Alguien dijo una vez que yo era el otoño, que era como un frío invierno en el cual jamás podrías calentarte. Y eso mató algo dentro de mí y acabé siendo las hojas muertas del suelo.
April
No tardé nada en terminar de guardarlo todo. Saqué las cajas de cartón a la basura de los pasillos, me di cuenta de que había muchísima gente en pijama, algunos con manga larga y otros tan corto que parecía que no lo llevasen. Y yo mientras tanto, con frío. Por eso nada más entrar cerré la puerta y subí el termostato.
Cambié la sudadera que llevaba por la que normalmenteusaba de pijama y un pantalón bastante ancho que apretaba con el cordón a micintura. Caminé hasta la cama descalza y la hice con las sábanas que nos daban,por supuesto que mi madre tenía razón. Cogí la manta de cuadros que me habíatraído desde casa y la coloqué por encima ya que sabía que tendría frío por las noches. Miré el reloj de móvil, y eran las once de la noche.
Lili:
¿Dormimos?
Yo:
Tocará
Lili:
Quesepas que no es justo, yo ahora debería de estar contigo en la cama, no aquí,viendo como mi compañera de habitación se sube los calcetines hasta lasrodillas...
Yo:
Creo que eso será lo más light que verás.
Lili:
¿Y tu compañero?
Yo:
No está, al menos no de momento.
Lili:
¿Confías en él?
Yo:
No me hará nada.
Lili:
¿Puedes estar segura? ¿Quieres que deje el móvil encendido?
Yo:
No hace falta, además, debía de haberme ido a dormir hará una hora.
Lili:
Por un día que rompas la rutina no pasa nada. Pero mañana será mejor.
Yo:
Lo será.
Lili:
Buenas noches, no compañera de cuarto.
Yo:
Buenas noches, Lilita.
Lili:
¡Te odio!
En cuanto dejé el móvil en la mesita la puerta seabrió y Rain entraba con una sonrisa radiante, la verdad es que era muyatractivo. Creo que era en lo primero que podías fijarte en él, bueno, yo mefijé muchísimo antes. Cuando era pequeña tuve una temporada en la que él era miobsesión, aunque no en un mal sentido. Creo que me gustaba, al menos estabaenganchada a él. Lo achaqué a que me daba atención, las niñas solemos ser másmanipulables y siempre vamos a favor de quien más atención nos presta. Y no es quelo dijera yo, lo leí en una revista de psicología cuando estaba en la sala deespera de la que era mi terapeuta. Resultaba ser porque quien debía de darnosatención no lo hacía, y conforme creces vas buscando a alguien que te atienda,que te proteja como si realmente lo necesitases. Cuando realmente nunca hasnecesitado nada de eso, pero el miedo a la soledad, el miedo a volver a esasensación de pánico era demasiado fuerte, tanto, que a veces opacaba otrasemociones. No sé cuántas veces fui a terapia, pero la revista siempre estabaahí, en el mismo sitio como si no la renovasen. De tantas veces que la cogí, se me quedógrabado.

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Por medio de palabras
Novela JuvenilCrecí tapándome las heridas con retales sueltos y ahora no sé de qué estoy compuesta. Parecía algo sin sentido, pero él aseguraba que se trataban de palabras que no todo el mundo sabe leer. April Siempre escuché eso de que no había que juzgar un lib...