¿Qué cosas de colores?

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—Sal de ahí, cariño, se nos hace tarde.- dijo Harry por tercera vez en la mañana, dirigiendo su vista al omeguita perdido entre el montón de cobijas de su nido. Se terminaba de arreglar y vestir para poder salir directo al consultorio, por lo que se mantenía frente al espejo peinando sus rizos con cremas y cepillos especiales.

Había optado por vestir una camisa polo negra de manga corta ahora que el clima había decidido ponerse bastante bochornoso en pleno septiembre. Lo acompañó con un pantalón de mezclilla oscura y unos tenis negros, además de sus típicos anillos y collar. Se perfumó con dos splash de una fresca colonia masculina que había comprado hace tiempo, intentando no cubrir por completo su aroma o solo causaría a un omeguita desesperado por no poder olerle.

—Louis, no te lo voy a repetir de nuevo.- dijo más alto y demandante, observando a sus espaldas y a través del reflejo como las cobijas se movían con un bulto debajo de ellas hasta dejar descubierta una cabecita con cabellito despeinado y ojitos somnolientos.

—A mimir, alfita...- pidió bajito en un gran bostezo que le hizo dejarse caer contra las mantas una vez más. Enterró su carita entre las almohadas y cerró sus ojitos abrazando un cojín envuelto en algún hoodie del mayor, adorando como todo olía a él y le hacia delirar tan cómodo y relajado. No quería abandonar su nido ahora, era su lugar seguro — además de los brazos de su alfa— y amaba sentirse calientito.

—No, nada de eso, ya es mediodía y no hemos comido nada, te hará daño

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—No, nada de eso, ya es mediodía y no hemos comido nada, te hará daño.- regañó sin caer en las súplicas del chiquillo, intentando ignorar los tristes gimoteos que comenzaron a sonar a sus espaldas.

Se colocó sus últimos dos anillos y cerró el joyero donde los guardaba, acercándose hasta el nido donde su niño yacía abrigadito entre las mantas.

—Ven aquí, amor.- llamó estirando su brazo hacia él, tomándolo de la manita y jalándolo con cuidado para hacerlo levantarse. Le vió formar un pucherito y restregar sus ojitos con debilidad mientras lo tomaba por debajo de sus bracitos para dejarlo recargado contra su pecho.

Vanilla Milk (with an extra of chocolate...) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora