—Leigh Monroe
Vi la oportunidad para escapar finalmente de Tom, y aquí estoy, aunque yo no haya confiado en Cole, cumplió su palabra y ahora estábamos lejos de su territorio. Pero sabía perfectamente que Tom no tardaría en llegar hasta nosotros, él odia que le lleven la contraria y eso es algo que a mí me tocó entender.
Pero la tentación de salir finalmente de toda esta mierda, de alejarme de él, es más grande que él, y puede más. Sentía miedo y adrenalina, tanto qué comencé a sollozar desde que Abel, uno de los hombres confiables de Tom intentaba seguirnos.
Todo comenzó después de que Tom salió de la habitación enfadado, después de agitarme los hombros y gritarme en la cara. Un hombre castaño que yo desconocía completamente, entró a la habitación y consiguió quitar el seguro, cosa que me sorprendió bastante.
Mencionó que sabía cosas sobre mí amiga Betth, y que ella... estaba con un tal Bill, hermano de Tom. Dijo que sí quería escapar de todo esto tenía que ser rápida, y yo en ese momento no pensé en nadie más que Betth, ni siquiera en mí misma. La extrañaba bastante, y me causaba intriga saber como estaba, seguramente estaba muy mal, pues Bill era la otra cara de Tom por lo que escuché. Yo sólo quiero salvarla.
El sabía un atajo para salir más fácilmente de la casa, y en cuestión de segundos ya estábamos en el gran garage de esta, donde todos los hombres de Tom guardaban sus autos. Pero a la misma rapidez de la que habíamos salido, Abel se dio cuenta de que yo no me encontraba en la habitación. Sin querer la habíamos dejado abierta.
Abel, comenzó a seguirnos con unos cuantos hombres, empezaron a dispararnos pero por suerte y gracias a Cole ninguna bala nos atacó. Conseguimos subirnos a un auto y me sorprendió la habilidad con la que él manejaba, lo hacia de una manera muy rápida y audaz.
Sin embargo, creía comenzar a arrepentirme, el miedo comenzaba a atacar mí interior haciéndome soltar unas cuantas lágrimas desesperada. Y es qué, ¿Cómo no iba a estarlo? Sí todos los hombres de Tom estaban siguiendonos, y probablemente Tom no tarde en mandar a más de su imperio.
Por suerte, Cole supo perderlos de vista y ahora, supuestamente estabamos fuera de peligro. Dejamos el auto en media calle abandonado y corrimos sin mirar atrás, entramos a una tienda y decidimos permanecer acá por un rato.
Miles de dudas y pensamientos atacaban mi campo mental, frotaba mis manos con fuerza y estas se encontraban sudando de los nervios.
—¿Donde está Betth?—Pregunto casi susurrando.
—Ya te dije, con el hermano de Tom. —Responde en el mismo tono de voz, suspira y me dedica una corta mirada.—Oí por Tom qué ahora ella era la perra de Bill, o algo así, y lo decía en un tono de burla.—Vuelve a hablar.
Algo en mí se estremeció, ¿Estará en las mismas que yo, asustada? No podia ni siquiera pensar en todo lo que podría haberle pasado, no me puedo imaginar qué el hermano de Tom sea capáz de levantarle una mano encima... se suponía que yo iba a estar con ella siempre, protegiendola, y ahora de alguna manera me sentía culpable. Sí yo hubiera ido por mí cuenta con Tom, esto no estuviera pasando, él no se hubiera llevado a mis demás compañeras, y mucho mas importante, no se hubiera llevado a Betth, me sentía culpable y no evitaba sentirme mal.
—Te voy a llevar con ella, pero para esto tendremos qué ser rápidos y perdernos de vista a Tom. —Vuelve a hablar el castaño.
—Será difícil.—Respondo, el asiente concuerdo y suspira.—¿Qué es lo que quieres de mí? No me cabe a la cabeza que quieras ayudarme. —Escupo.
El se queda unos minutos en silencio y asiente varias veces lentamente, algo dudoso. Me vuelve a dedicar una mirada directa y sonríe.
—Eres inteligente.—Hace una pausa. —Lo qué quiero es que unamos nuestra fuerzas para hundir a Tom. —Explica.
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¹⌉ 𝟵𝟵 𝘿𝙖𝙮𝙨 ; 𝙏𝙤𝙢 𝙆𝙖𝙪𝙡𝙞𝙩𝙯 ©
Fanfiction𝟡𝟡 𝔻𝕒𝕪𝕤 𝒃𝒆𝒊𝒏𝒈 𝒎𝒊𝒏𝒆. | Es guapo y absolutamente todas las chicas se vuelven locas por él, por Tom Kaulitz, el jefe de la mafia mas poderosa de Los Ángeles Un día un bar llamado "la casa del sexo" que es muy bien conocido por Tom, no co...