"Un amor imposible" - Joel de León.

Capitulo 12

Y bueno, aquí estaba yo, bebiendo sin control. Que esperaban, era sábado y eso significa, peda y sexo sin control. Erick había organizado una fiesta, siempre era así, organizaban fiestas porque si, sin ningún motivo, solo para divertirnos.

— ¿Va a venir o no? — escuche a Erick hablar por teléfono. — Está bien, las espero. — colgó el teléfono y me miro.

— ¿Con quien hablabas? — lo miré.

— Con una amiga. — sonríe. — Vamos con los demás, estás acá solo. —

— Está bien. — me levante con mi trago y fuimos con los demás.

— ¿Porque tan solo Joelin? — me dijo Richard.

— Solo estaba tomando, no es para tanto. — reí, a veces me gustaba tomar solo.

— Ahora regreso. — dijo Erick con una sonrisa y se fue.

— ¿Y a ese que le pasa? — le pregunté a Richard.

— Es que viene la chica que le gusta. — dijo con una sonrisa.

— En serio, que bueno que por fin se consiga chica. — Erick hace mucho no tenía novia, después de la última que lo lastimo mucho no quiso volver a enamorarse.

— Si, aunque no la conozco aún, espero no sea como la pasada. — suspiro, nosotros sabíamos lo mucho que le había costado salir de esa relación y superarla.

— Espero lo mismo. — sonreí, después de un rato entró él con ¿Lilian? Me sorprendí al verla aquí, al parecer el mundo nos odiaba, aunque evitáramos vernos, siempre nos encontrábamos en las fiestas de los chicos.

— Erick... — le dijo Richard asombrado, estábamos igual, no pensé que mi hermanastra fuera la chica que le gustaba.

— Hola Richard. — corrió a abrazarlo.

— Hola pequeña. — se separó de ella y la abrazó, yo aún seguía en shock.

— Erick, ven, quiero hablar contigo. — se lo llevó Richard dejándome a mi solo con Lilian.

— Valla, al parecer nunca podré deshacerme de ti. — soltó un suspiro, tenía razón.

— Pues al parecer no, a cada lugar que voy siempre estás tú, como la mosca en la sopa. — la miré mal, de verdad era molesto que no podía salir porque ella estaba en las fiestas.

— ¡Ja! ¿Ya te dije que me caes mal? — se cruzó de brazos.

— ¿Ya te dije que eres una niña de papi? — alce una ceja.

— Ag, eres un odioso. — rodó los ojos.

— Eres una engreída. — sonreí con malicia.

— Ya cállate, me caes mal.

— Tu cállate, me caes aún peor. — me encantaba fastidiarla.

— Eres un fastidioso. — rodó los ojos, la miré de pie a cabeza, no se veía nada mal, al contrario, se veía jodidamente bien.

Nos quedamos ahí un rato en lo que Erick y Richard regresaban, ninguno de los dos hablaba solo nos fulminábamos con la mirada hasta que regresaron.

— ¿Quieres ir a tomar algo Lili? — le pregunto Richard y ella asintió, se fueron dejándome solo con Erick.

— ¿Te gusta mi hermanastra? — solté mirándolo serio.

— ¿Que? — tiró una carcajada.

— ¿Te gusta ella? — por algún motivo me estaba molestando.