Por medio de palabras

41

Rain

Entre tú y yo hay un fuego que es capaz de arrasar con todo si lo dejamos.

Cuando Lili llegó la ayudé con la compra, seguidamente cogí un libro y me senté en el sofá para leer mientras April cocinaba algo. De vez en cuando la miraba de reojo, se encontraba muy concentrada, como si necesitase total atención en lo que estaba haciendo. Y la verdad es que no sabía qué era más interesante, si aquella historia o ella... Estaba claro, ¿no?

—April... —Me levanté del sofá y me acerqué con el libro entre las manos—. Estoy leyendo... Bueno, es una parte subida de tono.

Aquello la sorprendió y me miró con un poco de chocolate en el rostro, sonreí y la limpié con el dedo, seguidamente me lo llevé a la boca y volví con el tema.

—¿Estoy leyendo esto y...? No sé, ¿esto os gusta a vosotras?

Su mirada estaba perdida, se había apoyado en la isla y observaba mis manos. Pestañeó un par de veces antes de volver en sí.

—¿El qué? Perdona, me he desconcentrado.

—Pues... Está, básicamente, metiéndole todo su miembro en la boca y... Bueno, lo describe de una forma violenta. ¿Esto os pone de verdad?

Se limpió las manos con el trapo más cercano, cogió el libro de mis manos y lo leyó por encima. Después miró la portada y me lo devolvió.

—Supongo que a alguien le pondrá esto, pero es un libro escrito por un hombre... No me malinterpretes, sin embargo, suelen romantizar mucho el sexo e incluso hacer cosas que se verían en el porno... Cosas irreales. —Hizo una pausa y sacó la cacerola del fuego—. No niego que a alguien le guste, no es mi caso. Los libros que suelo leer yo son más... Más light, por decirlo de alguna forma. Si te das cuenta, la escena parece más dirigida hacia la satisfacción del hombre que de la mujer, puedo incluso decir que a lo mejor no sabe ni donde está el clítoris.

Aquello me hizo gracia, pero tenía razón.

—Es que me ha hecho salirme de la trama, me ha roto por completo la lectura... Como si no encajase.

—Ya, suele pasar, seguramente haya más.

—¿Está mal que lo deje?

—Para nada, busca libros que realmente te gusten y no te obligues a leer algo que no quieras.

Asentí, la verdad es que llevaba capítulos con aquel sentimiento, el «quizás si avanzo la trama cambiará», pero no pasaba y solo empeoraba. Por eso lo cerré y lo dejé en la estantería más cercana, en ese momento tenía curiosidad por saber qué había hecho.

La vi sacar las tazas del armario y rellenó estas con chocolate caliente, el mismo que preparaba su abuela cuando llegábamos. Después las pequeñas nubes de decoración que flotaban y suspiró dando por finalizado aquello.

Lili bajaba las escaleras porque lo había olido, al igual que Harry. Archie aún no había vuelto, pero tenía su propia taza esperándole. April les ofreció una a cada uno, incluso a mí. Al llevármela a los labios quemaba, por eso soplé un poco antes de poder saborearla, estaba impaciente por ello. Y en cuando pude, el recuerdo de mi niñez me inundó por completo.

—¡Está buenísimo, April! —Lili sonrió y no soltó la taza.

—Sí, sin dudarlo, de los mejores que he probado.

Ella miró con aquellos ojos iluminados, pero no probó el suyo, lo tenía delante, con menos nubes que el resto e incluso poca cantidad.

—Deberás probarlo para saberlo —dije cuando me miró esperando que le dijera algo.