Sin límites...

El placer de follar con pasión

Sarah: Una chica que disfruta de lamer, chupar, fantasear e imaginar siempre terminará complaciendo a su novio por más malo que sea el día y tengo la fortuna de decir que esa chica pervertida que le encanta ser una prostituta personal a su chico, soy yo. Mientras Jostin comenzaba a gemir un poco, decidí escupir sobre su pene, comenzar con mi mano derecha a masturbarlo, mientras que con mi mano izquierda, asegurarme de que todo esté muy bien lubricado, estimularé sus testículos, los apretaré un poco y seguramente los lama bastante, tenerlos tan cerca de mí me provoca aún más saborearlos pero primero, un poco de relajación oral y tranquila.

- Relájate, ponte cómodo que esta vez yo haré todo el trabajo para ti, luego de esta follada me aseguraré de bañarte muy bien, y de paso... tocaré cada parte de tu cuerpo, creo que podría agarrar tu cabello con suavidad imaginando el momento donde inclinas un poco tu cabeza para verme a los ojos y pedirme que baje mis manos un poco más, será en ese momento donde ahora bajaré a tu cuello, parte que me excita mucho cuando te lamo ahí y me pides que lo haga gimiendo a su vez, estar al lado de tu oreja es conveniente para ti, acariciar tu cuello mientras te doy unos buenos besos, a la vez que me acerco a tu oído para susurrar las mil y una cosas que te haría y para por su puesto, hacer esos sonidos de quejidos y gemidos que tanto te la ponen dura, sé que cuando me escuchas tu pene se pone erecto, cuando te gimo, se pone más duro, y cuando te lo chupo, comienza a humedecerse por sí solo pero vamos parte por parte, cariño, mis manos aún están en tu cuello pero de re ojo puedo ver como allá bajo, hay algo que quiere estar dentro de mí, te aseguro que será así pero es inevitable acercarme a tu pecho, apreciar la manera en que se acelera, y desde ahí, escuchar tu respiración agitarse de lo muy caliente que estás, sé que te pongo nervioso, y más cuando toco la punta de tu pene con mis dedos, sé que te gusta que mis dos manos estén ahí, tanto en la realidad como en la fantasía que te cuento, puedo observar el deseo con el que me quieres hacer tuya en la cama, en la ducha, el un baño público, en la sala, en tus sueños húmedos que tanto me gusta imaginar cuando te veo dormir en las noches, miro debajo de las cobijas y esa gran verga erecta que parece querer salirse del pantalón hace que mi vagina se ponga un poco húmeda. Una de mis fantasías es poner mi vagina rozando la punta de tu pene para sentir como te mojas, como te encanta, y saber qué quieres penetrarme me pone cachonda, traviesa y tú sabes como soy cuando me pongo así, porque por ti, puedo ponerme un traje ajustado de mallas, me puedo poner unas orejas de conejo si quieres, puedo... agarrar tus dedos para que me los metas en mi estrecha vagina que tanto quiero que toques, quiero que sientas mi humedad también, que ambos nos complazcamos tanto que no queramos parar, sé que te está gustando lo que te estoy diciendo, sé perfectamente que estás a punto de correrme, y tranquilo, amor, yo me encargaré de que te corras, pero con mi lengua saboreando cada parte de ti mientras me ves desnuda y te gimo - Con solo empezar a complacer aún más a Jostin, no pudo contener más sus ganas de correrse, aún sin haber terminado de contar mi fantasía o ser penetrada me excita saber que se corre porque le encanta que lo masturbe con mi lengua, le encanta que se la agarre bien fuerte, le fascina que escupa sobre sus testículos, le gusta que le gima y le cuente mis fantasías en voz alta mientras que con mis manos, hago una gran parte del trabajo. Su semen en mi boca es una sensación de la cual me encanta repetir a diario, tragármela entera en frente de Jostin para que sepa que cada vez, tiene que darme de su lechita para complacerme, ese líquido tan rico, caliente, espeso, blanco y deliciosa me vuelve loca, mantener su semen dentro de mi boca unos segundos, saboreándola muchas y repetidas veces con mi lengua, para luego finalmente terminar de tragarla y dejar mi boca con ganas de más son de esas veces que puedo decir que cuando se folla con pasión, hace volar mi imaginación.

Verlo correr una vez es algo fantástico pero hacerlo correr dos veces... es un reto que me propuse para esta tarde. Aún me siento excitada, y sé que aún puedo complacer más a Jostin, quité cada prenda de su ropa restante hasta dejarlo como más me gusta verlo, desnudo, su pene cubierto de mi saliva, quizás un poco de semen que aún queda para mí me hace desearlo, quiero que salga toda sobre mi rostro.

- Sé que una segunda follada te encantará mi lindo, Jostin, ¿Qué dices?

- Menos palabras y más gemidos, linda, haz lo que mejor sabes hacer, haz... lo que me complacer ver.

- Veo que todavía queda semen para mí... me encanta - Su pene seguía erecto, mis tetas endurecidas, mi vagina mojada, mis manos con el tacto, sensación y fantasía de tocarlo cubiertas de mucha saliva, mi cabello recogido para mejorar aún más la experiencia, mi garganta un poco sedienta que seguro agradecerá mucho a Jostin que pronto ya no esté así, lo tomé de la mano sonriéndole mientras desnudos, caminábamos hacia la ducha, puse a Jostin sobre la pared, me agaché delante de él, escupí nuevamente sobre mis manos y agarré con fuerza la base del pene de Jostin para que mi boca, haga gran parte del trabajo de la mejor manera, metiéndomelo hasta el fondo de mi garganta haciendo quejidos mientras que con sus manos sobre mi cabeza me hacen chuparlo aún más rápido, es tan rico, delicioso, excitante y satisfactorio esto que cuando escucho sus gemidos, mi vagina se pone más húmeda de lo que ya estaba, y cuando se pone de esa manera, solo un pene erecto, largo, duro, cubierto de saliva y pre seminal en la cabeza, saben cómo complacerla aún más...

- Adelante mi travieso chico pervertido, es momento de que hagas todas tus fantasías realidad conmigo, puedes ponerme en 4 en el suelo si quieres, empujarme contra la pared, tocarme... quiero tener eso que tienes allá abajo que tanto me excita dentro de mí, hazme... todo lo que tú quieras.