"Un amor imposible" - Joel de León.

Capitulo 35

Maratón 2/4

Lilian

Desperté por los benditos rayos del sol dando directo a mi cara, me levante de la cama a regañadientes, me puse mis pantuflas, lave mis dientes rápido y baje a la cocina, antes de llegar al último escalón una mano me jala de regreso, bufé al dar la vuelta y ver a Jade, si, se había quedado a dormir.

—¿A donde tan deprisa?—se rió de mi cara.

—Tengo tanta hambre, no se porque pero solo quiero comida.

Terminamos de bajar las escaleras y nos adentramos a la cocina. Últimamente mi padre y Patricia no estaban en casa, a pocas penas los veía.

—Bueno, tú siéntate y yo preparo el desayuno.—me sonrío y empezó a sacar algunas cosas de la alacena para empezar con el desayuno.

Desde que Joel me presento con Jade ella se había convertido en una segunda mejor amiga, justo ayer le conté lo que había pasado con Joel y yo y también le conté sobre el beso con Chris. Me apoyo, hablo conmigo y me dio un buen concejo que aplique esa misma noche. Ahora me sentía muy bien, creo que lo mío con Joel iba a dar un buen fruto si ambos poníamos de nuestra parte.

—Buenos días hermosuras.—su aterciopelada voz me hizo salir de mi trance.

—Buenos días ricitos.—salido Jade mientras preparaba café.

—Buenos días guapo.—me acerqué a él y le di un pequeño beso.

—Ya, ya, dejen de comerse las bocas y siéntense a comer.—dijo Jade luego de reírse.

Nos sentamos a comer mientras Jade nos seguía contando sobre sus mini vacaciones, el desayuno estuvo muy rico, ella cocinaba muy bien, la compañía de ambos era increíble y se nos pasó súper rápido. Subimos a asearnos porque quedamos en ir a jugar Paintball.

Termine de maquillarme y me senté en la cama a esperar a que Joel estuviera para ir a buscar a Jade ya que ella si tuvo que ir a su casa para poder arreglarse, mientras veía a un punto fijo y muchas cosas pasaron por mi mente, realmente demasiadas, como el hecho de, ¿Que hubiera pasado si mi madre siguiera viva? Era obvio que ella si iba a aceptar la relación que tengo con Joel porque si ella no hubiera muerto, mi papá no se hubiera juntado con Patricia, pero tampoco lo hubiera conocido a él, ¿O si?

El sonido de mi teléfono hizo que dejara de pensar tantas cosas, respondí sin ver quien era, ya era costumbre mía.

—Liliana, necesito de tu ayuda, ¿Podríamos vernos?—era la voz de Nick.

—Deja de decirme Liliana, estupido.—volqué los ojos.

—Ya, perdón, ¿Me ayudas?—dijo riendo.

—Será luego, voy de salida.

—No seas mala, será solo un rato, prometo no hacerte tardar.

—Bueno, ¿Te veo al rato?

—No, ahorita, ya de ya.

—Ay contigo Nickolas, está bien, ¿Dónde te veo?

—En el centro comercial, gracias.

—Pero qu... maldito.—colgó antes de que pudiera decir algo más.

Tome mi bolsa y salí renegando, realmente yo quería ir con Joel y Jade a jugar Paintball.

—¿A donde vas?—la voz de Joel hizo que parara en seco antes de abrir la puerta de la casa.

—Tengo algo que hacer, los veo allá.—le tire un beso y salí de la casa.