«Day 48»
—Tom Kaulitz
Golpe tras golpe iba hacia el saco de boxeo, sabía que tenia que reposar, pero me sentía bien y además... tenia que seguir colocándome en forma y de proteger bien mis defensas.
Ya había pasado más de una semana, me sentía bien y la herida estaba cerrándose.
Mi puño dejó de golpear fuertemente el saco de boxeo en cuanto me sentí cansado. Pasé mi mano por mi frente sacándome todo el sudor producido en esta y ahogué un suspiro frustado. Me sentía molesto y no sabía porqué, pero esta fue una buena forma para desahogarme.
Unos golpes resonaron en la puerta, sabía que no se trataba de Leigh ya que esta hubiera entrado sin tocar, la conozco más de lo que debería.
—Ajá, pase. —Respondí mientras qué agarraba una de las toallas para secarme.
El pomo de la puerta se abre, dejándome ver a mi hermano junto a Abel. Los dos entran sin decirme nada ni dedicarme una mirada para luego cerrar la puerta detrás de ellos.
—Tom... —Musitó mi hermano entre dientes al haberme visto. —¿Acaso estuviste haciendo ejercicio? —Pregunta colocando ambas manos en sus caderas.
Rodé los ojos frustado, ¿Que les importaba si hacia reposo o no? Joder, ¿en qué momento yo haría reposo? Ya deberían de conocerme.
—Sí, me siento muy bien cómo para que esté acostado en la cama todo el puto día. —Contesto dándoles la espalda, para luego acercarme a uno de los espejos en el gimnasio. —¿Y bien, Abel? ¿Tienes noticias? —Le pregunté.
El mismo asintió firmemente, lo podía ver por el rabillo de el ojo.
—De hecho sí, Kaulitz. —Suspiró, noté que en su mano habían un par de sobres de color naranja, lo que me hizo girar un poco mi cuerpo y rostro hacia él. —Nos llegaron estos sobres hace algunos minutos, y creo que debería de verlos.
—Por supuesto, damelos. —Ordeno.
Abel sin haberlo pensado avanzó hacia mí y me entregó los sobres que de inmediato se los arrebaté con brusquedad.
Comencé a abrir el primer sobre rápidamente, desesperado por ver lo que se encontraba adentro.
Finalmente cuando los abrí, pude deducir que eran algunas fotografías, y después de verlas con claridad y atención, me di cuenta que se trataban sobre Leigh. Eran fotografías de ella en la biblioteca, tomadas desde todos los ángulos posibles, junto a otras fotografías mas donde hacía cosas normales.
Sin embargo, las fotografías que mas me sorprendieron fue las qué habían en el otro sobre. No sólo se trataban de ella, si no de tambien de mí... ¡De nosotros!
Observaba las fotografías. mientras que la ira cada vez me consumía más, alguien se habia atrevido a tomarnos estás fotografías de el día que nos besamos en el patio trasero.
Y no sólo eso...
—¡Alguien se atrevió a espiarla, a tomar estas fotografías y mandarmelas! —Grité enfadado, tirando todas las fotografías a un lado. —Y ese alguien se metió a mi territorio, sin que me de cuenta... sin que nadie se de cuenta, ¿¡Como fue posible?! —Cada vez gritaba mas, hasta que sentí una horrible punzada en el costado de mi abdomen lo que hizo que se me escapara un pequeño quejido.
—Tom, calmate. —Habló mi hermano mientras que avanzaba hacia mí. —¿Ves? ¡Y dices que estas bien! —Habló enojado.
Apretaba mi mandíbula y mis puños como nunca mientras que observaba fijamente a Abel, esperando una respuesta o una explicación.
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¹⌉ 𝟵𝟵 𝘿𝙖𝙮𝙨 ; 𝙏𝙤𝙢 𝙆𝙖𝙪𝙡𝙞𝙩𝙯 ©
Fanfiction𝟡𝟡 𝔻𝕒𝕪𝕤 𝒃𝒆𝒊𝒏𝒈 𝒎𝒊𝒏𝒆. | Es guapo y absolutamente todas las chicas se vuelven locas por él, por Tom Kaulitz, el jefe de la mafia mas poderosa de Los Ángeles Un día un bar llamado "la casa del sexo" que es muy bien conocido por Tom, no co...