"Un amor imposible" - Joel de León.

Capitulo 09

Me levante por los rayos del sol, miré a mi lado y Jade no estaba, después de un rato la vi salir del baño ya con su ropa de ayer.

— Buen día. — dije con una sonrisa.

— Buen día tonto. — se sentó en la cama para luego cepillar su cabello.

— Voy a darme un baño y luego bajamos a desayunar, ¿te parece? — ella asintió y yo me metí al baño.

Después de un rato salí del baño, tendí la cama y después bajamos a desayunar.

— Joel, ¿no has visto a Lilian? Estamos muy preocupado por ella, no responde las llamadas. — dijo mi mamá en cuanto me miro bajar.

— Claro que no mamá, no soy su niñero, ella sabe cuidarse. — dije serio, aún no se me olvidaba la discusión que tuvimos.

— Joel, deja de comportarte así, estamos preocupados por ella, Luc la a estado buscando y no aparece. — dijo desesperada.

— Debe de estar bañándose, yo que se mamá. — dije frustrado.

— No Joel, no está en la casa, Luc se levantó a las cinco de la mañana porque tenía que ir a hacer unas cosas y dice que fue a buscarla y no estaba. — ¿y si se fue por la discusión que tuvimos? No, no creo.

— Pues no se, debe estar por ahí, al rato regresa. — me aleje de ahí para irme a sentar.

— Joel, tu mamá tiene razón, ¿que tal si le paso algo? — dijo Jade.

— Al rato aparece. — dije rodando los ojos.

— Contigo no se puede Joel, ¿cuando vas a dejar tu mal comportamiento a un lado?eh — me miro enojada.

— Hay ya vas a empezar mamá, sabes que así soy, no me pidas que cambie. — dije frustrado.

— Joel, por favor, respeta a tu mamá. — contestó Jade.

— ¿Supieron algo de ella? — dijo Luc entrando a la sala.

— No, nada. — respondió mi madre.

Lilian

Salí muy temprano de mi casa, ahora me encontraba en el panteón donde habían enterrado a mi madre, ahora más que nunca la necesitaba, le traje algunas flores y vine a hablar con ella, hace mucho no venía.

— Hola mamita, perdóname por no venir a verte, últimamente e estado un poco ocupada con mis estudios, tu niña pronto sera una Doctora. No sabes la falta que me haces, si estuvieras aquí conmigo sería muy diferente. — unas lágrimas empezaron a salir de mis ojos. — Papá se casará en unos meses y... bueno, su prometida tiene un hijo con el que no me llevo nada bien. Mamita, ¿porque me dejaste?, ¿porque te fuiste? Me haces mucha falta. — empecé a llorar desconsoladamente. — Mamita, ¿porque no me llevaste contigo? Apuesto que estaría mejor allá arriba contigo, estaríamos juntas y fuéramos muy felices, te extraño mucho mamá. — seguí llorando más y más 

Me tire y abracé su lápida, mis lágrimas no dejaban de salir, estaba destrozada, llorando sin parar.

— Hey, ¿estás bien? — dijo alguien a mis espaldas.

— No. — lo miré, era un chico de ojos claros, estatura alta y cabello lacio, muy lindo.

— ¿Que es para ti? — dijo mirando la lápida.

— Es mi mamá. — seguí llorando.

— Oh, cómo lo siento. — se sentó a mi lado.

— Es un dolor muy fuerte. — dije tratando de calmarme.