"Un amor imposible" - Joel de León.

Capítulo 29

Lilian.

—No Nick, ahora no, luego hablamos.—salí molesta del salón.

—Pero Lili, no seas así, yo solo te dije lo que pienso.—camino detrás mío.

—¿Eres bipolar acaso?—lo miré con una ceja alzada. —Ayer me dices, "oh Lili, ve, corre y dile lo que sientes" y hoy "estás mal, es tu hermanastro, no es un amor correspondido"—imite su voz.

—Se lo que dije ayer y me arrepiento, él no es para ti, solo quiero que entiendas eso, en primera, es mayor que tú y en segunda, viven bajo el mismo techo, ¿sabes que hará tu padre cuando sepa que andas con tu hermanastro? Mejor no saber.—me miro molesto.

—¿Y yo no puedo opinar sobre la chica con la que sales? Porque tendría mucho por decir.—acomode un mechón de cabello que se había alborotado.

—Ella es buena... y no estamos hablando de mi Lilian.—miro a otro lado.

—Claro, yo no puedo meterme en tu vida pero tú en la mía si, ya basta Nickolas.—abandone los pasillos de la universidad y entre molesta a la cafetería.

La mañana no había sido agradable, Nick había discutido conmigo porque veía mal que yo estuviera dándole mucha confianza, él decía que tarde o temprano terminaría dejándome, me hubiera dado igual si alguien equis me lo dice, pero viniendo de mi mejor amigo, claro que me duele.

—Lili, que bueno que te veo, llevo buscándote toda la mañana.—se sentó a mi lado Rachel.

—Dime.—respondí seria.

—Es que como te fuiste de la fiesta sin decir nada, quería saber cómo estabas y también decirte que Christopher, le pidió tu número a Erick.—la miré confundida.

—¿Se lo dio?—ella asintió. —¿Porque mierda no me preguntan antes? Joder, hacen todo sin decirme nada, se meten en mi vida como si tuvieran derecho, me estresan.—tome mis cosas y me levante para salir de ahí.

—Oye, ¿qué traes? Yo solo te venía a contar, no es para que me hables así, y no quiero meterme en tu vida Lilian.—joder, le había hablado mal a mi mejor amiga.

—Perdón, perdón Rach, no quería ser grosera pero es que Nickolas me hizo enojar.—la abracé.

—¿Que te dijo?—sobo mi espalda.

—Que estaba mal confiar mucho en Joel, tú dime, ¿está mal?—la miré.

—A ver, claro que no está mal, te lo dije en la fiesta, tienes derecho a abrirte una ves más, si no funciona, bye, hay otras personas esperando por ti, él no tiene derecho a decirte que tienes que hacer y que no con tu vida, así que no le hagas caso.—me sonrio.

—Gracias de verdad, estaba tan molesta, esas ideas que me metió estaban haciendo que dejara todo con Joel y ahora más que nunca se que estoy... enamorada.—susurré con la mirada abajo.

—Hey, no tienes porque avergonzarte de eso, ya te dije, si no funciona, hay más, pero disfruta de esto con el.—alzo mi mentón.

—No sabes cuanto te amo, gracias.—la volví a abrazar.

—Y yo a ti.—me sonrió.

Después de unas largas horas en el instituto, llegue a casa, entre y por primera ves estaban Patricia y mi padre en casa.

—¿Hola?—salude un poco confundida al verlos.

—Hola mi amor.—me sonrió mi padre.

—¿Que hacen aquí? Digo, es raro verlos ya que trabajan mucho.—deje mi mochila en el sofá.