"Un amor imposible" - Joel de León.

Capitulo 08

Lilian

Después de la gran noche que había pasado con Nick, llegue a casa, estaban por dar las once de la noche, la verdad no pensé que se me iba a hacer tan tarde. Llegue y vi a Joel, Patricia y una chica más ahí, a decir verdad la chica era muy linda, creí que era novia de Joel pero después Patricia son presento y supe que era su mejor amiga, muy amable la chica.

Subí a la oficina de mi papá, si, tenía una oficina en casa ya que a veces no quería ir a la empresa y ahí se quedaba a trabajar. Toque la puerta antes de entrar, me dejo pasar y me paré enfrente de su escritorio donde estaba el sentado en su silla giratoria.

— ¿Donde estabas? — me miro serio, a decir verdad, me asuste, nunca había visto a mi padre así.

— En el instituto, hoy tuve prácticas y después fui a comer con un amigo. — lo miré mientras jugaba con mis manos, estaba nerviosa.

— ¿Segura que estabas en el instituto? — me volvió a mirar con seriedad.

— Claro que si papá, nunca te miento, lo sabes perfectamente. — ahora me estaba sintiendo mal por cómo se estaba portando conmigo.

— Lilian, según tengo entendido las prácticas terminan a las cinco de la tarde, ¿que estuviste haciendo tanto? — seguía con su mirada seria.

— Papá, ¿en serio? Nunca te e mentido, ya te dije que fui a comer con un amigo y hoy las prácticas terminaron más tarde. — respondí, no se que le pasaba, el nunca era así conmigo.

— Por lo menos pudiste avisarme, para eso tienes teléfono, ¿no? — me grito, ahora si ya estaba más nerviosa, mi papá nunca me había gritado.

— No creí que fuera importante avisarte, siempre que llego no estás, eh llegado más tarde y ni cuenta te das, ¿porque ahora te preocupa? — mi voz se entre corto, si, estaba apunto de llorar.

— Me preocupo porque eres mi hija, las calles son peligrosas, hay personas malas que pueden querer aprovecharse de ti. — dijo más calmado.

— Pero estoy bien, Nick me acompañó hasta acá, se cuidarme sola, no soy una niña. — respondí tratando de no llorar, odiaba ser tan sensible.

— Perdón hija, solo no quiero que nada te pase, eres lo más importante para mi. — se acercó a mi para abrazarme.

— Pero estoy bien papá, no me pasó nada, estoy aquí, sana y salva. — lo abracé.

— Perdóname hija, no quise hablarte así, solo estaba preocupado por ti. — acarició mi cabello.

— No pasa nada papá, está bien. — me separé de él para darle un beso en la mejilla.

— Bueno mi amor, ve a darte un baño, de seguro estás cansada. — tomó mi cara entre sus manos.

— Te amo papá, buenas noches. — lo abracé y salí de ahí.

Estaba por entrar a mi habitación cuando sentí unas manos en mi cintura, me asusté pensado que era un ladrón y rápido reaccioné y le de una cachetada a esa persona sin saber quien era.

— ¡Mierda! Perdóname, pensé que era un ladrón. — dije al ver a quien le había dado la cachetada.

— Oye, yo solo venía de buena manera. — dijo sonándose la mejilla.

— De verdad discúlpame. — me acerqué a él para acariciar su mejilla.

— Tranquila, ¿tú estás bien? — me pregunto muy cerca de mi.

— Si, estoy muy bien, ¿porque lo preguntas? — estaba empezando a ponerme nerviosa.

— Es que acabas de llegar, ¿porque tan tarde? — se acercó más a mi.