- 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐅𝐈𝐕𝐄 -

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- DICIEMBRE -

Después de haber hablado con Carlos no nos habíamos vuelto a ver en persona, ya que tenía todavía trabajo que hacer como el segundo campeón del mundo y después ya estaríamos en Navidad.

Carlos me bombardeaba con mensaje cada vez que tenía un segundo libre, preguntándome si estaba bien, que hacía, que le contara mi día...

No es que me incomodara tanto mensaje, pero antes de que pasara lo de Isa, tampoco era así. Así que yo quería echar la culpa a que ahora tenía mucho más tiempo que antes.

Por otro lado había descubierto quien era mi nuevo vecino del que Lily me había hablado y no lo había conocido por que hubiera chocado con el, si no que lo había conocido cuando posó como modelo para unas fotos en mi empresa.

Después el chico quiso acompañarme a casa y fue cuando nos dimos cuanta de que éramos vecino.

La verdad es que era un chico muy majo, se había mudado a Madrid desde Londres ya que había firmado un contrato con una agencia de modelos aquí en Madrid.

Era un chico muy majo, además nos había contado a Lily y a mi que no conocía a mucha gente por Madrid, así que formamos un grupo bastante guay.

- ¿Entonces las cosas con Carlos están bien? - pregunto mi hermano mientras le quitaba un bol de cereales a Lily.

Los dos se habían instalado en mi casa, sin mi permiso y sin saber muy bien por que.

- Somos amigos. - dije restándole importancia.

- Un amigo del cual estás enamorada. - apunto Lily antes de coger una cuchara y comer del mismo bol de mi hermano.

- Un amigo que se acostó con su es novia. - le dije firme.

- El chico te ha pedido perdón y se ve que quiere arreglar contigo las cosas. - dijo Lily - No le estoy defendiendo que quede claro, por que si vuelve a cometer una cagada así no dejaré que se vuelva a acercar a ti, jamás en su vida.

- Yo tengo una conversación pendiente con él, no te creas que se va a salvar. - dijo mi hermano mirándome serio y yo le sonreí.

Romeo nunca había sido de esos hermanos controladores, que no dejaban a los chicos que se acercaran a ti, pero cuando alguien me había hecho daño en el pasado siempre había sacado su lado más de protección.

Sabía que Romeo sufría cuando me veía mal, al igual que yo lo hacia si el no estaba pasando por un buen momento.

Mi hermano eran una gran parte de mi vida desde que llego al mundo y estaría perdida si no le tuviera mi lado.

- Además por mucho que me guste, que me derrita por el, no se lo voy a dejar tan fácil. - dije mirándoles fijamente - Yo no soy una chica fácil y no voy a tolerar que el piense que si y que por dos tonterías que me haga o diga yo caeré rendida a sus pies como si fuera un dios griego.

- Literalmente es un dios griego. - dijo Lily sonriendo como una tonta y yo la miré mal.

- Y yo soy una diosa, hasta llevo nombre de diosa. - le dije egocéntrica - Así que si quiere que vuelva a confiar en el que se lo curre, que sufra un poquito. - terminé mi frase con una sonrisa sin enseñar mis dientes.

*** *** ***

- CARLOS SAINZ -

Después de haberme plantado en casa de Atenea para suplicarle que aceptara mi perdón, tuve que volver a Mónaco por que todavía me queda trabajo por hacer y aun que lo único que me apetece era estar con Atenea y arreglas las cosas con ella, hacer que vuelva a confiar en mi y que sepa que de verdad voy enserio con ella.

Por otro lado no solo había tenido que arreglas las cosas con ella, si no que también había tenido que hablar con Lando, ya que estaba muy enfadado por lo que había hecho.

Lando y Atenea había forjado una amistan muy bonita, sabía que ella solo lo veía como un amigo, como un pequeño hermano.

Lando era uno de mis mejores amigos y ya le había decepcionado con mis actos, así que tuve que churrármelo para que me perdonara.

Había coincido con Kika en alguna ocasión y ella había optado por ignorarme por completo.

Lo entendía perfectamente, ella era muy amiga de Atenea.

- ¿Entonces has arreglado las cosas con Atenea? - me preguntó Charles después de la junta que habíamos tenido con los ingenieros y mecánicos.

- Al principio no quería saber nada de mi, ignoraba mis mensajes y llamadas. - le empecé a contar - Pero cuando fui a Madrid me plante en su oficina, tuve la suerte de que estaba allí y pude hablar con ella.

- Te gusta mucho esa chica ¿no es así? - preguntó mirándome serio.

- Me vuelve loco Charles. - solté un suspiro al pensar en ella - Me gusta todo de ella, me da igual si nos ven juntos por el paddock y hablan de nosotros, me da igual lo que diga el resto de la gente.

- Lucha por ella amigos, es el mejor consejo que te puedo dar. - yo asentí antes las palabras de mi compañero - Gánate de nuevo su confianza, se como tu eres en verdad y no la cagues esta vez, no se lo merece.

- Mis padres no saben nada de lo que ha pasado y no estoy seguro de si quiero que lo sepan. - me llevé las manos a mi cabeza para arrastrar mi pelo hacia atrás - Se que sentirían una gran decepción y mis hermanas tendrían una charla conmigo que no quiero tener. - no necesitaba charlas - Mis padres han invitado a sus padres a una cena y estoy nervioso.

- A veces es mejor pasar por un mal trago para aprender de nuestro errores. - hablo mi compañero - Además a esa cena también ira ella ¿no? - preguntó y yo asentí - Nos unas fechas especiales, en las que tenemos tiempo, puedes haces muchas cosas en estos tiempos para arreglar todo.

Tenía toda la razón hasta la siguiente temporada tenía mucho tiempo, tiempo en el que podía arreglar las cosas, pasar tiempo de calidad con Atenea.

Sabía que la Navidad era una de las épocas del año que más le gustaban, ya que me lo había comentado en alguna ocasión, tal vez podría hacer un plan que fuera especial, que ella lo recordara el resto de su vida...

- Tienes trabajo por hacer chili. - dijo Charles dándome un pequeño golpe en el hombro.


𝐒𝐌𝐎𝐎𝐓𝐇 𝐎𝐏𝐄𝐑𝐀𝐓𝐎𝐑 - 𝐂𝐀𝐑𝐋𝐎𝐒 𝐒𝐀𝐈𝐍𝐙 -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora