Las personas no son vulnerables ante cualquiera, pueden romperse, pero eso no significa que te dejen ver su dolor.
Rain
Me había ofrecido ir a por algo de beber porque no tenían nada en la nevera, Archie estaba terminando de poner el picoteo, las pizzas ya habían llegado y Lili y Harry se encontraban hablando en el sofá.
Al volver vi aquel coche, los vi a ambos y no sé por qué me detuve allí durante un buen rato, pude ver como se besaban y sentí algo en mi interior que jamás había sentido, en ese momento el tiempo parecía haberse detenido, como si la lluvia cayese lentamente y pudiera observar cada gota. La vi salir, por aquel portazo y esa expresión supe que no había ido bien las cosas. Contemplé como miraba el cielo y supe que lo hacía para no llorar. ¿Ella también se acordaba de las veces que se escondía de las peleas entre sus padres en su tejado?
Me acerqué, no me creía que la hubiera dejado allí bajo la lluvia. Miré sus ojos, que pese a estar mojados, supe que estaba llorando.
—¿Estás bien?
Se mordía los labios, intentaba aguantar el llanto, intentaba aguantar el nudo en su garganta y antes de que pudiera decir nada más, pasó sus brazos alrededor de mí. Solté la bolsa que llevaba en la mano y la rodeé como pude. Ahora mis ropas se estaban mojando, pero no me importaba lo más mínimo. Apoyé mi barbilla en su cabeza y contemplé la calle por donde se había ido ese tío. Creo que a partir de ahora iba a llamar «tíos» a los niñatos así.
Sus ropas estaban mojadas, pero al menos su piel estaba cálida. No supe con exactitud lo que había pasado, tampoco es que importase mucho en ese momento.
Se apartó y buscó algo con la mirada, después en su mochila.
—Mierda...
—¿Qué ocurre?
—Se me ha caído el móvil en su coche.
La veía nerviosa.
Me agaché para coger la bolsa del suelo mientras ella se pasaba las manos por el pelo empapado y miraba a la carretera.
—Subamos, estoy segura de que Archie tendrá su número.
Suspiró, no sé si le gustaba mucho la idea.
—Sí, mejor.
Llegamos al portal, intenté que no se mojase más de lo que ya estaba, pero aquel paraguas me cubría por los pelos.
Llamé al timbre, no tardó ni cinco segundos en abrirme y empujé la puerta para que pasase primero. No era el mejor momento para preguntar, lo mejor era que cogiera aire y le dejara su espacio. Pulsé el botón del ascensor y esperamos mientras ella pisaba el charco que iba formando.
—Qué bien...
—¿La película ha estado bien? —Quizás podía distraerla.
Puso los ojos en blanco, negó con la cabeza en completo silencio y entró en el ascensor nada más llegó.
—Ha sido... Ha sido una mierda.
No pude evitar reírme por la forma en la que lo había dicho.
—Oh, sí, ríete de mí.
Me golpeó con sus manos y mi risa siguió. No sé por qué me gustaba aquel pique, creo que era mucho menos dañino que el otro.
—Me he reído por el tono.
—Ya, por el tono.
—Qué sí, yo no me reiría de ti.
—Pues deberías.

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Por medio de palabras
Ficção AdolescenteCrecí tapándome las heridas con retales sueltos y ahora no sé de qué estoy compuesta. Parecía algo sin sentido, pero él aseguraba que se trataban de palabras que no todo el mundo sabe leer. April Siempre escuché eso de que no había que juzgar un lib...