención, me hizo más caso Lando que mi propio novio. - dije elevando un poco la voz.

- Claro como sois tan amiguitos. - dijo rodando los ojos.

- ¿Tiene algo de malo que sea amiga de Lando? - pregunté con mis ojos entrecerrados - Además si no te gusta me da completamente igual, por que no voy a dejar de ser su amiga.

- Ha Lando le gustas. - soltó Carlos.

- ¿Vas a tener ahora celos de tu amigos? Lando sabe perfectamente que estoy enamorada de ti y nunca haría nada que a ti te pudiera molestar o doler. - dije molesta - Y yo no permitiría que el hiciera algo que yo no quiero, por que te vuelvo a repetir de quien estoy enamorada es de ti.

Carlos intento coger mi manos pero no le deje, estaba molesta.

- Fuiste tu el que le dijiste a tu amiga que estabas en un viaje de amigos. - dije levantándome del sofá - Te recuerdo que también estaba tu novia allí ¿No si lo recuerdas?

Carlos se volvió a quedar en silencio.

- A lo mejor como estabas ignorando a tus amigos y a mi, no recordaste que estaba tu novia sentada a tu lado. - me estaba enfadado toda esta situación.

- Solo no esperaba que estuviera allí y siento como me comporte, no era mi intención. - se levantó y camino hacia mi - No quiero que estemos enfadado Atenea.

- ¿Esa chica y tu habéis tenido algo? - pregunté.

No entendía por qué Carlos se había comportado así durante la cena, tampoco entendía por qué no podía quitar sus ojos de la mesa de esas chicas y mucho menos entendía por qué se había comportado así cuando ella se acercó a nuestra mesa a hablar con Carlos.

- ¿De que estás hablando? - pregunto alterado el chico.

- Solo quiero saber si has tenido algo con esa chica, no estoy hablando de ahora, pero alomejor hace un tiempo... - dije acercándome a el - Estoy intentando entender tu comportamiento, solo es eso.

- Nunca he tenido nada con esa chica, solo somos amigos. - dijo poniendo sus manos en mi cintura - Elizabet solo es una amiga.

La frente de Carlos estaba pegada a la mía y sus ojos miraban a los míos con una intensidad que nunca había visto antes.

- Está bien. - dije separándome un poco de su cara - Deberías disculparte también con los chicos, estuvo feo lo de la cena.

- Lo haré y lo siento, no debí comportarme así. - dijo Carlos antes de soltar un suspiro pesado - Y siento también haber dicho eso de Lando, se que sois buenos amigos y tenéis mucha relación.

Asentí ante sus palabras.

- Estás celoso de Lando. - dije con una sonrisa tonta y Carlos nego con la cabeza - Si que lo estás no lo niegues.

Carlos puso sus dos manos en mi cintura y me atrajo hacia el. Con una de sus manos acarició mi barbilla para que lo mirara a los ojos.

'Este chico me parecía lo más bonito del mundo. - pensé.'

Los labios del chico atraparon los míos moviéndose despacio, disfrutando del momento.

- Eres mía. - afirmó con la voz ronca.

Me mordí mi labio al escuchar esas palabras, me encantaba como sonaban.

- Si que lo soy. - reafirmé antes de volver a juntar nuestros labios.

Carlos intensificó el beso cogiendo mis piernas para que las rodeará en su cintura, sus manos bajaron hasta mi culo apretándolo a su antojo.

Empezó a caminar conmigo encima hasta mi habitación donde me dejó con cuidado encima de la cama.

Las manos de Carlos subieron mi camiseta para sacarla por mi cabeza dejando una vista perfecta de mis pechos al descubierto. Cogió uno de ellos y se lo llevó a la boca, mordisqueaba mi pezón a si gusto mientras que masajeaba el otro pecho haciendo que algunos gemidos se escaparan de mi boca.

Después de un rato jugando con mis pecho empieza a bajar sus besos por mí tripa hasta llegar al borde de mis pantalones y los empieza a desabrochar para después bajarlos.

- Tienes mucha ropa. - dije sensualmente cogiendo el bode de la camiseta de Carlos para desacerme segundos después de ella.

Empuje a Carlos haciendo que se sentará en el borde de la cama y yo me arrodille ante el, con mis manos desaboche el cinturón y después el botón del pantalón, después especie a bajar el pantalón a la misma vez que la ropa interior del chico.

El miembro de Carlos salido de sus bóxer directamente antes mi fuerte y listo para que jugará con el.

Relami mis labios antes de introducir el miembro de Carlos en mi boca, lamí la punta y fui bajando hasta que la mitad de su miembro estaba dentro de mi boca. Las manos de Carlos estaban en mi pelo, haciendo que movieran mi cabeza a su placer.

Después de un rato sentí como Carlos se tengo y cerró sus ojos.

- Me voy a correr preciosa. - dijo cogiendo mis manos para quitarme de entre sus piernas y empujarme a la cama - Necesito follarte.

- Follame. - dije atrayendolo hacia mí y bese sus labios con gran necesidad - Carlos... - solté cuando note como introducía su miembro de una dentro de mi.

Carlos empezó a moverse dentro de mi, las embestidas eran fuertes y rápidas. Mis piernas estaban sostenidas por las manos del chico, haciendo que estuviera más abierta para el.

- Dios... - mordí mi labio.

Una de las manos de Carlos se posicionó en mi cuello apretándolo un poco, ese gesto me volvió completamente loca.

- Quiero que te corras para mi nena. - dijo antes de morder el lóbulo de mi oreja.

- Si sigues así lo haré pronto. - dije casi sin aire.

Unos minutos más tarde Carlos y yo nos corrimos a la vez.

- Estoy enamorado de ti Atenea. - dijo Carlos cuando se colocó a mi lado y me rodeo con sus brazos - Te amo.

'¿Acaba de decir que me ama?'

'Esto es un sueño.'

- Yo también lo hago Carlos. - dije con una gran sonrisa en mis labios.

Carlos sonrió y me atrajo más a él para besas mis labios con suavidad.

Estaba perdida por el.