Por medio de palabras

29

Rain

Hay personas que dejan un ausencia que duele, y ella dejaba un agujero en mi pecho.

Su ausencia era tan palpable, tan notable, que era incapaz de apagar la luz. Miraba su cama y después el techo. No lograba conciliar el sueño, no lograba pensar más que en ¿qué estaría pensando o sintiendo? Porque juro que jamás extrañé tanto a alguien, aunque fuera una noche, porque el sonido de sus sábanas, el despertarla y verla completamente relajada, con su pelo revuelto y sus manos estiradas, era algo con lo que no se podía comparar con nada. El olor que dejaba al pasar era como si fuera lluvia, como si fuera un bosque repleto de árboles y de repente la lluvia cae desprendiendo un aroma hipnotizante. Un aroma a caramelo, un aroma a hogar.

Al despertar me sentí cansado, pesado y sin ganas de levantarme de la cama. Aunque acabé haciéndolo, tenía la posibilidad de no ir a clase, pero qué irresponsabilidad por mi parte. Ese día pensaba saltarme lo de salir a correr, prefería disfrutar de unos momentos más en la cama, mirando la suya y sus libros. Suspiré con fuerza y dudé de si enviarle un mensaje, pero al final simplemente le di los buenos días, no le llegó, supuse que seguía durmiendo.

Al salir de la habitación vi a Lili acercarse, me mostraba una sonrisa de oreja a oreja y yo intenté devolvérsela.

—Vaya, tienes mala cara.

—No he pasado buena noche —confesé.

—¿Y eso? ¿April te ha dado la tabarra con sus libros?

«Ojalá».

—Eh, no... —Pensaba que ella lo sabría.

—Por cierto, no sé cómo lo has conseguido, pero que April coma con alguien es... Es increíble.

—¿Perdona?

Pestañeó un par de veces y se cruzó de brazos.

—¿Cenasteis juntos la otra noche y ayer?

Negué con la cabeza con lentitud y pude ver por aquella expresión que algo no iba bien.

—¿Por qué? ¿Te ha dicho eso?

—No está en la habitación, ¿verdad?

—No, se fue con Archie.

—Por eso no me respondía los mensajes... Mierda.

—¿Qué pasa?

Notaba el ambiente tenso, como sus ojos evitaban contacto visual y suspiraba dando toques con su móvil en la mano.

—Ella... Ella suele desaparecer cuando recae, suele mentir con las comidas y...

—¿Crees que ha recaído? Pero... Pero si estaba mejorando, ¿no?

—Ya, iba muy bien, mejor que nunca. —Sentía la tristeza en su voz—. Esto puede pasar... A veces las situaciones la superan y se esconde dentro de ella hasta salir lentamente.

Miró la hora y después a la gente pasar por el pasillo.

—¿Y...? ¿Y ahora?

—Ahora nada, ella es quien tiene que dar sus pasos, nosotros no podemos sanar a alguien que no quiere ser sanado. No tenemos ese poder, y espero que no haya recaído, es que lo espero con fuerzas porque estaba a punto de conseguirlo, Rain... Estaba a punto.

Tragué saliva y no pude dejar de pensar en ayer, al verla salir de la residencia con su ropa de deporte... ¿Por qué no la seguí?

—Tengo un examen ahora, luego nos vemos. Te diré algo si me responde.