22|Uncovered secrets and vague memories

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«Day 38»

—Leigh Monroe

Era de tarde, y recién había despertado. Por suerte, no encontré a Tom tirado en el sofá, y con rastro de saliva saliendo de su boca como lo encontraba todas las mañanas.

Aproveché, y me quise dar un baño algo rápido. Estaba saliendo de la ducha y ahora estaba secando mi cuerpo ya no tan herido. Desde que supe que habían cámaras en esta habitación, comencé a evitar cambiarme de ropa en la misma.

Observé mi cuerpo en el amplio espejo, los moretones comenzaban a desaparecer. Mierda, ¿Cuántas veces he dicho esto? Nada que desaparecen y comienza a darme asco mi propio cuerpo.

Sí, tan jodida estaba. Pero me importaba un carajo, de hecho, también tenía que importarme un carajo los moretones que no me hacían sentir bonita pero después de todo aquellos moretones me aterrorizaban, solo por el hecho de qué no sé quien haya el causante. Por supuesto, también odio esta maldita herida en mi abdomen ya que a lo largo de los años quedará la cicatriz, recordándome hasta el fin de mis días todo esto.

Mi rostro estaba tan pálido como siempre, y las vivas ojeras qué atormentaban a los alrededores de mis ojos nunca desaparecían. Mi cabello pelinegro estaba todavía mojado, de este caían pequeñas gotas que se deslizaban por algunas partes de mi rostro y cuerpo.

Unos golpes resonaron contra la puerta de el baño mientras que yo me colocaba mi ancha sudadera.

—¿Qué quieres Tom? —Pregunto alzando la voz para qué me escuche, pensando que era Tom.

—Soy Jessica. —Responde, ah claro, otra de las personas que también me mintió. —Tom ha ordenado qué te ayude para arreglar. —Avisó en cuanto le abrí la puerta.

—¿Y para qué? No me quiero arreglar. —Respondo, pero un poco dudosa le hago un lado mientras que la observaba entrar con todas esas prendas de ropa en la mano, y un par de bolsas que no sé que tenían en sus adentros.

Ella coloca todo en el suelo y se voltea a mí mientras que me dedicaba una sonrisa tranquilizadora. A pesar de todo, Jessica seguía transmitiendome confianza pero... seguía doliendome que me haya mentido. Aunque supongo que con Tom todo es así, seguro la amenazó como igual lo hizo con todos

—No lo sé Leigh, pero sí quiere que te arregle es porqué van a salir o algo. —Contesta.

Suelto un suspiro después de haber recordado las palabras de Tom de hace unos días y asiento con mi cabeza sin tener de otras que aceptar esto.

El tiempo pasa tan rápido con Jessica haciéndome mil cosas en el cabello, tapandome alguno de los moretones que tenía en el rostro y ayudándome a cubrir los de los brazos. Hizo su trabajo bien, ahora la piel en mi rostro se veía completamente lisa y no se veía ninguno de los moretones.

Terminó de ondularme el cabello y lo dejó caer a los lados de mis hombros. Me retocó un poco el rostro, colocándome un labial rojo intenso en los labios y por último me ayudó a colocarme unos aretes bastante llamativos.

—Estás hermosa. —Comentó mientras me observaba con un gran brillo en sus ojos, orgullosa con su trabajo.

Sonreí de agradecimiento para luego darme un vistazo en el espejo. Era increíble lo que podía hacer todo el maquillaje.

—Te voy a dejar para qué te cambies de ropa. —Avisa dedicándome una sonrisa y comenzando a avanzar hasta la puerta.

—Gracias Jessica. —Respondí regresandole la sonrisa, ella asiente suavemente y termina retirándose de la sala.

¹⌉ 𝟵𝟵 𝘿𝙖𝙮𝙨 ; 𝙏𝙤𝙢 𝙆𝙖𝙪𝙡𝙞𝙩𝙯. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora