—Tom Kaulitz
"09:23 AM"
Cerré la puerta de mi audi de un portazo y comencé a caminar hasta llegar al edificio del departamento de mí hermano, mientras qué mi mirada viajaba alrededor de mí, viendo a las personas pasar sin tranquilidad por la calle, solo porqué estaba yo presente. Mis labios formaron una sonrisa burlona y solté un pequeño suspiro después de haber entrado a el edificio.
Tanto dinero que tenía mi hermano para poder comprar una hermosa casa, lujosa, lo que se merecía... pero él escogió este estúpido departamento, y tengo que recorrer toda la ciudad para llegar a verle. Que estúpidez.
Tomé el ascensor, y luego de unos segundos al llegar a el piso de el departamento de mí hermano las puertas se abrieron y terminé saliendo de el ascensor. Encendí un cigarrillo y me lo llevé a los labios, dandole una profunda calada antes de tocar varias veces a la puerta de mí hermano.
Primer golpe.
Segundo golpe.
Tercer golpe.
Nada que abría este imbécil.
—¡Bill, idiota, abreme! —Grito, dando otro golpe.
—Ya voy... ¡Ya voy! —Repite gritando desde adentros, podía escuchar sus pasos apresurados corriendo a la puerta.
Luego de unos segundos, me abre la puerta. Lo miro de abajo hacia arriba con una mueca de asco en mis labios, no traía camisa y se estaba abrochando sus pantalones. Su cabello estaba albortado y tenía rastos de labial por el cuello.
—Estoy sorprendido hermanito. —Menciono con burla, antes de entrar a la casa y de haberle dado un pequeño empujón. —Haz crecido. —Añado dedicándole una sonrisa sarcástica.
—Ajá... ¿a que veniste? —Pregunta. —Ya hablamos sobre esto Tom... —Me recuerda, cerrando la puerta detrás de él. —Ya sabes lo que pienso...
—Sí, sé que no eres capaz. —Menciono sin verle, mientras que comenzaba a caminar con el paso de él detrás. —¿Donde está? La quiero ver ahora mismo. —Ordeno, abriendo la puerta de varias de las habitaciones.
Puerta por puerta, hasta que Bill me jala de el brazo cuando estoy a punto de abrir la siguiente.
—Para. —Gruñe casi en voz baja, mis labios formaron una sonrisa cínica e hice sonar mi lengua divertido.
—Lamento mucho interrumpirlos. —Menciono con burla, mientras que comenzaba a caminar hacia la sala y me llevaba el cigarrillo a los labios.
—¿Qué te pasa? Estás raro. —Habla siguiendo mi paso, y noto de reojo como intenta peinar su alborotado cabello.
—Nada, sólo me parece divertido. —Respondo encogiendome de hombros.
—Sí... claro, seguro. —Responde con sarcasmo y segundos después llegamos a la sala.
Le dedico una sonrisa algo burlona y tomo asiento en el cómodo sofá, después el toma asiento en el sofá que estaba en frente de mí.
—Bien, hablemos. —Suspiro. —De nuevo. —Añado con una sonrisa algo burlona, recordando la reciente llamada que tuvimos antes de regresar a la ciudad, donde no paraba de insultarlo y gritarle. —Tu perra, levantó sospechas en Leigh. —Le recuerdo, y cuando voy a seguir él me interrumpe.
—Ya hablamos de esto Tom, quedamos en qué Leigh se creerá tus mentiras y pan comido. —Habla en un tono de voz algo cansado.
Suelto una risa seca para luego hacer sonar mí lengua. Me llevé el cigarrillo a mis labios y le di una profunda calada.
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¹⌉ 𝟵𝟵 𝘿𝙖𝙮𝙨 ; 𝙏𝙤𝙢 𝙆𝙖𝙪𝙡𝙞𝙩𝙯 ©
Fanfiction𝟡𝟡 𝔻𝕒𝕪𝕤 𝒃𝒆𝒊𝒏𝒈 𝒎𝒊𝒏𝒆. | Es guapo y absolutamente todas las chicas se vuelven locas por él, por Tom Kaulitz, el jefe de la mafia mas poderosa de Los Ángeles Un día un bar llamado "la casa del sexo" que es muy bien conocido por Tom, no co...