- 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐘 𝐍𝐈𝐍𝐄 -

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Habíamos llegado al hotel hacía ya un rato, Carlos se estaba comportando algo raro, pero no sabía si era por los libres que había hecho o por que algo le estaba atormentando. Cuando llegamos hotel Carlos me acompaño a la habitación de sus hermanas para coger mis cosas y después fuimos a la habitación de él.

Ahora me encontraba sentada en el sofá que había en la habitación espero a que el chico saliera del baño.

Cuando Carlos salió se sentó a mi lado y yo le mire en silencio.

- Parece que no estas muy alegre con que este aquí. - dije sin más y el me miró al escuchar mi voz.

- ¿Cómo puedes decir eso? - preguntó ofendido.

- No se, esperaba un poco más de emoción por tu parte. - le dije firme - Además llevas raro unos días, la cosa no es de ahora solo.

Carlos me miro y resoplo.

- ¿Se puede saber que es lo que te pasa? - le pregunté un poco molesta por la actitud que estaba teniendo - Si te pasa algo seguro que podemos hablarlo y arreglarlo entro los dos Carlos, estoy aquí para ti, lo sabes ¿no?

Carlos me miró con pena y solo negó con su cabeza.

- No me pasa nada, solo he estado más cansado últimamente, tengo mucha presión por parte de la scuderia y también por parte de mi padre. - empezó a contarme mi novio - Necesito ganar este fin de semana, tengo muchos ojos puestos encima de mi y quiero ser el mejor para todos ellos.

Le miré con ternura y me acerqué a él para coger sus manos entre las mías.

Quería que supiera que yo estaba aquí para él, que estaba orgullosa de donde estaba y de los que estaba consiguiendo. No me gustaba verlo así, sabía lo mucho que se esforzaba y sabía que le afectaba lo que la gente podría decir de él.

Todo el mundo le compara con su padre y eso ha el le dolía, el no era su padre, el estaba contrayendo su propio camino, haciéndose su hueco y quería demostrar que por si solo estaba consiguiendo hacerse nombre como piloto.

- Amor sabes que yo estoy aquí para ti y que puedes contarme estas cosas, siempre que me necesites voy a estar para ti, por que de eso se trata una relación. - le dije - Pero si no me cuentas las cosas que te suceden y te veo raro haces que piense cosas que no son.

Carlos asintió con la cabeza y yo apreté una de sus manos.

- Se la presión que tienes encima, se que todo el mundo te compara con tu padre, que creen que eres él. - le acaricie la mano - Pero no eres él Carlos, tu eres una persona diferente a él, estas cumpliendo tu propio sueño, haciendo tu lugar como un piloto de formula uno, no tienes que dejar que mensajes de odio te afecten, tu vales mucho más que eso.

Carlos apretó mi mano cerrando sus ojos.

- No se que haría sin ti. - dijo en un susurro - Me has demostrado y enseñado tantas cosas, que siempre voy a estar agradecido contigo.

- Soy tu pareja Carlos, estoy aquí para lo bueno y para lo malo, de eso se trata el amor. - le dije con un sonrisa intentando que el también lo hiciera.

- Te amo. - me dijo sonriendo de lado y a mi se me derritió el corazón.

- Y yo a ti mi vida, de verdad que lo hago. - le dije sonriendo orgullosa de nuestro amor.

- De verdad que estoy tan feliz de que estés aquí, eres mi amuleto de la suerte y contigo aquí estoy seguro de que voy ha ganar. - dijo feliz.

Ese era el Carlos que quería ver.

El Carlos que solo me demostraba cuando estábamos solos o con su familia o con nuestros amigos más cercanos. Ese Carlos juguetón, cariñoso y muy familiar, eran tres de las cosas que más me gustaba den él y que fuera así en privado para mi lo hacía muy especial, por que demostraba muchas cosas.

- Puede que sea tu amuleto de la suerte, pero nene todo el trabajo es tuyo. - le dije sonriendo mientras me sentaba encima de él con cada una de mis piernas a cada lado de su cintura - Eres tu el que se juega la vida subiéndose a un monoplaza.

Carlos puso sus manos en mi cintura  baja mientras dejaba pequeñas caricias en ese lugar.

