Habíamos llegado al hotel donde nos estábamos hospedando en Mónaco, yo había subido a mi habitación había cogido algunas de mes cosas y me había ido a la había de Lily para prepararme para la fiesta por el triunfo de Carlos.
Las dos ya estamos duchadas y listas para preparnos mientras bebíamos vino y escuchábamos música.
- ¿Entonces estaban los dos en el motorhome como si nada? - me preguntó Lily mientras se miraba sería y bebía de su copa de vino.
Le había contando a Lily lo que había sucedido antes de la carrera con Carlos y Elizabet. Y es que en el fondo algo no me deja estar completamente tranquila, me daba la sensación que algo estaba ocurriendo.
- Así es. - le dije mirándola mientras rodaba mis ojos - Llame a la puerta y nadie me contestó, por lo que abrí sin más y estaban los dos sentado hablando como si nada.
- Todo me suena tan raro cariño. - dijo apuntándose con una de las brochas de maquillaje.
- Además luego fue super falsa conmigo, me dijo que estaba deseando verme, pero es que hubiera pagado por que que vieras la cara que tenía. - solté un suspiro - Era como si quisiera pisarme el cuello allí mismo, aplastarme como si fuera una cucaracha...
- ¿Y Carlos que hizo? - preguntó.
- No hizo nada, se comportó super estraño y la echo de allí con tanta prisa que fue un abrír y cerrar de ojos.
'Habia sido tan raro...'
- Si Louis estuviera aquí creo que pegaría a Carlos y yo creo que se lo merece un poco. - dijo Lily haciendo que sonriera por la imagen que apareció en mi cabeza - Me parece raro, pero tampoco sabemos el tipo de amistad que tienen esos dos y está claro que tú confías en Carlitos.
- Por eso no quiero pensar mal, confío en Carlos y se que él no haría nada para hacerme daño. - dije bebiendo vino.
Tenía que pensar en eso, Carlos no sería capaz de hacer algo que pudiera hacerme daño y yo confiaba ciegamente en el.
- Carlos sería un imbécil si hiciera algo, además no saldría vivo si te hiciera llorar. - dijo firme mientras se miraba en el espejo - Haría que acabará su carrera como piloto, le arrancaría los ojos si fuera necesario.
Deje de mirar al espejo pasa mirar a Lili con una sonrisa risueña.
- A veces me das un poco de miedo. - le dije mirándole con los ojos entrecerrados - Puedes llegar a ser muy sangrienta si te lo propones.
- Nadie conoce lo peor de mi nena. - dijo muy seria.
- Esperamos que nunca nadie lo conozca. - dije de vuelta mirándome al espejo.
Después de una hora más, un botella y media de vino y muchas canciones con algunas bailes incluidos, por fin está amos lista para la cena y fiesta de mi chico.
Al principio no quería llamar mucho la atención, por que creía que ya habíamos dado bastante espectáculo con el beso y todo lo que había pasado cuando Carlos había ganado la carrera. Pero Lily había insistido en que me pusiera un vestido que había cogido de mi oficina sin mi permiso.
El vestido en si era más o menos hasta los tobillos, pegado al cuerpo y dos tiras finas que cerraban el vestido haciendo dos lazos pequeños encima de mis hombros. El vestido era de color rosa bebé, así que los complementos como el bolso y los zapatos los llevaría en blanco.
- Agradecemos que robe este vestido de tu ofina. - dijo Lily mirandome de arriba a bajo - Ese vestido literalmente está hecho para ti nena.
Me mire en el espejo que había en la habitación de cuerpo entero y Lily tenía razón. El vestido me sentaba como un guante y me hacía sentirme toda una diosa empoderada.
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𝐒𝐌𝐎𝐎𝐓𝐇 𝐎𝐏𝐄𝐑𝐀𝐓𝐎𝐑 - 𝐂𝐀𝐑𝐋𝐎𝐒 𝐒𝐀𝐈𝐍𝐙 -
Teen Fiction𝐂𝐇𝐈𝐂𝐎 𝐀𝐌𝐀𝐍𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐁𝐔𝐄𝐍𝐀 𝐕𝐈𝐃𝐀. 𝐍𝐎 𝐇𝐀𝐘 𝐋𝐔𝐆𝐀𝐑 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐈𝐏𝐈𝐀𝐍𝐓𝐄𝐒 𝐎 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐒𝐄𝐍𝐒𝐈𝐁𝐋𝐄𝐒. 𝐄𝐋 𝐄𝐒 𝐔𝐍 𝐌𝐀𝐍𝐈𝐏𝐔𝐋𝐀𝐃𝐎𝐑 𝐀𝐒𝐓𝐔𝐓𝐎. 𝐔𝐍𝐀 𝐋𝐈𝐂𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐀𝐌𝐀𝐑...