—Leigh Monroe
Sentía como unos fornidos brazos me envolvían todo el cuerpo, y sabía que se trataba de él, de mí misterioso chico.
Siempre aparecía en mis sueños, pero hoy logró sorprenderme, hoy sus abrazos protectores se sentían tan reales y hasta podía sentir los latidos de su corazón.
Su mano bajaba por toda mí espalda mientras qué yo caía en cuenta de que estaba acostada encima de su pecho, a pesar de qué tenía mis ojos cerrados podía sentirlo bien gracias a que su pecho bajaba y subía con lentitud.
De repente y de un momento a otro comencé a dejar de sentirlo a mi lado.
Mi chico se estaba alejando de mí.
Me estaba quedando sola...
Raramente sentía como el peso en la cama iba disminuyendo. Quería abrir mis ojos para poder verlo mejor, pero no podía, ¿nunca podré ver que está pasando, verdad?
Mi chico se había ido.
Me había dejado sola...
"08:46 AM"
Había despertado hace rato de un largo y profundo sueño, o más bien de una pesadilla donde al final desperté empapada de sudor y con la respiración a mil.
No sabía porqué la razón de esa pesadilla, pero por alguna extraña razón me dio miedo que ese chico se haya alejado de mí. ¿Pero saben lo peor? Que esa pesadilla se sintió tan jodidamente real y no he podido dejar de pensar en eso.
Sin embargo, la verdadera pesadilla eran mis psicoterapias. Comienza a darme miedo cada que el reloj apunta a las diez de la mañana, ya qué a esa hora es que empiezan mis psicoterapias y digamos que no me he familiarizado con ellas todavía.
Me aterra la idea de tener qué asistir a mis terapias, no, ya no quiero recordar nada más. Cada que lo intento entro en un estado de ansiedad y comienzo a pensar en cosas muy aterradoras, se me cruzó hasta la idea de atentar contra mi vida y cada día que pasa me lo pienso mejor.
Pensaba en hablar de esto con Tom, tal vez sí tanto le importo como dice me entenderá y detendrá todo esto, sin embargo no puedo decirle nada ya qué ninguno le ha hablado al otro.
Yo empecé a ignorarlo y él simplemente aceptó mi decisión. Contar los días que he llevado sin hablar con él me ponía tan inquieta, ¿Porqué los contaba? ¿Porqué siento la maldita necesidad de un abrazo suyo?
Pero volviendo al tema, comencé a recordar con más detalle los sucesos de mí violación y exactamente esa era la razón por la cual ya no quería recordar nada más, ¡Quiero detener toda esta mierda!
Ya no soporto mirarme a mí misma en el espejo, ver cada rincón de mi cuerpo y sentirme tan... asqueada.
Tal vez esa fue la razón por la cual Tom me rechazó...
Suspiré agotada y tomé asiento en el cómodo sofá mientras que comía algunas galletas. No había querido meterme algo de comida a la boca desde qué desperté, simplemente no tenía ganas de comer y digamos que las galletas con chispitas de chocolate son lo primero que he comido en todo lo que lleva el día.
Unos escalofríos recorrieron por toda mi espalda al sentir la presencia de alguien más, rezo para que sea la de otro ser humano y no la de él.
Pero para mi mala suerte el estaba parado en la puerta de frente hacia mí, con sus trenzas africanas cayendo por sus hombros y portando una de sus típicas bandanas atada a la frente.
Me miraba con una mirada tan amenazante como siempre, pero a la vez tan neutra, sus manos se adentraban en sus bolsillos y simplemente se quedó ahi de pie y recostado en el marco de la puerta bajo mi incómoda mirada.

ESTÁS LEYENDO
¹⌉ 𝟵𝟵 𝘿𝙖𝙮𝙨 ; 𝙏𝙤𝙢 𝙆𝙖𝙪𝙡𝙞𝙩𝙯 ©
Fanfiction𝟡𝟡 𝔻𝕒𝕪𝕤 𝒃𝒆𝒊𝒏𝒈 𝒎𝒊𝒏𝒆. | Es guapo y absolutamente todas las chicas se vuelven locas por él, por Tom Kaulitz, el jefe de la mafia mas poderosa de Los Ángeles Un día un bar llamado "la casa del sexo" que es muy bien conocido por Tom, no co...