- Podría darte un poco de suerte ahora ¿no crees? - le pregunté muy cerca de su oído antes de dejar un pequeño mordisco en el lóbulo de su oreja.

- ¿Tu crees? - dijo Carlos bajando sus manos a mi culo y apretándolo.

- Yo creo que si. - me moví un poco encima de él haciendo que soltara un pequeño gruñido.

- En ese caso, creo que si, si que podrías darme un poco de tu suerte ahora. - dijo sonriendo antes de atacar mis labios como loco.

*** *** ***

Abrí los ojos con pesadez, antes de empezar a mirar por la habitación para ver donde se encontraba Carlos. La habitación se encontraba en silencio y la puerta del baño estaba cerrada, por lo que supuse que Carlitos estaría dentro.

Me levanté de la cama y envolví mi cuerpo en la sabana de la cama antes de comenzar a andar hacia el baño. Llamé a la puerta pero nadie me contesto, así que abrí la puerta para ver a Carlos en ropa interior hablando por telefono en voz baja.

Al verme dentro del baño dijo unas cosas que no llegué a escuchar y después colgó la llamada.

- ¿Con quien hablabas? - le pregunté mientras me acercaba a él - Parecías molesto hablando con esa persona.

- No era nada importante. - dijo firme y yo le miré con los brazos cruzados - Solo trabajo nena.

- En ese caso genial, hemos quedado con Lando, Charles, Kika y Gasly para cenar estar noche, así que empieza a ponerte guapo corazón. -  le dije con una sonrisa.

Carlos se tenso al escuchar que habíamos quedado y negó con la cabeza.

- No podemos, mañana es la parrilla y tengo que estar concentrado. - se excuso.

- Amor es solo una cena estaremos aquí antes de lo que piensas, además será en el propio hotel. - le dije.

- Pero podemos quedarnos aquí, tener una noches solo para nosotros. - dijo Carlos besando mi cuello.

- La podemos tener después amor, no hay por que tener prisa. - le dije mientras rodeaba su cuellos con mis brazos y acariciaba su nuca - Ahora es hora de que nos preparemos, no me gusta hacer esperar a la gente.

*** *** ***

- CARLOS SAINZ -

No quería ir a esa estúpida cena, Lando sabía que Atenea estaba aquí ya ella le había comentado sobre la sorpresa que quería darme y sabía que si no le contaba a la chica lo que había pasado con Elizabet, el mismo se lo diría.

Cuando Atenea entró al baño estaba hablando con Lando, me había advertido de lo que iba a pasar si no le contaba a Atenea, pero es que no era capaz, no quería perderla.

- Vamos amor, Kika me ha avisado de que ya están abajo. - me dijo mi chica desde la habitación ya que yo estaba en el baño.

Después de varios minutos ya estamos de camino al restaurante del hotel.

Cuando llegamos Atenea saludo frenéticamente a Kika y a Lando, él último me miró muy serio y yo agache la cabeza.

La cena trascurrió tranquila, estuvimos hablando y pasando un buen rato de amigos.

Después pasamos a una sala más privada para estas más tranquilos, Atenea estaba hablando con Kika cuando Lando se acercó a mi.

- Tienes que hablar con ella. - dijo mirándome serio.

- No puedo Lando. -  solté un suspiro - No puedo perderla, es muy importante para mi.

- No lo será tanto cuando la engañas con otra mujer. - dijo haciéndome sentir mal.

Pero me lo merecía, por gilipollas.

- Lando, por favor. - le supliqué en un susurro. 

- No se merece lo que le has hecho, tienes que hablar con Atenea. - dijo firme y serio.

- ¿De que me tiene que hablar? - preguntó Atenea apareciendo detrás de Lando.

Lando se dio la vuelta mirando a mi novia y yo me quedé quieto en mi lugar mirándola con pena, sin saber que hacer y que decir.

𝐒𝐌𝐎𝐎𝐓𝐇 𝐎𝐏𝐄𝐑𝐀𝐓𝐎𝐑 - 𝐂𝐀𝐑𝐋𝐎𝐒 𝐒𝐀𝐈𝐍𝐙 -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora