"Un amor imposible" - Joel de León.

Capitulo 16

Joel

—Joel, has él intento por llevarte bien con Lilian, te lo he pedido millones de veces.—me dijo mi mamá rodando los ojos.

—Mamá, no empieces con tus sermones.—me di la vuelta para salir de la cocina.

—Soy tú madre Joel, así que escúchame y respétame.—me detuvo sería.

—Mamá, es que siempre insistes con lo mismo, intentare llevarme bien con ella, pero no te metas.—rodé los ojos.

—No me voy a meter, pero hazlo, y cambia tu humor.—salió de la cocina muy enojada.

A veces era muy grosero con ella, pero así era yo, no podía cambiarlo. Esta tarde había estado con Maggie, habíamos tenido sexo, no se lo podía negar, ya dije, soy hombre y tengo necesidades, pero aún estando con ella no podía sacarme de la cabeza a Lilian, verla en la cocina con esa pijama tan provocativa me hacía sentir tanto deseo por ella.

Era raro, nos caímos mal, o eso pensábamos, pero yo no podía sacármela de la cabeza, y justo hoy que la vi con ese tipo sentí tanta rabia, sin saber el porqué, ¿me estaba empezando a atraer? No eso no puede ser posible, y haré todo para matar esa tonta idea.

Entre a mi habitación y me tire a la cama soltando un gran suspiro, ¿qué demonios me pasaba? Me quede un gran rato ahí hasta que me empezó a dar sueño, me levante y entre al baño a darme una gran ducha, termine, me puse la pijama y me metí a la cama, caí profundamente dormido.

Me levante por la ruidosa alarma, hice mis necesidades y baje a desayunar, eran las ocho de la mañana y tenía clase a las diez, después iría a ver a Megan para estar con ella.

—Buenos días mamá.—me acerqué a ella quien preparaba el desayuno y le di un beso en la mejilla.

—Buenos días hijo.—me respondió con una sonrisa.

—¿Donde están todos?—me senté en el gran comedor.

—En un rato bajan, se están arreglando.

No dije más y espere a que me diera el desayuno mientras veía mi teléfono.

—Te dije que te levantarás más temprano Lilian.—escuche una voz femenina, volteé a ver y era Lilian y su amiga.

—Hay ya, por unos minutos que lleguemos tarde no nos harán nada, aparte todavía es temprano, exagerada.—le respondió rodando los ojos.

—A veces me caes mal Lilian.—me quería reír por la pequeña discusión que estaban teniendo, se veían graciosas.

—Hay ya, aún así me amas, tonta.—al fin bajaron las escaleras.

—Pues que le voy a hacer, eres mi mejor amiga.

—Ajá, buenos días Patricia.—me miro.—Hola Joel.—sonrió.

—Hola, buenos días.—le respondí de la misma manera.

—Hola, buenos días hermosas.—salió mi mamá de la cocina.

—Buen día.—dijo su amiga.

—Siéntense, ahora les sirvo su desayuno.—les dijo mi mamá y ellas se sentaron.

—Oye, Nick va a pasar por nosotras.—le dijo su amiga.

—No, dile que no hace falta, nos vamos en mi auto.—le respondió mirándola.

Hice como que estaba viendo mi teléfono pero realmente estaba escuchando su conversación.

—Oye, no seas mala con el.

—Tu cállate.—la miro mal.

—¿Tienes prácticas hoy?

—Si.—suspiro