CAPITULO 42

1 0 0
                                    


Una hora antes de ir a palacio.

- sirena tienes todo listo. – pregunto el príncipe entrando a su antigua habitación.

- Si. Capitán. – bromeo.

Realmente había un aura muy pesada alrededor de ellos, desde la noche anterior cuando la menor le conto todo lo pasado, confirmando sus propias investigaciones del atentado que había tenido Sirena.

– sin importar lo que pase allá arriba, estaré a tu lado. –

– no se te ocurra soltar mi mano. –

– nunca mi diosa. –

Eran aquellos momentos donde ambos se sentían completos, aunque no hallan compartido citas como las parejas normales y en lugar de ello sus citas fueron duros entrenamientos, peleas o sesiones con un terapeuta. El, la había acompañado cuando se derrumbó y no podía volver a levantarse; incluso en sus pesadillas, la ayudaba a escapar.

Sus sentimientos crecieron sin darse cuenta y cuando quisieron parar sus corazones se negaron a separase. Incluso antes de nacer sus caminos ya estaban destinados a cruzarse para jamás separarse.

– juntos. –

– juntos. – reafirmo él.

Se acerco lentamente a su amor inesperado, acariciando sus mejillas delicadas y suaves. Beso su coronilla, luego sus mejillas, para bajar a su pequeña nariz y mentón, para finalmente saborear aquellos labios rellenos, que conformo pasaban los días se volvían más dulces.

Ella no se hizo esperar y correspondió inmediatamente aquel beso cargado de emociones, atrayendo más cerca al de cabellos de castaños. – Mi Dios. – hablo aun sumergida en aquellas sanciones que le provocaban aquellos labios expertos.

- Debes llamar a tus padres antes de irnos. – no quería alejarse, pero sabía que no podían retrasarse.

- Si. – dijo separándose unos centímetros de él.

Su madre le reclamaría, pero al ver a sirena con los labios de un rosado intenso por el beso compartido, aumento su deseo de seguirla besando.

Y no se pudo controlar atrayendo de nuevo a la chica; tomándola de la cintura, aquella que es tan estrecha, para volver a probar aquellos besos sabor a miel.

Siempre trataba de controlarse cuando se trataba de contacto físico con Sirena, ya que después del trauma que había sufrido con sus agresores, no quería que ella se sintiera presionada de estar con él o tener algún tipo de contacto.

Sabía muy bien que las víctimas de una violación, son muy temerosas del contacto fisco con las personas ya sean del sexo opuesto o del mismo; simplemente no vuelven a confiar y lo entendía perfectamente. Ya que es un tema muy delicado, aunque habían tenido ayuda de un especialista, entendía perfectamente que solo el tiempo podía curar aquellas heridas.

Por eso siempre estaba pendiente de hacerle sentir cómoda sobre todas las cosas, trabajaba constantemente en el tema de confianza mutua; consultaba con ella sobre alguna decisión que la involucraba, trata de estar pendiente incluso del mínimo detalle. Pues nadie sabe lo que puede llegar a sentir una persona. "pero como entender una situación sin antes vivir la experiencia"

...

- Están listos. – pregunto mirando a su hermano menor, Sirena y primo.

Todos reflejaban indecisión, pero ya no había vuelta atrás. – si. – respondieron en coro.

Dicho esto, el dios paso formarlos en un círculo donde se tomaron las manos, para poder ir a palacio. Ayu rápidamente mentalizo al lugar que deseaba ir y rápidamente llego a la entrada del palacio real; donde se encontraban a la espera varios dioses.

DIOSESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora