Capitulo 56

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Lilian.

Desperté por las suaves caricias que Joel daba en mis espalda, me giré a verlo, su torso estaba al descubierto al igual que el mío, solo nos cubría la delgada sabana.

—¿Que hora es corazon? —pregunte estirándome un poco.

—Las cuatro de la tarde —dijo mirándome con una sonrisa.

—¿Cuanto tiempo dormimos?

—Realmente solo tres horas, ¿Quieres ir a la playa? —acarició mi hombro.

—Si, me encantaría, ¿Vamos ya? —sonreí emocionada. Hace mucho tiempo no disfrutaba así ni siquiera salía, siempre estaba enfocada en el trabajo.

—Claro que si, vamos, arriba —jalo la sábana dejándome a la intemperie.

—¡Ey! —la jala para tapar mi cuerpo desnudo.

—Por dios nena, no hay nada que no haya visto ya —se carcajeó. Salió de la cama, se acercó a lo que parecía ser un pequeño closet de donde sacó un conjunto playero.

—No traigo ropa, si me hubieras dicho que vendríamos aquí me preparaba —fruncí el ceño mientras lo miraba cambiarse.

—Si te decía ya no iba a ser sorpresa mi amor —terminó de poner su última prenda y volvió a abrir aquel closet.

Me levante de la cama y busqué mi ropa por toda la habitación.

—Para eso te compré esto, úsalo, lucirá perfecto en ti —puso en la cama un lindo traje de baño junto a un short de mezclilla.

—Es lindo, pero ¿donde mierda quedo mi ropa? —bufé con agarrando con mi mano la sábana que cubría mi cuerpo.

—Abajo quedó todo mi amor, ahora voy por ella —me dio un lindo beso y salió de la habitación.

Tome el traje de baño junto al short y entre al baño. Me lo puse y realmente si lucía muy bien, me puse el short y salí, Joel estaba ordenando la cama.

—Ahí está tu ropa nena, ¿Nos vamos? —me miró mientras acomodaba las almohadas.

—Si, si, vamos —dejé mi ropa en el pequeño sillón de la habitación y salimos de ahí.

Al bajar tome mi bolsa que estaba tirada en el suelo y la dejé en una pequeña mesa, salimos de la casa, caminamos un poco y llegamos a la playa, no había muchas personas, hasta creería que nadie conoce esta playa. Nos acercamos a dos camastros donde nos sentamos muy cómodamente.

—¿Te pongo bloqueador preciosa? —dijo sacando un frasco de bloqueador.

—Por favor cariño —me di la vuelta quedando boca abajo.

El unto en su mano un poco para luego pasarlo por todo mi cuerpo, masajeo mi espalda y hombros, cerré mis ojos disfrutando de sus caricias.

—Listo nena —me dio un beso en la frente.

—Ahora te pongo yo —sonreí, agarre el bote de bloqueador y hice lo mismo en su cuerpo.

Al terminar me volví a sentar en el camastro, el se fue a nadar un poco mientras yo lo observaba desde mi lugar. Me levante cuando vi que una chica se acercó a él y empezó a coquetearle, si, estaba celosa.

—Hola, amor ¿Vamos a nadar? —le sonreí falsamente.

—Si nena, fue un gusto conocerte —le dijo a la chica que estaba frente a nosotros.

—Adiós, tú novia es muy bella —le susurro. Que hipócrita.

—Lo se, nos vemos —me jalo del brazo y me hundió en el agua.

"Un amor imposible" - Joel de León.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora