Joel.
Otro día más había pasado, se preguntaran, ¿Qué pasó entre ella y yo? Pues la respuesta es simple, nada pasó, aunque quería correr a sus brazos y pedirle perdón por llevar a mi amiga en el fondo no podía porque yo no había hecho nada, la amaba, pero no podía pedir perdón por algo que yo no hice, por algo que yo no dije.
¿Cuantos días pasaron? Pasaron cinco días desde aquella discusión en el restaurante casi enfrente de los que ahí estaban.
No les mentiré, el día siguiente que mi madre habló conmigo y me aconsejó ir por la "chica que me gustaba", quería ir por ella pero no pude, no sabiendo que yo no hice nada malo, la veía llegar siempre de la universidad, ya no estaba molesto solo desilusionado, pero aún así no iba a dejar de estar pendiente de ella, noto que no come últimamente bien y todos los días le mando el desayuno en la universidad, ¿Como lo hago? Rachel me ayuda en eso y me informa si se lo come o no.
Estos días sin ella han sido muy raros, necesitaba de su presencia, de su aroma, de sus besos para sentirme vivo, había aprobado todas mis materias con excelentes notas y estaba por terminar el semestre, uno más y me graduó.
Ahora estaba sentado en el jardín de la casa, las estrellas se veían muy lindas, el aire alborotando mi cabello se sentía tan bien, necesitaba paz, paz que en estos días no había tenido.
—Dale Joelito, no te quedarás toda la vida así, levántate y vamos a cenar algo.—la voz de Jade me saco de mi transe.
—¿Que haces aquí?—la miré.
—Vine a verte, me dijo tu mamá que estabas aquí así que vine, dime, ¿Qué tienes.—se acercó a mi y se sentó a mi lado.
—Podríamos hablar de eso en otro lado, no quiero que mi madre escuche como me pongo de cursi.—fruncí en ceño.
Sabía que mi mamá podía escuchar y no quería que supiera que la chica que me gustaba y por la que estaba así era Lilian.
—Vamos a cenar fuera, yo invito.—se levantó, jalo de mi mano y hizo pararme.
—Deberías de ser menos tosca.—le dije sacudiendo mi pantalón.
—Delicado.
Entramos a la casa, pasamos por la sala y tome las llaves de mi auto para irnos.
—¿No quieren comer?—antes de salir mi madre nos habló.
Jade y yo nos miramos.
—Mejor no gastemos, mi mamá cocino.—ahora fui yo quien la jalo del brazo hasta el comedor.
—¡Auch! Mi bracito.—sobo su brazo.
—Delicada.—la imite.
—Huele delicioso Paty.—me miro mal.
—Es albóndiga con arroz.—le sonrió poniendo los platos en la mesa.
—Gracias.—le agradeció en cuanto dejó su plato de comida al frente de ella.
—De verdad estoy bien, solo fue un desmayo, nada más.
Mi estomago se estrujó al escuchar su voz, era ella, no la veía desde ayer por la mañana... espera idiota, ¿Desmayo? ¿Estaba mal?
—No Lilian, eres una irresponsable, sabes que debes cuidar tu alimentación y seguir tomando las vitaminas, esto fue un simple desmayo pero pudo ser peor, sabes que debes cuidarte.—la regalo Lucas.
De seguro por eso no la había visto en todo el día de ayer y hoy.
—Estoy bien papá, no había comido bien por las tareas y los proyectos que tengo, pero ya comeré bien, lo prometo.
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"Un amor imposible" - Joel de León.
RomantizmTodo empieza con mi padre dándome la noticia que se iba a casar con una mujer la cual yo nunca había conocido, así es, mi padre había llegado de su viaje de "negocios" muy feliz, ni siquiera había sido un viaje de negocios, si no unas vacaciones con...