- 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐅𝐎𝐑𝐓𝐘 𝐍𝐈𝐍𝐄 -

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Después de haber estado un buen rato en mi oficina hablando con mis dos mejores amigos, nos fuimos cada uno a nuestras respectivas casas. 

- Suerte con el piloto. - dijo Louis antes de abrir la puerta de su casa y yo le mire con una sonrisa.

- Te contaré mañana. - dije entrando a mi casa y cerrando la puerta detrás de mi.

Dejé mis cosas a un lado y directamente fui a mi habitación para darme un rápida ducha ya que era tarde y en media hora Carlos pasaría a por mi.

Cuando salí de la ducha me sequé el cuerpo y me puse crema, después coloqué mi ropa interior negra antes de empezar a maquillarme. Una vez todo esto estuvo listo, me puse unos pantalones negros de cuero, junto con un top del mismo color de manga larga, puse unas botas de motorista negras con tachuelas y saque uno de mis abrigos negros de pelo sintético para utilizarlo después.

Me miré al espejo y sonreí al ver lo bien que me sentía ahora mismo conmigo. 

No podía estar más feliz.

Minutos más tarde Carlos me escribió para decirme que ya me estaba esperando abajo.

Me puse mi abrigo y cogí mi bolso antes de salir de mi casa, no sin antes cerrarla con llave.

Bajé en el ascensor y al salir del gran portal para ver a Carlos apoyado en su coche, caminé hacia el con una sonrisa y cuando llegué a su altura lo abracé colocan mis brazos alrededor de su cuello.

- Te he echado de menos. - dijo Carlos muy cerca de mi oído - No te haces una idea de cuanto.

Sonreí separándome de él.

- Yo también te he echado de menos campeón. - dije subiendo al coche cuando el me abrió la puerta.

Y es que cuando se empeñaba podía llegar a ser muy caballero.

- No he sido campeón por poco, pero el año que viene no dejare que se escape de mis manos la victoria. - dijo el chico una vez dentro de su coche y encendiéndolo para empezar a conducir.

- No tengo ninguna duda de eso, puede que te cueste un poco, pero...

Carlos me miró serio y yo solté una pequeña carcajada.

- Estoy de coña Carlitos, no hace falta que me asesines con la mirada. - dije mirándole con una sonrisa - No tengo ninguna duda de que el año que viene tu serás el campeón del mundo.

- Te lo dedicaré. - me dijo con aires de superioridad.

- Será todo un honor. - dije indiferente, algo que para nada lo era para mi - Ahora cambiemos de tema ¿Dónde me llevas? - le pregunte.

- ¿Tanta prisa tienes? - preguntó burlón - Solo te diré que es un lugar donde he pasado mucho tiempo de mi infancia.

Le miré pensativa.

- No lo vas a adivinar por mucho que me mires.- sonrió de lado.

- La verdad es que estaba mirando la belleza que tengo frente a mi. - dije en voz baja, pero Carlos me escucho de todas formas y su sonrisa creció - No sonrías tanto.

- Me gusta cuando dices esas cosas, me pillas desprevenido. - dijo sonriendo aún.

- Una hora más tarde - 

Carlos había entrado al garaje del Karting que había abierto su padre hace bastantes años, justo cuando Carlos era pequeño.

- ¿Qué hacemos aquí? Es tarde para que esto este abierto. - dije saliendo del coche.

𝐒𝐌𝐎𝐎𝐓𝐇 𝐎𝐏𝐄𝐑𝐀𝐓𝐎𝐑 - 𝐂𝐀𝐑𝐋𝐎𝐒 𝐒𝐀𝐈𝐍𝐙 -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora