✧･ﾟ: *✧･ﾟ:* Vanilla Milk Parte 2 ✧･ﾟ: *✧･ﾟ:*
Simplemente la vida del pequeño Louis y su amado alfa, Harry.
O donde Louis es un encantador omeguita mimado, amante de los conejitos, las burbujas y los abrazos y besos de Harry; un alfa sobre protecto...
Warning ⚠️ La diferencia de edades entre Harry y Louis en la historia es bastante grande, jamás se salten tantas etapas por estar con alguien mayor. En nuestro mundo no existen personas tan buenas como el Harry de aquí y no todos tienen intenciones buenas. ⚠️Recuerden que esto es solo ficción. ⚠️
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Louis permanecía sentadito en la orilla de la cama, usando solamente braguitas y un enorme hoodie de su alfa cubriendo su delicado cuerpo. Su boquita se mantenía entreabierta y sus brillosos ojitos aguardaban clavados en el cabello de su alfa.
Sin ningún rizo.
—¿Qué?.— rió viéndole a través del espejo del tocador frente al que se paraba cuando sintió una mirada a sus espaldas.
El menor no contestó y siguió sumido en el pequeño trance al que había entrado. No sabía si seguir impactado por el repentino cambio de look de su alfa o por tenerle sin camiseta y con una simple toalla al rededor de su cadera mientras gotas seguían resbalando por sus músculos. Eran muchas cosas para él.
Harry rió de nuevo y dejó lo que estaba haciendo para darse la vuelta y encaminarse a su niño. Se paró entre sus piernitas y apretó sus sonrojadas mejillitas entre las palmas de sus manos, provocando que su boquita de formara como la de un pez en el agua.
—¿De verdad luzco tan diferente?.— preguntó con burla ladeando su cabeza.
Louis asintió lento y emitió un ligero quejido al tener sus mejillas siendo mallugadas.
—Hmm y... ¿No te gusta como se ve tu alfa ahora?.— preguntó de nuevo, esta vez pintando un puchero en sus labios.
—Si me gusta... alfita guapo.— murmuró estirando su bracito hacia arriba, intentando alcanzar el cabello del mayor.
El alfa rió halagado y se inclinó para dejarle tocar, sintiendo su manita acariciar el ondulado cabello por encima y más puntiagudo por los lados donde estaba más corto.
—P-Pareces un príncipe...— susurró con ojitos brillosos enfocados en juguetear con las hondas entre sus deditos.
—Bueno, esta linda princesa no iba a quedarse sin uno por siempre.— contestó con una sonrisa acompañada de hoyuelos, tomándolo por debajo de sus bracitos para levantarle y dejarlo de pie sobre la cama.
Lo atrajo a él y rodeó su cadera con sus brazos cuando su pancita topó en su pecho al estar más arriba, entrelazando sus manos justo encima del comienzo de sus glúteos. Le sintió apoyar sus manitas en sus hombros y se atrevió a dejar un par de besitos en su barriguita abultada, apoyando ahí su mentón después .
