Enfrentando las concecuencias

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Cada segundo contaba, y la sangre de Jostin parecía agotarse con cada pisada, el guarda de seguridad sin muchas ideas, solo le puso una venda para disminuir la perdida de sangre en sus zonas afectadas, dónde antiguamente había recibido balazos, golpes, ataques por cuchillos entre otros.
Al llegar al sótano, abrieron la puerta con prisa, el guarda bajó con Jostin apoyado en su hombro, al ver a la chica, reaccionó de inmediato.
- Tenemos que irnos, espero que sepas conducir. - Exclama la chica de ojos azulados. Esta les da equipo de defensa, chaleco antibalas junto con ropa más liviana, al ponerse cada uno sus prendas, 3 salieron por el pasillo que dirigía hacia las zonas oscuras, el guarda cuidaba a Jostin con su vida, armado con una escopeta y una pistola en caso de emergencia, la chica traía una mini uzi, junto con varios cuchillos y una granada fuego. Las alarmas se escuchan en gran parte por dónde ellos se encontraban por lo que podían correr sin que nadie los escuchara.
- Sophia, ese es mi nombre. - La chica de ojos azules se presenta rápidamente, mientras explica brevemente el plan que hizo Harry para el escape.
- ¿En dónde está Harry? - Pregunta Jostin
- El debería ya estar saliendo del edificio, tomó el camino largo pero estoy segura que se las arreglará para escapar.
Harry: Estando más en la muerte que en vida, miré a Jack de re ojo por una última vez, sabiendo que perdí en mi propio juego.
- Bien hecho, Harry... Si no fuese por ti, jamás sería alguien en la vida, conozco muy bien tu historia, conozco perfectamente como fue que te abandonaron y la razón por la cual lo hicieron, esto de drogar a las personas a tu beneficio te suena familiar? - Jack comparte una pequeña sonrisa ensangrentada, aún con un dolor inmenso, su deseo de ver a Harry morir lentamente tenía más fuerza que cualquier cosa.
- Cállate... -  Con la voz temblorosa, ojos rojos, cuerpo destruido y ensangrentado, respondía Harry, quien tenía que soportar que la persona que viese antes de morir, fuese su mayor enemigo.
- Me divertiré un poco contigo. - Jack se agachó, agarró su cuchillo con fuerza, y lo pasó por la pierna rota de Harry, restregando y pasando el cuchillo por toda su zona afectada y dentro de su pierna, ocasionando que este grite, llore, gima y desee una muerte rápida. Las pasadas con el cuchillo, pasaron a ser también unas patadas en su cabeza, Jack le pisó el cráneo, lo escupió, le quitó los vendajes que este tenía por daños ocurridos en el pasado, comenzó a provocarle cortadas por su boca, manos, piernas, abdomen, etc. El fuerte daño del cuchillo que había sido clavado en su cuello por parte de Jostin, hacia que la vista de Harry se nublara, sus ojos se cerraban, la dificultad por respirar se hacía presente, tenía un pequeño temblor por su cuerpo, pero sin poder mover un músculo, aún seguía teniendo una hemorragia por el disparo tan fuerte en su pierna derecha, la cual provocó que se desprendiese prácticamente de su cuerpo, su nariz se cubrió de sangre, ocasionando que este no pueda respirar de manera correcta, solo podía inhalar un poco por la boca, la cual le dolía por las fuertes cortadas que Jack le hizo.
Los máscara de conejos solo se quedaban viendo a Jack, quien nunca había sonreído tanto torturando a alguien, aquel hombre que alguna vez fue al FAR BLACE vestido de gala y sombrero, ahora es el responsable, de hacer el acto más inhumano posible, a quien alguna vez, le brindó toda su confianza para progresar en su negocio, en su vida reconstruida, una nueva oportunidad para ser alguien en el mundo...
Sophia comenzó a tener un mal presentimiento de las cosas, por lo que les dijo a Jostin y el guarda de seguridad, que debían adelantarse por el conducto de ventilación que los dirigiría al basurero, y próximamente a un carro negro, el cual ya tenía la puerta abierta, y llaves listas para ser arrancado. Sophia llamó a Harry desde su celular, este le dijo que en cualquier emergencia, lo llamara, y si no respondía, lo mejor era que se fuese, pero ella no quería dejarlo ir, sabía que el camino largo requería encontrarse con muchos hombres de máscara de conejo, en un acto de valentía, Sophia corrió por todos los pasillos, brindando y proporcionando disparos a cada ser que se le cruzase, los pasillos de hacían una laguna de sangre, quienes no podían hacer nada por su limitado armamento de solo pistolas y fierros. Continuó por todos los recorridos, abriendo puertas, buscando a quien alguna vez, le prometió jamás irse, buscando a la persona, que aunque nunca expresó su amor, siempre dejó algo más fuerte de lo que podía expresar su corazón, el camino se hacía eterno, pero cuando observó unas siluetas dentro de una habitación, Sophia corrió hasta ahí, sin pensar concientemente desde antes de que los disparos se escuchaban por todo el lugar, y en la desesperación que estaba experimentado, encontró a Harry, pero un golpe con fierro en su cabeza, la tiraron al piso, los guardas de seguridad la agarraron y la presionaron contra el piso para que no intente escapar, ella solo podía contemplar una sola imagen en frente suyo, Harry dando sus últimos latidos, perdiendo la batalla contra el hombre que destruyó al 100% lo que alguna vez, fue su mejor decisión, pero que terminó convirtiéndose en una maldición.
- ¡Harry! - Sophia le gritaba, este solo podía verla un poco con su ojo izquierdo, el cual era el único que no se había terminado de cerrar por completo, sin poder dirigir una palabra, desprendió una lágrima de sus ojos, que al igual que Sophia, no pudo contener dentro de sí misma.
- Carajo Harry por favor no me dejes, se que puedes seguir, por favor... -
Jack solo la miraba, su sonrisa se apagó a solo una mirada fría, seria y llena de remordimiento, sin dirigir una palabra, agarró un bate de béisbol, lo levantó un poco, desviando la mirada hacia la cabeza de Harry.
- ¡No por favor! Por favor detente, por favor - Sophia comenzaba a desprender lágrimas desconsoladamente, pero en el momento que más suplicó, fue donde Jack tuvo el valor para terminar con su último latido.
El bate que se dirigía con fuerza hacia la cabeza de Harry, fue el causante del último latido de quién alguna vez, estuvo en la cima de todo, Jack lo golpeó una, otra y otra vez, hasta finalmente desfigurar parte de su cara. Sophia rápidamente agarró su cuchillo y con la fuerza que tenía, se lo clavó a uno de los guardas, pero entre todos la golpearon una vez más, para que finalmente, Jack se le acercase a decirle "sigues tú, maldita hija de puta"

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