CAPITULO 11

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Pasado – historia del SOL Y LA LUNA

(Un mes antes del anuncio de los compromisos a los hermanos)

-Realmente eres muy hermosa tengo que verte otra vez. – escribió en la nota que sería llevada a la luna.

La respuesta no se hiso esperar, tomando la delantera la diosa al escribirle el lugar y tiempo que se vería con el joven apuesto. - Espero verte dentro de dos días en la tierra, deja tu poder yo dejare el mío y el creador no podrá rastrearnos. –

La respuesta sorprendió al joven dios, pero rápidamente respondió siendo esta la última nota que se enviarían. – Estaré esperando en la salida del imperio de los mortales; en el ocaso. –

Los dos días transcurrieron más rápido de lo normal o es lo que sintieron ambos dioses; tal vez solo era la necesidad de volverse a encontrar.

DOS DIAS DESPUES:

La ansiedad lo consumía, verla otra vez es su más grande deseo. – Padre. –exclamo cansino. –realmente me siento cansado es más creo que estoy enfermo. – fingió el príncipe, ocultando el verdadero motivo para tomarse el día libre.

Cuando escucho aquello simplemente asintió, pero alzo rápidamente la mirada. –Entonces descansa, me hare cargo del resto; deseas que te lleven algo a tus aposentos o que te revisen. – observo el creador a su joven hijo, dejando a un lado lo que se encontraba leyendo.

Ahora lo estaba observando, no debió exagerar tanto. – No padre creo que con descansar será más que suficiente, solo es cansancio. – sonrió un poco para demostrar que no es necesario llamar algún doctor o chaman. Pues no quería pasarse todo el día en cama, su verdadero motivo era salir del palacio central.

Su hijo no se vía mal, solo una ojeras se marcaban en su rostro. – bueno entonces ve a descansar. – hablo retomando su lectura, pero con el ligero presentimiento de que algo grande se avecinaba.

Prácticamente salto como un niño en su interior. –Nos vemos luego padre. – se inclinó un poco, para dar muestra de respeto a quien lo había creado. Pero a la vez sonreía gustoso por haber logrado engañar a su padre.

El viejo creador creyó toda la mentira de su segundo hijo, dejándolo marcharse sin saber que el joven sol iba en busca de su amor. Porque es lo que la luna representaba para él, tal vez solo se han visto una vez, pero la atracción no se podía negar, pero sobre todo el amor que había nacido por parte del joven hacia la bella diosa, fue lo que más relució.

En el otro punto de los palacios reales, se encontraba la joven luna siendo atendida por sus sirvientas y custodiada por su maestra quien era la hermana del creador.

- A donde iras esta vez. –

Aquella pregunta, le saco de sus pensamientos y regreso a mirar a quien se la realizo. – maestra note esperaba. – la observo nerviosa, a la espera de algún indicio sobre su salida.

- Lo sé, pero aún no respondes mi pregunta. – volvió a insistir la hermana del creador.

Sintió su corazón latir frenéticamente, pero se tranquilizó a sí misma para poder decir la mentira que había a estado preparando desde hace dos días atrás. – iré al mundo mortal. –

- ¿Otra vez? – cuestiono extrañada.

Ahora que hago, tranquilízate, piensa con calma y fríamente. – Si, los humanos tienen una bebida muy deliciosa y cada cierto tiempo voy a conseguirla, ya que la planta no ha podido crecer en el palacio y tampoco en el palacio real. – aunque no todo era mentira, pero la joven diosa sentía que estaba traicionando a su maestra amada.

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